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Opinión

Refundar Ciudadanos: la quimera naranja

La formación naranja contó, y todavía cuenta, con un caladero de votos entre los que se identifican como liberales

La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas
La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas Europa Press

A nadie se le escapa que el partido que un día casi atrapó al PP se encuentra hoy en horas bajas. Tras perder varios de sus gobiernos de coalición, su presencia en ejecutivos autonómicos (Murcia, Madrid, Castilla y León, y más recientemente, Andalucía), perdiendo incluso, en algunos casos, su representación parlamentaria, y ante unas encuestas que le sitúan también fuera del Congreso de los Diputados, Ciudadanos ha decidido refundarse.

A priori, lo de "refundación" puede sonar a estrategia de marketing para atender a las presiones internas que demandan cambios, o para recuperar notoriedad en prensa y redes sociales. Bien planteado, puede ser una buena oportunidad para definir una opinión propia sobre temas controvertidos en torno a los que otros partidos no quieren o no pueden permitirse hablar, para poner nuevas cuestiones en la agenda política, para llevar a cabo una defensa de un liberalismo más amplio y, quién sabe, si incluso así recuperar algo del voto perdido.

Pero a la palabra “refundación” en este caso, le sigue la de “liberal”. Ciudadanos pretende así un rearme ideológico que les muestre, a ojos de sus electores y, en especial del votante liberal, que son la única alternativa con posibilidades y que tiene un discurso coherente en defensa de la libertad individual en todas sus esferas.

Ciudadanos nunca fue un partido liberal al uso. No es el FDP en Alemania, Iniciativa Liberal en Portugal, ni siquiera los tories en el Reino Unido. Y no, no basta con formar parte del grupo liberal del Parlamento Europeo o de la alianza mundial Liberal International. Tampoco basta con que algunas de los perfiles que engrosan las filas de las formaciones políticas tengan una trayectoria notable en la defensa del liberalismo. La ideología de líderes y figuras destacadas de los partidos no es baladí pero tampoco determinante. Ello dependerá de la posición de estos líderes y su capacidad para influir en la toma de decisiones y, en especial, en los posicionamientos del partido.

Los partidos, aunque parezca que cada vez es menos cierto, se nutren de ideas. Quizás un tanto inconcretas o incoherentes en algún momento, pero al fin y al cabo, ideas.

Liberalismo y feminismo

Hasta la fecha, lo único que sabemos de la refundación ideológica de Ciudadanos está recogido en el decálogo que compartieron hace unos días en su página web y sus redes sociales. Diez principios prudentes en algunos casos, inconcretos o incoherentes en otros, pero que dejan entrever algunos guiños para conectar con un electorado que poco a poco ha ido dejando de sentirse identificado con los planteamientos y decisiones tomadas por el partido. Quizás uno de estos planteamientos sea el adoptado respecto a las reivindicaciones de cierta parte del movimiento feminista.

¿Un intento por recuperar las tesis que en 2015 les llevaron a proponer la reforma de Ley Integral contra la Violencia de Género y que fueron cediendo a favor de las presiones de la izquierda hegemónica?

El segundo de los diez mandamientos de la refundación, que habla de la igualdad de todos los ciudadanos, añade una referencia sobre el feminismo. En concreto, proclama la negativa a "aceptar interpretaciones divisivas del feminismo, ni de la redistribución ni de la brecha generacional”. Una afirmación ambigua que no deja claro lo que pretende expresar. ¿Un rechazo de la pluralidad de corrientes y posiciones intrínseca al movimiento feminista? ¿Un intento por recuperar las tesis que en 2015 les llevaron a proponer la reforma de Ley Integral contra la Violencia de Género y que fueron cediendo a favor de las presiones de la izquierda hegemónica?

Si bien el primero de los principios del decálogo proclama la protección de la esfera individual y la autonomía de las personas y situaba la libertad como único dogma, el quinto punto recoge una afirmación un tanto peliaguda. A saber, el reconocimiento de los elementos prepolíticos que conforman la nación y la preexistencia de la misma a la formación de nuestra democracia. Todo ello sin especificar de qué elementos se trata o cuál es su importancia y, dejando algunas dudas sobre la posición jerárquica en la que se sitúan esos elementos respecto de los derechos y libertades de los individuos.

Derechos humanos

El séptimo punto del decálogo parece abrir una brecha en la línea políticamente correcta que había asumido la formación naranja en los últimos años, si bien se echa en falta una mayor contundencia. La afirmación que "la mejor manera de proteger el medio ambiente es fomentar el desarrollo económico y la investigación" junto con la mención a cómo "la inestabilidad internacional obliga a dotarnos de los recursos suficientes" deja entrever una tímida crítica a la situación en la que las políticas ecologistas aplicadas hasta el momento nos han dejado. Subordinando la libertad individual ante medidas que, o bien no contaban con respaldo empírico alguno o que nos han dejado a merced de las decisiones de países que no respetan los derechos humanos, el imperio de la ley o la soberanía de Estados independientes.

Lejos de caer en un discurso ingenuo, pues quien esto escribe es consciente de las dinámicas propias de la política que alejan a los legisladores de la realidad cotidiana o de que las purezas ideológicas se terminan cuando los partidos empiezan a ganar notoriedad, votos, y no digamos cuando tocan poder, todas estas cuestiones no pueden ser la excusa a la que aferrarse para renunciar a los principios.

Los principios sirven para dar contenido y desarrollar posicionamientos políticos, sirven de guía y, sobre todo, de línea roja, pero necesitan coherencia y concreción. Son las decisiones concretas y la coherencia entre ellas, y no las declaraciones de principios, las que miden el compromiso de una formación política con unas ideas.

Ciudadanos contó, y todavía cuenta, con un caladero de votos entre los que se identifican como liberales. Según el último barómetro del CIS (julio 2022), el 36,8% de quienes se dicen liberales votarían en unas supuestas elecciones generales a Ciudadanos, frente al 24,6% que lo haría por VOX y el 22% que se decantaría por el PP. De la habilidad de quienes lideran la refundación y de la valentía, coherencia y credibilidad que transmitan al electorado, dependerá que sean capaces de aglutinar un mayor porcentaje.

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  • T
    Tocamelhombro

    Y por supuesto la defensa de la regeneración de las instituciones y la lucha contra la corrupción. Ni Gurtel ni Eres.

  • T
    Tocamelhombro

    Estoy de acuerdo con Tayllerand, en particular en que todavía hay una parte de la población que anhela un partido como fue Cs o Upyd antes de que sus líderes los dinamitaran.
    Pero no hay esperanza próxima. La llamada refundación liberal es tan mala como el artículo, que confunde a conservadores (tories) británicos con los liberales.
    Aun cuando el espacio de Cs es el liberal, entre conservadurismo y socialismo, y defiende la libertad, creo que más que ahondar en cuestiones ideológicas, Cs debería jubilar a sus actuales dirigentes que lo han hundido y volver a lo que les hizo fuertes: su defensa de la libertad frente al nacionalismo y aquello de no ser ni rojos ni azules (que Rivera traicionó para querer ser líder de los azules). Así de sencillo.
    Insistir en el liberalismo además tiene el inconveniente de que en España mucha gente no sitúa el liberalismo en el centro sino en la derecha (liberalismo económico) y así Esperanza Aguirre se llamaba liberal. En EEUU en cambio ser liberal es ser "de izquierdas".

  • T
    Talleyrand

    Ciudadanos empieza a caer cuando Sanchez prefiere repetir elecciones a hacer con ellos un gobierno de coalicion ( no como se dijo en los media por culpa de Rivera). Sanchez luegao se alia con Podemos que no le acaba de quitar el sueño progresista...
    Rivera lo sabe y tras su hundimiento dimite. Se ha enfrentado al Turno Pacifico también llamado PPsoe y ha perdido. Su apuesta fue sobrepasar al PP de Rajoy y sabemos lo que paso en la mocion de censura...Rajoy se deja turnar bebiendo whiskeys en el bar Arahy con el bolso de la vice en el escaño...
    Ciudadanos sigue vivo porque hay muchisimos votantes que jamas votaremos ni al PP ni al Psoe. Votantes huerfanos herederos de upyd ( nunca lo o,videmos) entre la socialdemocracia y el liberalismo, antinacionalistas y sin casos de corrupcion probada.

  • S
    Sin_Perdon

    Creo que para analizar el tema "Ciudadanos" convendría dejarse de tanto analísis político y bajarse al barro de la realidad.
    ¿Porqué surge Cs? Por la dejadez que hacen PSOE y PP del españolismo en Cataluña.
    ¿Como consigue su espectacular subida e implantación en el resto de España? Por la deficiente actuación del Gobierno de M.Rajoy sumado al sucesivo escándalo de casos de corrupción que dicho Partido no pudo o no quiso parar. Aparece por tanto, con sus mensajes de "regeneración", "transparencia", "cambio de modelo",... como el barco al que subirse todos aquellos españoles que advierten la grave degeneración política y social y desean un cambio PROFUNDO y DEFINITIVO de las politicas seguidas hasta entonces por el bipartidismo.
    ¿Porqué Cs sufre un frenazo y un súbito bajón? Por los bandazos que empezó a dar, los continuos incumplimientos de aquellos lemas que le habían aupado a tercer partido nacional y una clara muestra de "insensibilidad" social al hacer más caso a los grandes poderes que a los ciudadanos a los que decía representar. La "jugada" en Murcia, apoyando una moción de censura junto al PSOE de Sánchez ¡DE SANCHEZ!, o como Arrimadas se arrastró para conseguir que Sánchez les dejara apoyar los Presupuestos en lugar de ERC (cosa que, por supuesto, no consiguió), son dos buenos ejemplos.
    ¿Hay futuro para Cs?. Cs está muerto después de las elecciones del 10N, esas que supusieron la renuncia de Rivera y la sucesiva, y continuada, baja de los principales líderes e ideólogos del Partido.
    Cs no ha dejado de bajar, incluso desaparecer, en TODAS y cada una de las elecciones que han habido desde entonces. Su actual representación es testimonial y residual, y solo permanece en el candelero porque la mayoría de medios prefieren dar noticias sobre Cs que sobre el tercer partido de España, al que se le silencia o critica. Cosa que nunca antes había sucedido, ni cuando era Ps, ni curando era Cs. Algo habrá que no nos quieren contar.

    • C
      Clearco

      Otra vez de acuerdo con usted. ;)

      No del todo pues creo que, principalmente, fueron esos "grandes poderes" que cita quienes se cargaron a Cs. Recuerde la demencial campaña que le montaron con que habían sido ellos y no Sanchez, quienes rompieron el pacto del abrazo. Y esa campaña fue la principal causa de la debacle. Por cierto, muy interesante el articulo de Girauta sobre los entresijos de dicho pacto.

      Lo de Murcia (¿donde están los tremendos casos de corrupción murciana?), su derivada madrileña y la ascensión de Ayuso, fueron el fin de Cs. RIP.