La serie de moda en Netflix: cinco capítulos geniales y un delirio final

Detrás de sus ojos parece un thriller pero es otra cosa. Indefinida. O indefinible. O marciana. Esta serie que está arrasando en Netflix tiene la virtud de que cautiva casi tanto al principio como sorprende al final. La verdad es que nadie en su sano juicio pueda imaginarse cómo acaba esta ficción. Después de verla, te queda un sabor amargo que resulta tan difícil de explicar como la propia trama que, por cierto, es una adaptación de la novela homónima escrita por Sarah Pinborough.

No revelaremos aquí el final, por supuesto, pero es imposible resistirse a la tentación de escribir sobre lo que la serie te ofrece primero y te acaba robando. Durante cinco capítulos Detrás de sus ojos sí es un thriller. Un triángulo amoroso que rezuma peligro y morbo por los todos sus costados. Suspense en la narración. Incluso un poco de miedo. Sin embargo, en el último episodio todo se convierte en algo distinto que sólo puede calificarse de sobrenatural. O delirante. Depende de la credulidad de cada espectador.

Porque de repente el que parece principal protagonista de la historia casi desaparece y la cosa termina de la forma más inesperada. Al igual que le ocurre a los personajes durante los primeros capítulos, tienes que pellizcarte para comprobar que no estás soñando o, mejor dicho, que no vives inserto en una pesadilla abracadabrante. Digamos que el misterio cambia de planeta. La infidelidad y sus consecuencias dejan de importar.

El planteamiento es bastante tramposo para el espectador, porque te han guiado por un camino de verosimilitud que, de súbito, estalla por los aires y te traslada al otro lado de las fronteras de lo real. O, dicho de otra manera, estabas buscando al asesino y de repente tienes que buscarlo en otra dimensión

Al menos para quien esto escribe, se trata de un planteamiento bastante tramposo para el espectador, porque durante cinco episodios te han guiado por un camino de verosimilitud que, de súbito, estalla por los aires y te traslada al otro lado de las fronteras de lo real. O, dicho de otra manera, estabas buscando al asesino y de repente tienes que buscarlo en otra dimensión. El último episodio no es coherente con lo que se contaba hasta ese momento ni con cómo se estaba contando. Sentirte estafado no está de más.

Este giro final es obviamente de lo que todo el mundo habla. Pero la verdad es que esta serie de moda en Netflix es más que una sorpresa final, por grande (y decepcionante) que sea esta última. Lo mejor es sin duda el potencial de unos protagonistas que lo bordan (Eve Hewson, Tom Bateman, Simona Brown y Robert Aramayo). El ritmo de la narración es el adecuado. Algo de lo más conseguido es cómo está filmada, con trazos hiperrealistas y de puro terror, la parte onírica de los primeros capítulos.

Los personajes tienen una abismal profundidad psicológica. Quizás demasiada, de hecho. Todo ello hace que Detrás de sus ojos sea una serie más que entretenida pero con un final que para algunos la convierte en obra maestra y para otros, entre ellos quien esto escribe, la lleva al naufragio.