Opinión

La semana fantástica de Isabel Díaz Ayuso: “Hoy la izquierda está acabada…¡Matadlos!”

Ayuso se ha anotado cinco goles, cinco, en vísperas de comenzar la precampaña para el crucial 28-M: mascarillas, bono social, fin de la huelga sanitaria, imputación socialista y adiós de García Egea. Hay euforia en Sol resumida en un mensaje de whatsap a sus colaboradores: "La izquierda está acabada... ¡Matadlos!"

Ayuso exige a Mónica García que pida "perdón" a Ossorio: "Lo hipócrita es que usted vive a todo trapo"
Isabel Díaz Ayuso y Mónica García en la Asamblea de Madrid Europa Press

En Sol están pletóricos. Isabel Díaz Ayuso culmina una auténtica semana fantástica a menos de quince días de que se disuelva la Asamblea y comience la precampaña para las autonómicas del 28-M, la fecha que está marcada en rojo desde hace meses en la agenda de la presidenta madrileña y en la de su asesor de cabecera, Miguel Ángel Rodríguez, que siempre ha repetido a quien le quiera escuchar que estas elecciones “serán mucho más difíciles” y el verdadero Rubicón para el futuro político de Ayuso.

En las elecciones pasadas, esas en la que Ayuso decidió “activar el botón nuclear” del adelanto electoral que se llevó por delante a Ignacio Aguado en Madrid y a Ciudadanos en la Comunidad, y a Pablo Iglesias ("España me debe una", dijo Ayuso), el votante madrileño no tenía dos papeletas. "Es complicado ahora elegir una de un partido distinto para tu alcalde y otra de Ayuso para la Comunidad", insisten en Sol. Y, sobre todo, no hay un candidato ahora que, como Iglesias, galvanice el rechazo en su contra y movilice a los indecisos.

“Y cualquier resultado que suponga bajar un solo escaño sería aprovechado por los enemigos de la presidenta para venderlo como una ‘amarga victoria”, insisten en el entorno de Ayuso.

Las encuestas que manejan en Génova y los trackings que se hacen en los distintos partidos políticos y en encuestadoras privadas, sin embargo, insisten en que Ayuso tendría mejor resultados ahora que el 4-M y está al borde de la mayoría absoluta. Y aunque desde Sol se cuidan muy mucho de vender euforia –no quieren ningún efecto desmovilizador de aquí al domingo de las elecciones-, no ocultan que la presidenta acaba de vivir una “semana fantástica” que, si se repite, puede consolidar ese triunfo que vaticinan los sondeos.

Ayuso y el fin de la huelga

Ayuso se ha apuntado en estos días cinco tantos de imagen de cara a la precampaña. El fundamental, el final de la huelga sanitaria de atención primaria con un acuerdo con el sindicato Amyts que convierte a los médicos de Madrid en los terceros mejor pagados de España, solo por detrás de Murcia y País Vasco. Aunque desde hace semanas, Sol intentaba minimizar la incidencia de la huelga y rebajaba a menos del 7% el seguimiento, lo cierto es que la Sanidad ha sido el principal –y quizá único- caballo de batalla que hacía mella en la imagen de gestión de Ayuso.

Además, inciden en fuentes cercanas a la presidenta madrileña, “le suponía, se crea o no, un desgaste personal: los gritos de ‘asesina’ en las manifestaciones y los ataques personales le hacían verdadero ‘daño’”. Así que, tras meses de enquistamiento, el Gobierno madrileño ha acabado tirando de talonario y accediendo a una subida lineal que pone fin a un conflicto y que, sobre todo, deja libre de manifestaciones la precampaña y la campaña. En Sol no querían ver a batas blancas persiguiendo los actos de campaña como en su día sufrió Gallardón con el ‘Oso Moroso’ o Esperanza Aguirre con los propios sanitarios.

El segundo gol que se ha anotado Ayuso ha sido el archivo en la Fiscalía Europea de la denuncia contra su hermano por la compra de las mascarillas por parte de la Comunidad en plena pandemia. El organismo europeo ha decidido lo mismo que todas las instancias españolas -Fiscalía Anticorrupción, Cámara de Cuentas, el Tribunal de Contratación Administrativa, la Intervención de la Comunidad de Madrid y la Comisión de Control de Contrataciones regional-: que no hay indicios de delito. Un caso que –sin duda- es poco estético, pero legal.

La oposición –especialmente Más Madrid, que hizo casus belli de las mascarillas- se queda sin su otro gran argumento contra Ayuso junto al sanitario. Y no va por buen camino para encontrar más argumentos, como se verá a continuación.

El tercer tanto a favor de la imagen de la presidenta madrileña ha sido en propia puerta y por la escuadra. Se lo ha automarcado el equipo de Mónica García, médica y madre, y beneficiaria de un bono térmico social para familias numerosas que pretendió arrojar contra Ayuso en la figura de su polémico vicepresidente, Enrique Ossorio“¿dónde están los pobres que no los veo…?”- y acabó convertido en un bumerán.

Un pelotazo que le ha estallado en pleno rostro a la líder de Más Madrid: su marido, un bien remunerado directivo de una multinacional, se beneficiaba del mismo bono social chapuza… que a los españoles nos cuesta 227 millones de euros y que, mal hecho por el Gobierno de Sánchez, favorece legalmente a quien no lo necesita. Como todas las chapuzas de este Ejecutivo- véase el sí es sí que aún sufrimos-, Teresa Ribera promete ahora cambiarlo. Échense a temblar...

Mónica García ha pretendido revertir la situación “reconociendo” el error –si alguien en la Comunidad no hubiera estado avezado en la búsqueda de la información con los apellidos de su marido, nadie nos hubiéramos enterado de que lo cobraba- asegurando que –como la paga que recibió indebidamente hace años mientras estaba de baja y que tuvo que devolver-“no sabía que lo cobraba”. Vamos, que se lo ha dejado botando al equipo de Ayuso.

Y un regalo del PSOE...

El cuarto gol es un regalo del PSOE y del candidato Juan Lobato, incapaz de imponerse y obligar a dimitir a la polémica alcaldesa de Móstoles, Noelia Posse, imputada junto a parte de su equipo por las adjudicaciones de las ITV. Lo que debería haber sido una oportunidad ejemplarizante para demostrar que el PSOE de Lobato es “distinto”, ha sido una muestra más de que los políticos se aferran a su cargo y que dimitir, en España, sigue siendo solo un nombre ruso: la alcaldesa se presentará a la reelección pese a estar imputada y solo dimitirá, dice ahora, si se le abre juicio oral.

Adiós de Teo, fiasco del bono social, archivo de las mascarillas, fin de la huelga sanitaria, imputación de la alcaldesa socialista… Una semana fantástica que hace soñar a Ayuso y a su entorno con la mayoría absoluta el 28-M. "Y encima -dicen en Sol- este sábado la recibe el Papa..."

Y por último, el quinto gol, el que completa la ‘manita’ para felicidad de los cuarteles de campaña de Ayuso que preparan la recta final al 28-M, es un tanto más moral que efectivo: Teo García Egea, el gran enemigo de Ayuso y de MAR, el que se insultó en los wasaps con el asesor regional para exigir que Casado estuviera en el balcón de Génova en la noche del 4-M; el que presumía hace un año en los cenáculos de Madrid de tener un dossier que se iba “a cargar” a la presidenta; el que impedía que Ayuso presidiera el PP de Madrid “por encima de mi cadáver”… renunciaba a su escaño para lanzarse de lleno a las criptomonedas.

El adiós de Teo, el fiasco de Mónica García, el archivo de las mascarillas, el final de la huelga sanitaria, la imputación de la alcaldesa socialista… Una semana fantástica que hace soñar a Ayuso y a su entorno con la mayoría absoluta el 28-M y que confía en que Vox –el único actor que esta semana no se ha marcado un autogol- lo haga el martes con la moción de Tamames. No es de extrañar que, el jueves, el argumentario de Ayuso para su equipo en Sol y en la Asamblea, en forma de mensaje en los grupos de WhatsApp, fuera un descriptivo "Hoy la izquierda está acabada... ¡Matadlos!".

“Y encima –dicen en Sol- este sábado la recibe el Papa...”.  

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