La Generalitat ha salido al rescate de La Caixa por los terrenos que está previsto que alberguen el mayor centro lúdico y de casinos del sur de Europa, el proyecto denominado Barcelona World que pretende ubicarse entre las localidades tarraconenses de Salou y Vilaseca, muy cerca de Port Aventura. O lo que es lo mismo, Artur Mas se sitúa como garante de los terrenos poniendo el interés público como aval de los intereses privados del presidente de la fundación bancaria de La Caixa. 

Jordi Cases, el socio del Barça que denunció al club por opacidad en el fichaje de Neymar, que terminó por provocar la dimisión de Sandro Rosell como presidente del club catalán, está asesorado por Felipe Izquierdo, viejo conocido de algunos empresarios como Enrique Bañuelos y Luis del Rivero, que ya tuvieron que sufrir en su día sus acometidas en defensa de socios minoritarios. Eso sí, con bastante menos éxito que en el caso de Rosell.

La hipotética convivencia de Eurovegas y BCN World, los dos grandes complejos de ocio y juego proyectados en España, será complicada a ojos de los expertos en el sector, que consideran que no hay suficiente mercado para centros de este tamaño a los que tan sólo separará una hora de avión. Los gurús no descartan que ambos complejos se vean obligados a recortar sus planes de inversión.

El proyecto de Barcelona World, la alternativa que la Generalitat catalana ha encontrado al proyecto de Eurovegas, no contará con financiación bancaria. Xavier Adserá, consejero delegado de Veremonte, el holding que se encarga de promover el macrocomplejo de ocio, aseguró a Vozpópuli que la inversión, estimada en un máximo de 6.000 millones de dólares, será aportada en equity, mayoritariamente por institucionales, aunque a Veremonte se ha comprometido a aportar algo más de 600 millones de dólares.