La reina cumple 74 años, pero tiene pocos motivos de celebración. A la delicada situación de su hija y de su yerno Iñaki Urdangarin, a los escarceos del rey en Botsuana y a las desventuras de su nieto Froilán, hay que sumar ahora la demanda presentada por doña Sofía contra la agencia de contactos que la ridiculizó.