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Opinión

Necesitamos una yihad feminista

La ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero junto a Ione Belarra
La ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero junto a Ione Belarra

Hamás ha torpedeado la buena sintonía que se inició entre Israel y varios países árabes tras los acuerdos de Abraham propiciados por Trump: Arabia Saudí ha paralizado las negociaciones para la normalización de las relaciones con los israelíes y Oriente Próximo parece haber vuelto a la casilla de salida. El gobierno iraní —que consideraba esta normalización como “una puñalada a los palestinos”— estará descorchando agua con gas para celebrarlo; no en vano patrocina y entrena a Hamás, Hezbolá y Yihad Islámica Palestina. Hasta ahí, y dentro de la anormalidad de esta guerra que ya dura 75 años, todo normal.

Pero, ¿cómo pudo Hamás violar las defensas israelíes sin oposición? ¿Por qué no se enteraron de nada los servicios secretos? ¿Por qué tardó tanto tiempo en reaccionar su invicto ejército? Incluso se dice que Egipto les había avisado de que algo muy gordo se estaba preparando en Gaza. Netanyahu llevaba meses enfrentándose a protestas masivas por una reforma que socava la independencia de los jueces. ¿Permitió el atentado para que el pueblo dejara de manifestarse contra él y se uniera contra Hamás o es sólo que, como el resto de occidente, los judíos se han amariconado y esto les ha pillado en bragas?

Tratar de entender el galimatías palestino-israelí puede ser una pérdida tiempo, es más productivo calcular qué consecuencias pagaremos nosotros. Europa lleva años enviando a Palestina muchos millones de ayuda al desarrollo, pero Gaza todavía depende de Israel para tener agua y luz. Tras el atentado del pasado 7 de octubre, Hungría propuso cerrar el grifo —valga el juego de palabras—, pero finalmente la UE ha prometido una auditoría para ver si se lo han gastado en vino. Si no han conseguido averiguar qué ha hecho Pedro Sánchez los fondos Next Generation, imagina lo que podrán investigar en uno de los lugares más corruptos y bombardeados del mundo, en el que las oenegés —perejil de todas las salsas— son empresas subsidiarias de los terroristas. Además, probablemente tendrían que empezar por comprobar si parte del dinero no se habrá quedado en los bolsillos eurodiputados y euroaltosfuncionarios. Todos sabemos que la UE no va a hacer nada, excepto seguir mandándoles nuestro dinero.

Si estas diletantes realmente quisieran ayudar, iniciarían la única revolución que queda pendiente: la de la mujer en el mundo musulmán

Si nos dieran a elegir entre vivir en Israel o Palestina, la mayoría elegiríamos Israel, especialmente las mujeres. Ni siquiera las empoderadas Yolanda, Irene e Ione —y no digamos ya la inefable Elizabeth Duval, que no saldría viva de Gaza— soportarían más de dos días en un lugar en el que sólo somos máquinas de parir suicidas. Si estas diletantes realmente quisieran ayudar, iniciarían la única revolución que queda pendiente: la de la mujer en el mundo musulmán. Aunque entiendo que cuando se metieron en política para salvar a la gente, no entraba en sus planes ser asesinadas donde Cristo pegó tres voces —literalmente—; quizá habría que encargar la evangelización feminista a la Comisión de Derechos de las Mujeres e Igualdad de Género de la UE y a los cascos azules de la ONU. Pero nuestras revolucionarias patrias podrían empezar a luchar aquí, y exigir que se condicionen las ayudas sociales a la integración de las mujeres musulmanas. Que sólo puedan acceder a ellas aquellas familias en las que las mujeres sepan leer y escribir, chapurreen español y conozcan sus derechos. Y, para ello, el Estado les enseñará a leer, escribir, hablar español y conocer sus derechos. Y sólo cuando superen un difícil examen, sus familias podrán solicitar ayudas ¿Qué mejor chiringuito para colocar a todas las feministas pelomorado? Además, de paso, dejaríamos de ser destino favorito de los inmigrantes fundamentalistas.

Misoginia musulmana

Tras 75 años de conflicto, se diría que la única solución es que sólo quede uno de los contendientes, y tal vez ese sea ahora el objetivo de Israel: convertir Gaza en un lugar invivible para que los gazatíes se marchen. ¿A dónde? El rey Abdalá II ha dejado claro que ni Egipto ni Jordania acogerán refugiados palestinos. Pero no te preocupes, seguro que la UE pondrá una alfombra roja a todos los que quieran venir a disfrutar de nuestra libertad sin abandonar sus costumbres medievales. Medioevo que nos impondrán cuando sean mayoría o, simplemente, una minoría aupada por la izquierda: sólo tienes que cambiar Bildu por Partido del Profeta. Y mientras esa izquierda feminista grita consignas a favor de la misoginia musulmana, un hombre con un ciclomotor y un kalashnikov siembra el pánico en Bruselas. Pero no lo detienen en el acto, permiten que esté varias horas dando vueltas porque quieren que tengamos miedo. Las FSE no están para protegernos de los invasores, sino para proteger a la élite de nosotros. Si nuestros gobiernos quisieran ayudarnos, nos dejarían defendernos. O, cuando menos, controlarían la inmigración ilegal y expulsarían a todo el que entre en Europa sin permiso y a quien delinca o esté en el radar de la policía por radicalización.

Pero no lo harán.
Harán lo mismo que con el covid: aterrorizarnos y confinarnos en nuestras casas mientras el enemigo se apodera de nuestras calles.

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  • I
    Inglada

    Excelente artículo. Son vividoras de la política.., no hay más sustancia, así que no hay que buscarle la lógica a sus actos mas allá de representar un papel para llenarse los bolsillos. Referente a los buenos y malos en el conflicto, solo una reflexión. Intento recordar en los últimos 30 años y no recuerdo atentados en Europa (que es lo que conocemos mejor y en donde vivimos) realizados por cristianos, budistas, judíos y demás religiones excepto islamistas, que incluso se matan entre ellos (sunitas-chiitas). Si alguien no lo ve claro, que se ponga gafas. Y que la izquierda y demás progresía autodenominada intelectual lo apoye es para hacérselo mirar. Esta "cultura" medieval acabará con nuestras libertades, sobre todo de las mujeres en no más de una generación.

  • L
    Leonidas

    Así es. Supongo que en este dislate de terroristas hay o puede haber de todo. Sin duda los responsables del desastre son los asesinos terroristas, pero el Netanyahu no es trigo limpio. Nada bueno saldrá de aquí porque unos y otros no quieren y occidente con soltar la pasta que nos roban, se creen a salvo. Ellos, claro

  • J
    José

    Me meto en Twitter o X, para ver si ONU Mujeres, tan activa siempre, se ha posicionado, o al menos ha dicho algo del conflicto. NADA. Siguen con sus típicos mensajes como este que copio, literal: "Para alcanzar la igualdad es clave que evolucionen los roles de género y por eso te invitamos a hablar de nuevas masculinidades". En fin, otro organismo, la ONU, creada para evitar guerras, pero que ahora se dedica a las nuevas masculinidades....

  • S
    Susanam

    Los palestinos son siempre víctimas

  • T
    Tony010

    Buenísima columna. Lástima que el feminismo en Occidente se ha convertido en una profesión, más que en una lucha por nada. Es evidente que cuando no existe ni un único país europeo que legalmente discrimine a la mujer por nada, lo único que queda es vivir de la violencia machista, es decir, de las consecuencias de las drogas y el alcoholismo y no se sabe de qué más porque no se permite investigar, no vaya a ser que a las profesionales del tema se les acabe el chollo. Mientras, las tasas de delitos sexuales disparadas como nunca .... todo lo que tocan lo pudren.

  • J
    JaimeRuiz

    Irene Y Ione. Y Elizabeth podría vivir en Irán porque es uno de los países en los que más se cambia el sexo (Chaplin hizo una película, "Un rey en Nueva York" en la que aparecen barbudos con voz de mujer y damas exuberantes con voz de hombre, este bajo tendría un papel lucidísimo en una ópera con ese tema). ¿Y en serio había alternativa al confinamiento? ¿También a las vacunas?

    • R
      Rekaldeberri

      Por supuesto que podrían vivir en Irán, pero no como en la foto que encabeza este artículo.

    • C
      costilladeadan

      Y serían ministras también, ¿no?
      Pues sí había alternativas. En Europa hubo países en los que no se confinó a la gente (En Europa creo que fue Suecia ) y ahí siguen. Y yo misma no me he vacunado y lo mismo: aquí sigo.
      Por cierto, Pfizer acaba de reconocer que uno de los efectos de sus vacunas en adolescentes es la miocarditis.