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El Gobierno maniobra para que no se trocee E.ON y el oligopolio se quede solo en cuatro y sea más poderoso

José Manuel Soria, ministro de Industria, Energía y Turismo.

Se veía venir que los activos en venta del grupo alemán E.ON iban a acabar troceados y repartidos entre varios (o al menos dos) compradores, lo que hubiese supuesto la defunción de la quinta gran eléctrica española.

Si Endesa se hubiera quedado con los activos de comercialización, Gas Natural Fenosa (GNF) con algunos de generación y Villar Mir o los fondos con otras patas de la empresa alemana, el actual oligopolio eléctrico, compuesto por cinco grupos, quedaría reducido a cuatro.

Serían Endesa, GNF, Iberdrola y EDP España (Hidrocantábrico) los que se repartirían más del 90% del negocio eléctrico en España, en lugar los cinco actuales. Y desde el Ministerio de Industria y Energía y desde otras instancias gubernamentales se ha trasladado al sector en las últimas semanas esta preocupación, señalan fuentes del sector al tanto de los globos sonda lanzados desde el Ejecutivo.

También los alemanes de E.ON fueron avisados: se vería con buenos ojos que “sea quien sea el comprador, en eso no nos metemos, convendría que sea uno solo y que no sea ninguna de las grandes”. Son palabras de un alto cargo gubernamental citadas por una fuente en contacto con Vozpópuli.

Después de la polémica de Enel con Endesa y del 'Efecto Podemos' contra los oligopolios, el Gobierno no quiere que haya aún menos competencia en el sector eléctrico

Tras lo ocurrido con Endesa, después de que Enel haya reducido a la española a la mitad al quitarle los activos latinoamericanos con la total anuencia del Gobierno, y del efecto ambiental que está generando Podemos y su lucha, verbal por ahora, contra los oligopolios (eléctrico, bancario, telefónico…), en el Gobierno no quieren que se les abra otro flanco.

Con una compañía menos, la competencia en el sector eléctrico, que ahora comienza a despegar gracias a las ofensivas comerciales que han lanzado las grandes para robar clientes, se vería reducida. Así que desde Moncloa se ha maniobrado para que E.ON siga siendo la quinta del grupo de las grandes, aunque cambie de propietarios.

Los movimientos parecen haber surtido efecto. Tanto los directivos del grupo alemán como su asesor en la venta, Citi, habían retrasado el proceso y estaban pensando en la conveniencia de vender lotes por separado para ingresar más por todo el pack.

E.ON podría estar negociando sólo con la poderosa Macquarie, que estaría ofreciendo algo más de 2.000 millones, frente a los 3.000 que estimaban los alemanes

Pero el plan se ha abortado. E.ON parece haber optado por un único comprador para todos los activos, manteniendo así la integridad de la compañía, tal y como quería el Gobierno.

Sería el poderoso grupo australiano Macquarie el que, según Reuters, estaría negociando con E.ON la compra de todo el paquete, por el que habría presentado una oferta de más de 2.000 millones de euros.

Es una oferta muy por debajo de los 3.000 millones de euros a los que aspiraban los vendedores alemanes, pero parece ser que la de Macquarie ha sido la mejor oferta firme por todo el grupo.

La propuesta de los australianos se habría impuesto, en el primer round, a las de Endesa, GNF o Villar Mir, que habían mostrado interés por pujar sólo por los activos más rentables.

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