La Morada, apuesta cultural de Podemos: "espacios con bar, donde puedes adquirir merchandising"

Desde su irrupción en la arena política, Podemos ha hecho hincapié en la democratización y la participación ciudadana como elementos indispensables para una concepción de lo cultural. Enmarcada en esa concepción general, el Instituto Democrático 25 M, el Think Tank de Podemos, presenta ahora una versión en pequeña escala de esa idea mayor. Se trata de Las Moradas, "sedes sociales y culturales de Podemos abiertas a toda la ciudadanía" y que ellos mismos definen, en sus primeras líneas, como "espacios que cuentan con un bar donde puedes comer y beber, asistir a representaciones culturales y actividades políticas o adquirir merchandising".

La concepción de espacio cultural planteada por el Instituto 25M propone una confluencia no del todo clara entre lo comercial, el lugar de ocio y el espacio de la militancia política. Si bien el proyecto expresa que La Morada está dirigida a toda la ciudadanía, hay una acotación política clara: "contarán con espacios de coworking, puntos de acceso a Internet, espacio de reuniones destinado a círculos, consejos municipales de Podemos, asociaciones, etc".

Tal y como quedan definidos, se trata de "espacios vivos" que albergan "actividades culturales y políticas" y buscan favorecer el desarrollo del tejido social a su alrededor al actuar como "puntos de encuentro" que permitan la "participación en el cambio". ¿Cómo funcionan estas Moradas? Están planteadas como espacios vinculados a un llamado Consejo de la Morada que tiene capacidad de proponer y votar líneas de acción, programación y actividades.

Ese Consejo de la Morada reúne además a una serie de representantes: el Consejo Ciudadano Autonómico y el Consejo Ciudadano Municipal correspondiente a la zona donde está ubicada la morada así como miembros del Consejo asesor del Instituto 25M, formado por miembros del Consejo Ciudadano Estatal de Podemos.

De momento, existe una Morada en Madrid, ubicada en la zona de Embajadores. La intención de Podemos es abrir más. Para ser socio o colaborador es necesario pagar una cuota mensual que se invierte en sostener el espacio y el proyecto y a cambio, disfrutan de descuentos en las actividades y servicios, además de la revista del Instituto 25M así y un carné de colaborador.

¿Qué se programaría en estos centros? ¿Quién lo decide? ¿Cómo se propone? ¿De qué forma está contemplada la participación de la ciudadanía? La estructura general del Consejo de la Morada añade una rama más en su estructura de gobierno para ordenarlo: se trata de la comisión de gestión y programación, que funciona mediante reuniones mensuales, con el resto del Consejo de la morada. Allí los socios tienen capacidad de proponer y votar líneas de acción, programación y actividades. "Sé parte de las moradas, los centros sociales y culturales del cambio", exhorta la página del Instituto 25M. De momento la primera versión oficial de estos espacios abrirá sus puertas a finales del mes de octubre.