Publicado: 22/09/2017 04:00
La crisis independentista de Cataluña está dinamitando todos los puentes tendidos en los últimos meses entre las formaciones parlamentarias en el Congreso. Si el PSOE decidía el martes votar en contra de la proposición no de ley (PNL) de Ciudadanos que buscaba respaldar la actuación del Gobierno en Cataluña, este jueves el choque llegaba por el otro flanco.
Podemos acusaba directamente a los socialistas de "vetar" la celebración de la asamblea de alcaldes y parlamentarios convocada por el partido de Pablo Iglesias para este domingo en Zaragoza, precisamente con el fin de denunciar la actitud "represiva" adoptada por Ejecutivo de Mariano Rajoy ante la crisis catalana.
El consejo de administración de la Ciudad Escolar Pignatelli, -done iba a celebrarse el cónclave y propiedad de la Diputación Provincial-, decidía denegar el permiso administrativo para celebrar el encuentro, argumentando que se trataba de un acto prorreferéndum y empleando como respaldo jurídico el auto del juez que impidió el acto a favor del denominado 'derecho a decidir' en Madrid.
Sin embargo, esto no supondrá la cancelación de la asamblea convocada también con el objetivo de buscar una salida dialogada al conflicto independentista. Desde el partido morado aseguran tener ya un local alternativo con aforo suficiente en la capital aragonesa, aunque evitan precisar su emplazamiento, alegando que intentarán que les permitan utilizar la primera ubicación. Pero "en ningún caso se va a suspender", subrayan fuentes internas consultadas.
En efecto, el partido de izquierdas es manifiestamente favorable a establecer una consulta pactada por el Estado, aunque en el encuentro de la capital aragonesa sólo estarán presentes miembros de Podemos, IU, En Comú Podem y En Marea, junto a los independentistas de ERC y el PDeCAT, los nacionalistas del PNV y EH Bildu, así como Compromís.
El anfitrión será el alcalde zaragozano Pedro Santisteve, aunque incialmente no está prevista la asistencia de las alcaldesas de Madrid y Barcelona, Manuela Carmena y Ada Colau respectivamente.
Ni Ciudadanos ni el PP fueron invitados, mientras que el PSOE declinó participar. En este sentido, desde Podemos lamentan ahora no sólo que los socialistas no se haya sumado a su iniciativa, sino que se hayan "alineado con el PP" para impedir que se celebre su asamblea ignorando "la libertad de expresión y el derecho a reunión".
Desde las filas del PSOE replican esta acusación. De hecho, la portavoz parlamentaria de los socialistas, Margarita Robles, aseguraba en la tarde de este jueves que su partido siempre opta por escenarios de diálogo, especialmente en el ámbito parlamentario y ha achacado el asunto de Zaragoza a una cuestión "administrativa", explicando que respetará que se celebre en cualquier otro local de la ciudad.
Asimismo, ha hecho especial referencia a la comisión de estudio impulsada por su partido sobre la cuestión territorial a la que ha dado luz verde la Mesa del Congreso y que tendrá como punto esencial estudiar el futuro encaje de Cataluña en España.
El de la Diputación de Zaragoza no es el primer escollo con el que se topa Podemos desde que el secretario general de la formación anunciase el lunes por sorpresa su iniciativa ante la deriva judicial de la crisis catalana.
La presidenta del Parlamento de Navarra Ainhoa Aznárez se ofreció en primer lugar para acoger el acto en la cámara foral, aunque las reservas del PNV hicieron que se buscasen nuevos emplazamientos fuera de Madrid y Barcelona. Se ofrecieron también los alcaldes Pedro del Cura, de Rivas Vaciamadrid; Martiño Noriega, de Santiago de Compostela; o Xulio Rodríguez, de La Coruña.
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