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Política

El PSOE quiere que los interesados en las autopistas quebradas asuman parte del rescate

Pedro Casares, responsable de Infraestructuras y Transporte del PSOE

"Honestidad" y apuesta por el desarrollo sostenible son las recetas que el secretario ejecutivo de Infraestructuras y Transporte de la dirección del PSOE, Pedro Casares, recomienda para la planificación de futuro en un sector que cree que, además, debería tener más en cuenta la vertebración del Estado. En esta entrevista, el también portavoz socialista en el Ayuntamiento de Santander analiza los seis primeros meses de la nueva etapa de Pedro Sánchez en Ferraz, que considera que ha dejado atrás la situación "complicada" en la que cree le dejó la Gestora que le sustituyó, y lamenta el "ruido interno" que en su región, Cantabria, ha provocado la bicefalia. Eso sí, insiste que el problema no son las primarias, sino que hay quien no ha logrado "asumir" sus resultados. 

El Gobierno volverá a licitar las autopistas de peaje, tras su rescate con dinero público. ¿Los aspirantes a hacerse con su control deberían compensar de alguna manera al erario público?

En torno al rescate de las autopistas de peaje hemos vivido uno de los grandes engaños del PP y también del ministro Íñigo de la Serna, porque nos dijeron que no iba a costar dinero a los españoles y hoy sabemos, y tenemos la certeza, de que el rescate de las autopistas de peaje va a costar no menos de 2.000 o 3.000 millones de euros a todos los españoles.

Por tanto yo creo que a futuro, las nuevas concesionarias de las autopistas de peaje tienen que compensar, claro que sí, por el nuevo servicio que van a tener, teniendo en cuenta que la infraestructura ya está construida, y la hemos pagado todos. Por tanto, yo creo que quien asuma las nuevas autopistas que se van a volver a sacar a licitación y a concesión administrativa por el Gobierno de España tiene que asumir una parte importante de ese coste que nada tiene que ver con los españoles, pero que sabemos que van a acabar pagándolo por una decisión del PP.

Además de esta condición, ¿pondría alguna otra consideración encima de la mesa en este proceso?

Cuando uno planifica infraestructuras de transporte tiene que ser muy honesto. Cuando se hicieron estas infraestructuras, no se fue honesto y los estudios de demanda que se hicieron eran para tratar de justificar una necesidad que el tiempo ha demostrado que no era real. Si hubiera sido real hoy no tendríamos que rescatar las autopistas de peaje y de esto saben mucho los madrileños. Cuando uno afronte el futuro, y decisiones como ésta, tiene que hacerlo con honestidad y sabiendo además la realidad, la que le ha tocado gestionar, para no volver a cometer errores. Ésa es una receta fundamental para afrontar la planificación, en este caso de las infraestructuras de transporte.

Parece que en 2018 podría aumentar por primera vez la inversión en obra pública desde 2009. ¿Cuáles deberían ser las prioridades?

Es cierto que el sector de las infraestructuras de transporte de la obra pública en general es uno de los sectores más afectados por la crisis económica y por la reducción de las inversiones. A futuro las inversiones que haga España como país y gobierno tienen que ir en la línea de afrontar el futuro de una movilidad sostenible y un compromiso claro con el desarrollo sostenible de este país.

Tenemos que planificar bien nuestras infraestructuras de transporte para que no volvamos a tener errores de tener autopistas sin coche, aeropuertos sin aviones o trenes de alta velocidad donde apenas hay pasajeros. Tienen que obedecer fundamentalmente al desarrollo sostenible, a una vocación de España de apostar por el futuro y por la sostenibilidad; a una combinación siempre del pasajero y la mercancía, y a la vertebración del país. Las infraestructuras tienen que servir para cohesionar el territorio y en eso será clave que garanticemos el servicio público en los servicios de transporte. Y lo digo porque el PSOE apuesta claramente por que se garantice el servicio público y se ponga fin con procesos con el que hemos sido muy críticos, como la privatización parcial que ha sufrido AENA.

Ahora mismo se está viendo que la burbuja inmobiliaria puede volver a crecer. España no está vacunada contra ese tipo de burbujas, ¿no podría ocurrir lo mismo en el sector de las infraestructuras?

Cuando uno tiene que tomar decisiones es fundamental planificar en el conjunto y además que obedezcan a criterios de sostenibilidad y así tendremos muchas menos posibilidades de equivocarnos. Aunque también es cierto que ha habido una inversión muy fuerte en los últimos años y algunas decisiones fueron equivocadas, pero asimismo es cierto que hoy España cuenta en su activo con una importante red de transporte.

A futuro tenemos que avanzar en algunos debes que todavía tiene la red española. Y Cantabria es un ejemplo: tenemos un ferrocarril del siglo XIX donde prácticamente no ha habido inversiones en la red ferroviaria. Por lo tanto, ahí hay unas comunidades donde necesariamente ha de invertirse. Y algo fundamental es el mantenimiento, porque en los últimos años España ha hecho recortes importantes y eso se nota en el estado de conservación de la red. 

Mientras estábamos invirtiendo miles de millones de euros en la alta velocidad hemos descuidado nuestra red convencional y tenemos algunas redes de transporte que son tercermundistas

¿Ha habido un error de concepción? Parecía que todo era AVE o nada, cuando por ejemplo, Extremadura, no es que no tenga AVE, es que no tiene Alvia...

Cuando se diseñó la alta velocidad se hizo con parámetros de futuro, con una apuesta por la movilidad de personas. En eso España ha hecho un esfuerzo enorme y además ha servido para que empresas españolas públicas y privadas sean hoy punteras y referentes a nivel internacional y que grandes proyectos de transporte estén diseñados por empresas españolas. Eso es cierto, pero nos hemos olvidado en buena medida de esa red de transporte convencional, especialmente ferroviario. Mientras estábamos invirtiendo miles de millones de euros en la alta velocidad hemos descuidado nuestra red convencional y hoy tenemos algunas redes de transporte que son tercermundista.

En Cantabria tenemos un tren del siglo XIX y Extremadura otro un claro ejemplo. Son deudas que el Estado tiene con comunidades autónomas y por eso antes decía también que el transporte tiene que servir para vertebrar y cohesionar España. España no puede permitirse estas desigualdades enormes que algunos territorios de España tienen y tienen que ser prioritarias actuaciones en esa red convencional. Hemos sido ejemplo en buena medida de lo mejor, pero también estamos a la cola en el desarrollo de algunas regiones. 

¿Qué le paree el decreto que está preparando el Gobierno para controlar la especulación con las VTC? ¿Llega tarde?

La situación del sector del taxi con las nuevas plataformas, Uber, Cabify, etc, ha puesto encima de la mesa la no acción del gobierno. Esta es una realidad y naturalmente que el PSOE ha planteado medidas para evitar la especulación con las licencias.

En el futuro será fundamental que el sector, que ya ha hecho un esfuerzo, se siga adaptando a las nuevas tecnologías, pero también es fundamental que compitan en igualdad de condiciones. Porque el debate no se puede limitar a la tecnología, que ha llegado también para llegarse, porque tienen que tener igualdad de condiciones: no puede ser que en un sector como éste donde compite el sector más tradicional, como es el taxi, con las nuevas plataformas, no estén en el mismo espacio regulatorio.

¿Están a favor de retirar licencias del mercado?

Creo que la ratio existente es una ratio adecuada. Es cierto que, fruto de sentencias judiciales, vamos a ver cómo se van a tener que admitir nuevas licencias que no estaban contempladas en esa ratio, pero lo que ocurre, y es el esfuerzo que tenemos que hacer las administraciones, es que si en efecto esas licencias han de darse que se dediquen al sector y no especulemos con ellas.

Porque el sector del taxi tiene una regulación estatal y tiene enormes competencias municipales, las tarifas y las propias licencias, y por tanto también habrá que trabajar coordinadamente con ayuntamientos y comunidades autónomas en dar una misma regulación al sector. 

Por un "marco regulatorio homogéneo" en el taxi

¿Cree entonces que habría que unificar la regulación?

Hay que hacer un esfuerzo por ir de la mano ayuntamientos, comunidades autónomas y Estado, para tener un marco regulatorio común, homogéneo, que dé seguridad al sector en el presente y en el futuro y que redunde en una mayor calidad en el servicio.

¿A qué atribuye la especulación con las licencias en los últimos años?

Al final cuando uno tiene distintos espacios regulatorios hace necesarios que haya una mayor coordinación. Esto es clave, una necesaria regulación no sólo del Estado, sino también de comunidades y ayuntamientos. Estoy convencido de que a futuro, las decisiones que se tomen tienen que ir de la mano de estas administraciones, sin olvidar del necesario consenso con el sector.

¿Cómo ve el sector en cinco años? Se van a dar más licencias... ¿Cree que van a sobrar taxistas?

El sector está sufriendo una transformación enorme. Si hace cinco años a algún taxista le comentabas que era posible pedir un taxi a través de una aplicación informática era un imposible y hoy miles de taxis están asociados a aplicaciones para que los usuarios puedan pedir el taxi. En el futuro el sector va a seguir cambiando y adaptándose.

Probablemente tengamos que flexibilizar las tarifas del taxi para atraer a más usuarios"

Veremos un sector a futuro donde la tecnología va a estar muy presente, va a ser una realidad, y que probablemente tengamos que flexibilizar también a futuro, en el sentido de que, para atraer a más usuarios, las tarifas estándar que tenemos puedan tener precios distintos en función del horario, con horas punta y horas valle, para que en las que hay escasa demanda se capte a más clientes. Puede haber tarifas diferentes en función del día como ya ocurre por ejemplo con la noche.

Vamos a ver más usuarios que vayan a tener su relación con el taxista a través de aplicación. Es una realidad pero en la que el taxi va a estar presente, no entenderíamos las ciudades sin los taxis.

En algunas ciudades, como Madrid, se añaden ahora los coches eléctricos. De momento son iniciativas de empresas privadas, pero, ¿cree que pueden ser objeto de gestión pública?

Están funcionando y creo que van a ir a más por ese compromiso ambiental que cada vez más ciudadanos tienen y que las administraciones han de impulsar. La administración tiene que hacer un esfuerzo por favorecer la implantación de este tipo de iniciativas teniendo en cuenta que en el futuro la mayor parte de los coches van a ser coches eléctricos. Va a ser una realidad que el sector de la automoción tiene que afrontar y donde la administración va a tener que hacer una política no sólo de regulación, sino también de impulso.

"Sánchez ha estabilizado al PSOE"

Ha pasado medio año de la nueva Ejecutiva de Pedro Sánchez, ¿cree que el PSOE está sabiendo o pudiendo colocar su agenda? Se preveía que esta legislatura fuera la de los acuerdos parlamentarios, pero parece que no están dando muchos frutos, en lo que la oposición se refiere.

Llevamos medio año en el que el PSOE ha hecho lo primero una tarea muy importante, que es estabilizar también su situación interna. Pedro Sánchez ha conseguido estabilizar el partido en torno a un proyecto y una alternativa de futuro.

A partir de ahí, prácticamente las cosas que se aprueban en el Congreso pasan en torno al PSOE y la última es la comisión para la reforma del modelo territorial. Pero en un Parlamento tan dividido, con tanta fragmentación política, los acuerdos nunca son sencillos.

Habla de la comisión territorial, pero no sabemos si va a llegar a donde el PSOE quería, la reforma de la Constitución. ¿Confían en que sirva para algo finalmente?

Estamos convencidos de que sí y lo importante, de partida, es que se sienten los grandes partidos del país en torno a una mesa y hablar de algo fundamental, que es conseguir buscar un futuro al modelo territorial que avance en la España de las autonomías y el autogobierno de las comunidades autónomas. Es cierto que quizás habrá que esperar a que pasen las elecciones catalanas para avanzar en esa comisión pero estamos convencidos de que sí.

En un principio, se situó a Podemos como socio prioritario, pero la crisis catalana no hace más que alejarles. ¿Es recuperable la relación?

Podemos se ha equivocado con su posición en Cataluña, Podemos lo reconoce, y es una posición que está alejando a muchos de sus votantes. A partir de ahí, el PSOE siempre va a hacer esfuerzos de tratar de llegar a acuerdos con todas las fuerzas políticas, especialmente las fuerzas de izquierda, pero nosotros tenemos un proyecto muy diferenciado de Podemos, un proyecto responsable, serio, de izquierdas, constructivo, que trate de buscar soluciones a los problemas que tiene España.

Y mientras tanto, se recrudecen los ataques a Ciudadanos... ¿El PSOE no se corta una puerta a futuros acuerdos en las próximas generales, situando casi en la extrema derecha al partido de Albert Rivera?

Es que Ciudadanos, y lo estamos viendo ahora en Cataluña, ha optado por posiciones más a la derecha que el PP, que le alejan de un espacio de centro en el que podíamos llegar a acuerdos y a encontrarse con el PSOE.

Habla del nuevo PSOE como un partido serio y responsable. En la campaña de las primarias, la candidatura de Pedro Sánchez se definió como un PSOE más valiente y anclado en los valores de izquierdas del partido, distinto de ese PSOE más tradicional. ¿La situación en Cataluña ha desviado el objetivo, al tener que acercarse al PP? ¿Los militantes lo han entendido?

Si algo ha conseguido el proyecto de Pedro Sánchez, el 39 Congreso y la nueva Ejecutiva es volver a resituar al PSOE como un partido de la izquierda, pero de la izquierda transformadora que siempre fue. Pedro Sánchez ha conseguido volver a reconectar con muchísimos votantes socialistas que lo hicieron en el pasado y nos dejaron de votar hace no mucho. Las encuestas marcan tendencias y hablan de recuperación de voto del PSOE precisamente porque nos vuelven a ver como una izquierda transformadora, alternativa al modelo del PP. Eso es lo que ha conseguido el PSOE valiente y transformador, pero de una forma seria y responsable. Lo ha conseguido Pedro Sánchez en muy poco tiempo y creo que el ejercicio está siendo valorado por nuestros votantes, los de ahora y los que nos votaron en el pasado y dejaron de hacerlo.

Destaca los atributos de esta nueva dirección, pero, ¿cuál de ellos le faltaría a la otra candidatura que se enfrentó a Pedro Sánchez?

Si un atributo tiene la nueva dirección del PSOE es precisamente que el PSOE de Pedro Sánchez ha sabido entender el momento que nos ha tocado vivir. Yo quiero un PSOE que esté a la vanguardia, que conecte con la mayoría social progresista, nítidamente de izquierdas, que sea creíble y reconocible por nuestros votantes. Y eso es un logro del conjunto de la organización, que mayoritariamente apoyó a Pedro Sánchez, y que se distanció de las decisiones que tomó en el pasado la Gestora y que llevaron al PSOE a una situación muy complicada, pero que hemos sabido, con el esfuerzo colectivo de toda la organización y de la militancia, reconducir. Y también, y eso hay que reconocerlo y valorarlo, un ejercicio de responsabilidad del conjunto de dirigentes del partido que después de las primarias y después del Congreso hemos hecho un ejercicio de unidad en torno al proyecto mayoritario.

En el PSOE las aguas internas están mucho más calmadas, pero su comunidad es una de las que ha sufrido de manera más intensa las convulsiones por las primarias. Ahora mismo, hay un nuevo capítulo de la crisis. ¿La bicefalia es imposible en el PSOE?

Yo creo que no. Solamente requiere que entre todos hagamos un ejercicio de responsabilidad y de aceptar el resultado de las primarias. Yo soy un defensor de las primarias, es un buen instrumento y un activo del PSOE, la democracia interna siempre es buena en cualquier circunstancia, y me siento muy orgulloso. Pero requiere también que sepamos todo el conjunto de la organización adaptarse a ese nuevo tiempo que ha llegado para quedarse.

Y que una vez que se producen las primarias todos tenemos que estar detrás del nuevo secretario general y de la dirección que ha salido elegida en un congreso. No entiendo otra forma de militar del PSOE. Ese ejercicio de responsabilidad de todos y lealtad a los resultados sería el camino adecuado para que después de unas primarias caminemos todos en torno de la unidad.

Pero, ¿no se da una imagen de inestabilidad, cuando unas primarias internas afectan a un gobierno?

Creo que no, porque las primarias sirven para decidir el futuro del PSOE y su liderazgo. La estabilidad del Gobierno de Cantabria ha estado en todo momento garantizada porque los pactos de gobierno los firman los partidos, no las personas, y tenemos un proyecto de región que estamos desarrollando. Pero naturalmente está vinculado a un partido político: el Gobierno de Cantabria está sustentado por el PSOE y por tanto es el PSOE quien tiene que marcar la hoja de ruta y las directrices principales de las políticas que se están desarrollando en el Gobierno de la comunidad.

¿También las personas? Porque el PSOE tiene dos proyectos de primarias diferenciados: a la dirección del partido y a la cabeza de lista para las elecciones.

Naturalmente es el partido político que sustenta al Gobierno al que le corresponde elegir las personas que nos representan en el gobierno de la comunidad. Es el PSOE, la dirección y el secretario general del PSOE, los que en su día designaron a las personas que iban a ostentar cargos en el Gobierno. Lo era antes cuando era Eva Diaz Tezanos la secretaria general del partido y lo es ahora Pablo Zuloaga. Y de los cuatro consejeros que teníamos, tres han continuado en sus responsabilidades y uno fue cambiado por la dirección del PSOE, pero yo creo que eso es lo normal.

Ese consejero después se enfrentó a usted en primarias en Santander.

Con un 68% de los votos, la militancia del PSOE ha reconocido que en Santander hay un proyecto de futuro, ilusionante y con capacidad para dar respuesta a las necesidades de Santander y a la transformación que la ciudad necesita. Un proyecto que vislumbra una alternativa a la derecha tras cuatro décadas de gobiernos ininterrumpidos del Partido Popular. El resultado de las primarias demuestra que los militantes confían en el trabajo que venimos haciendo desde hace 3 años tanto en la agrupación como en la oposición en el Ayuntamiento, donde hay propuestas de modelo de ciudad del PSOE y siempre una respuesta a cada problema que genera la gestión del Partido Popular. 

¿Cree que Díaz Tezanos acabará su mandato como vicepresidenta?
Yo creo que sí.

El secretario general cántabro ha pedido explicaciones a Díaz Tezanos por un nombramiento reciente. ¿El próximo domingo, en el Comité Regional, podría haber alguna censura a la vicepresidenta?

Será el Comité Regional quien lo decida. Es cierto que ha habido mucha polémica con algún nombramiento que ha hecho la vicepresidenta en el ejercicio de su autonomía como vicepresidenta pero que muchos militantes, la mayor parte de los militantes, no han entendido. El PSOE propuso el cese de un consejero en una empresa pública, finalmante no se le cesó, sino que dimitió y luego ha acabado formando parte del consejo de administracón de una empresa que a su vez ha recibido importante aportación pública del Gobierno de Cantrabria. Esto no lo entiende la mayor parte de los mlitantes ni de los progresistas de Cantabria y por eso ha venido la polémica.

Con esta división interna, ¿el PSOE de Cantabria no llegará más debilitado a las próximas elecciones? Es más, ¿no hay temor de que Revilla aproveche y adelante su convocatoria?

No creo que se produzca un adelanto electoral, esto lo tengo claro. El Gobierno de Cantabria, tanto el PRC como el PSOE, están volcados en los problemas de la región, que son muchos y muy importantes, y esa es la prioridad. Y la mayor parte de la organización entiende que hay un proyecto de unidad en torno a la nueva dirección.
Creo que el ruido interno que hemos visto no va a afectar al PSOE de Cantabria y a sus opciones electorales, porque hay algo mucho más importante que la ciudadanía ve, que el PSOE de Cantabría ha hecho un ejercicio profundo de una necesaria renovación que tocaba. Y también lo va a valorar la sociedad cántabra, en un PSOE que había perdido mucho apoyo electoral.

Entonces, apunta que no es un problema de las bicefalias, sino de las personas implicadas en ellas.

Nunca es un problema de la bicefalia y mucho menos de las primarias, que han llegado para quedarse. Los problemas que hayan surgido nacen de no entender el nuevo tiempo político que vive el PSOE y la sociedad española. Todos deberíamos entender esto y asumir los resultados legítimos.

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