Investigadores de Boston han desarrollado un nuevo compuesto que penetra en la piel y activa la producción de melanina sin necesidad de radiación ultravioleta. El mecanismo podría servir para desarrollar cremas para broncearse sin los peligros del sol.
Uno no puede evitar mirar al Presidente de Estados Unidos y fijarse en el color anaranjado de su piel que tanto contrasta con la parte que rodea sus ojos, mucho más blanca. Ahora ya sabemos por qué tiene ese tono de piel que tanto le caracteriza, tan diferente al resto de los mortales.