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'Skull and Bones', una aventura pirata repleta de imperfecciones pero muy disfrutable en cooperativo

Probamos, en su versión de PS5, el nuevo y mastodóntico proyecto marítimo de Ubisoft, que vuelve a surcar los mares con una IP que fue anunciada por primera vez en el E3 de 2017

Imagen promocional del videojuego 'Skull and Bones' Ubisoft

Cada vez que Ubisoft lanza al mercado un videojuego, los ojos de la crítica y el ansia de los jugadores se postra ante él como si de un acontecimiento inigualable se tratase. ¿El motivo? El eterno bamboleo del Dr. Jekyll y Mr. Hyde que poseen sus títulos. Capaces de lo mejor, y de resultados menos loables, la compañía francesa lleva unos meses en el centro de las miradas.

Desde octubre a febrero, Ubisoft ha encadenado lanzamientos notorios. Assassin's Creed Mirage en octubre, Avatar: Frontiers of Pandora en diciembre, Prince of Persia: The Lost Crown en enero y Skull and Bones la semana pasada, que es la razón por la que nos encontramos aquí.

Tras siete años de noticias, misterios e información a cuentagotas, el esperado videojuego pirata de Ubisoft al fin veía la luz. Hay que remontarnos al E3 de 2017 para encontrar el primer instante en el que supimos algo de este título. Inspirado por el éxito de ventas de Assassin's Creed Black Flag, la empresa gala decidió apostar fuerte por otra entrega de batallas navales en un universo ambientado en la época dorada de la piratería.

A priori, y tal y como deslizaron los desarrolladores, sería más grande y ambicioso que la entrega de los asesinos, prometiendo un sinfín de horas en alta mar. Después de años de parones, retrasos y misticismos varios, febrero ha sido por fin la fecha elegida para el parto del tritón.

Aventuras piratas las hemos tenido notables y muy variadas en el mundo de los videojuegos. Sid Meier's Pirates y Sea of Thieves quizá sean las aproximaciones más divertidas y fieles de este siglo. Cuando la saga Assassin's Creed dejó de lado la trama de Ezio Auditore para empezar a contar otras historias dentro del universo, los desarrolladores de Ubisoft pensaron que era hora de introducir mecánicas nuevas.

Y así lo hicieron en Assassin's Creed III, donde nacieron las primeras misiones navales, las cuales evolucionaron de forma brillante en Black Flag. Con ese punto de partida tan claro, quedaba diseñar de cero un vasto océano de posibilidades pirata. ¿Habrá conseguido Skull and Bones aunar todas esas necesidades y superar las expectativas?

Skull and Bones, vivir la vida pirata

Hemos podido jugar a este Skull and Bones en su versión de PS5. Tras más de 40 horas en alta mar, muchas de ellas junto a dos amigos más, y haber explorado lo que ofrece el videojuego en su endgame, es hora de poner los puntos sobre las íes.

La polémica con el título ha estado presente casi desde su nacimiento, especialmente acrecentado tras las betas que los streamers pudieron probar, donde ya se publicó gameplay real del videojuego. Para sorpresa de los futuros jugadores, el título no parecía haber dado el salto adelante que prometió Ubisoft, sino todo lo contrario, pecaba de falta de innovación.

Tampoco ayudó, digámoslo claro, las palabras de Yves Guillemot, CEO de Ubisoft, quien justificaba el precio de salida de Skull and Bones (80 euros) por ser "un cuádruple A" y cuya satisfacción de los jugadores se verá reflejada a lo largo del tiempo, no de forma inmediata.

Lo primero que sorprende al iniciar el título es su abrupto inicio, pecado original de este tipo de videojuegos enfocados a juego como servicio. Pasan 15 minutos y ya estás inmerso en un tutorial sin saber muy bien quién eres y qué haces ahí.

La idea principal de Skull and Bones está en tu barco, todo gira en torno a él y sus mejoras. Los momentos a pie en las islas interactuando con NPCs o explorando las diferentes islas sirven a modo de distracción, no llegan a tener peso específico ni en la trama principal ni el endgame, que es donde Ubisoft pone todos los huevos en la cesta.

La historia principal, que apenas dura un puñado de horas, es la mejor preparación a nivel de mecánicas para lo que está por llegar. Desvalijar navíos franceses se hace muy disfrutable, si bien hay ciertas mecánicas que necesitaban una revisión. Especialmente dolientes los abordajes, que se resuelven con una cinemática breve y ridícula. Ay, ese Black Flag...

A nivel personal no he encontrado bugs ni fallos molestos, solo reseñar que los tiempos de carga al subir o bajar del barco son impropios de un título lanzado en la nueva generación de consolas. El apartado gráfico y sonoro cumplen de sobra, al igual que su rendimiento.

Encontrarte con enemigos online al bordear las diferentes islas es divertido, pudiendo romper los barcos y destrozar los anhelos de las decenas de intrépidos piratas que circulan por Skull and Bones. Las facciones y zonas que nos vamos encontrando responden a un sentido puramente de avance.

¿Cómo se siente el barco? Esa es la gran pregunta. Pues se siente bien, el manejo es agradable. La pena es que, según avanzas y te encaminas al endgame, ves como el juego podría haber sido mucho más pulido en decenas de aspectos. Se siente a medias, como falto de ideas. Pero las que se presentan son buenas.

El sistema de infamia para tener acceso a mejores barcos y armamento es divertido. De momento, y hasta que lleguen las temporadas, te tocará echarle muchas horas de juego si quieres llegar a tener un navío potente y hacer verdaderos destrozos en alta mar.

Conquista, explora e invierte en rutas comerciales de toda índole para que te den los materiales necesarios para ganar monedas. Básico pero efectivo. Como con casi todo en la vida, qué divertido es jugar con amigos. Si bien las misiones cooperativas, contratos y demás están ahí, lo que atrae es poder hacer el cafre y provocar dolores de cabeza en otros jugadores.

A modo de resumen, y como dije hace unas semanas con Suicide Squad: Kill the Justice League, sacar un juego como servicio a precio completo es un disparate, especialmente cuando las temporadas de contenido venideras aún están lejos. Le falta tiempo de cocción, hay mecánicas que saben a óxido y el videojuego no deja de ser sota, caballo y rey.

Pese a ello, es divertido. Especialmente en su vertiente online. Si bien no puedo recomendar la compra a precio completo, con una rebaja puede ser una opción interesante si cuentas con amigos que estén dispuestos a surcar los martes contigo y establecer un imperio de piratería.

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