Opinión

La dictadura de Sánchez y la decadencia de España (de la que avisó Alfonso Guerra)

Pedro Sánchez tiene el legislativo dominado con la ‘alianza frankenstein’; el TC tomado al asalto; a los jueces díscolos amenazados y al Código Penal moldeado por los futuros delincuentes... Solo queda recordar el aviso de Guerra: “Cuando una sociedad acepta lo absurdo sin reaccionar, es una sociedad en decadencia…”

Pedro Sánchez no duda en calificar de 'socios progresistas' a ERC y Bildu, independentistas y proetarras EUROPA PRESS

“Gobernar España es muy complicado… salvo si se quiere chapucear. El argumento lo conozco: vamos a sentarnos con ellos y acabarán siendo buenos. Pero, oiga, cabe la posibilidad de sentarse con ellos, acabar siendo malos y que no te hagan caso. Yo le dije esto a Sánchez: debo decir que dejamos de hablar. Bueno, me dejó de hablar él”. Alfredo Pérez Rubalcaba sobre Pedro Sánchez, entrevista de 2016.

No se puede tipificar lo que sucedió en 2017 en Cataluña como un delito desórdenes públicos, aunque luego lo hubiera en las calles. En las instituciones ocurrió otra cosa. Descentralizar políticamente a España le ha venido muy bien a su desarrollo. Centrifugar el poder para enfrentarlo unos a otros no le viene bien. Una cosa es descentralizar y otra centrifugar para pelearnos entre nosotros”. Felipe González ante Pedro Sánchez en Sevilla.

“En España hay una ‘democratura’. Una democracia que es autoritaria; que se vota, y por tanto es democracia, pero para tomar decisiones muy autoritarias. Y está ocurriendo con un Gobierno que no es natural, una alianza que no es natural. Veremos a ver si esto se puede soportar. Cuando una sociedad acepta lo absurdo sin reaccionar, es una sociedad en decadencia… Cuando esto se asume así, la sociedad no va hacia adelante, va hacia atrás”. Alfonso Guerra, entrevista tras ser ‘marginado’ por Pedro Sánchez de los 40 años de la victoria del PSOE.

Pedro Sánchez y el aviso de Rubalcaba

Alfredo Pérez Rubalcaba, Felipe González y Alfonso Guerra deben ser tres conocidos ‘fachas’ según la nueva acepción, por la cual lo es todo aquel que se opone al acelerado desmantelamiento del régimen constitucional del 78 orquestado desde la Moncloa y al dictado de los socios independentistas y filoetarras –digámoslo mientras aún se pueda llamar filoetarras a los filoetarras como Bildu-.

En España hay una ‘democratura’. Una democracia que es autoritaria; que se vota, y por tanto es democracia, pero para tomar decisiones muy autoritarias. Y está ocurriendo con un Gobierno que no es natural, una alianza que no es natural. Veremos a ver si esto se puede soportar"Alfonso Guerra

Rubalcaba tenía calado a Pedro Sánchez y se opuso con todas sus fuerzas a la coalición ‘frankenstein’ –la denominación es suya- que finalmente ha acabado gobernando este país por obra y gracia de Su Sanchidad que, en otro gesto de su talante, dejó de hablar a Rubalcaba. Eso sí, cuando éste murió, fue el primero en sacar a pasear su memoria y a reivindicarse como su heredero.

Felipe González –desde sus 80 años- se lo dijo a la cara en el mitin de Sevilla en el que Pedro Sánchez pretendía capitalizar el histórico triunfo del PSOE en 1982. El mismo Sánchez que pactó y se abrazó con Pablo Iglesias apenas unos meses después de acusar en el Congreso al mismo González de “tener el pasado manchado de cal viva”.

Pero quien más consecuente ha sido con Pedro Sánchez y sus “chapucerías” –Rubalcaba dixit- es el exvicepresidente Alfonso Guerra, marginado y ausente del mitin de Sevilla. Y Guerra tiene muy claro lo que a esta España se le viene encima si no se reacciona a tiempo.

Este viernes negro, Pedro Sánchez ha decidido –como ya presumió- pasar a la historia... negra y precipitar su plan de desmontaje de la España del 78, esa Constitución que permitió la mayoría absoluta del PSOE de González en el 82 apenas siete años después de la muerte del dictador. Y poco más de una semana después de aniquilar el delito de sedición, el Gobierno sanchista enmienda la malversación y toma al asalto el Constitucional de manera exprés a la vez que amenaza a los jueces díscolos con la persecución penal. Una sucesión de acontecimientos que firmarían Kirchner o el mismo peruano Castillo...

Con la sedición aniquilada y la malversación rebajada en favor de los políticos en general y de los independentistas en particular, Pedro Sánchez no solo está permitiendo que Oriol Junqueras sea candidato en 2023: está abriendo la puerta a que –cuando el Govern vuelva a declarar la independencia, que “lo volveremos a hacer”, como ellos mismos dicen- no pueda ser perseguido penalmente y todo quede en una multa. Como mucho. Es lo que tiene entregar, a cambio de un Frente Amplio que le mantiene en Moncloa, la redacción del nuevo Código Penal a los futuros delincuentes.

Y por si hubiera alguna duda de sus intenciones, el Gobierno filtraba con nocturnidad su intención de enmendar el mismo Código Penal una reforma 'sorpresa' para garantizar un vuelco progresista en el Tribunal Constitucional, colocar a su exministro de Justicia –y cerebro de los indultos a la cúpula del Procés- y a una directiva de Moncloa y cambiar de manera urgente las mayorías que permita colocar al frente del TC al fiel Cándido Conde Pumpido, el fiscal general de Zapatero que pedía “mancharse las togas con el polvo del camino” para favorecer la negociación con ETA.

Con el legislativo dominado por Pedro Sánchez con la ‘alianza frankenstein’ que denunciaba Rubalcaba; con el TC tomado al asalto; con la amenaza de perseguir a los jueces díscolos y con el Código Penal moldeado al gusto de los socios independentistas –“lo que sucedió en Cataluña en 2017 no eran desórdenes públicos”, como recuerda González- solo nos queda tras lo vivido este viernes apelar a las palabras de Guerra: “Cuando una sociedad acepta lo absurdo sin reaccionar, es una sociedad en decadencia…”.

Las calles, silenciosas y sometidas estos años pese a la pandemia o la peor crisis económica, volverán a arder al grito de que el PP dará entrada al “fascismo” de Vox en Moncloa. Habrá que ver entonces cómo se comporta el PSOE, pastueño hoy y acobardado ante Pedro Sánchez hasta la sumisión...

El PP de Feijóo sigue confiado en que las urnas harán pagar todos estos desmanes al PSOE en las municipales y autonómicas de mayo, aunque ya hay síntomas de que el impulso del gallego empieza, por lo menos, a ralentizarse y deberá retratarse en la moción que impulsa Vox.  Pero el drama es que incluso un triunfo en mayo, primero, y la llegada al poder de una coalición de PP y Vox en las generales de fin de año puede llegar tarde para España. Si es que finalmente llega...

Arderán las calles si se va Pedro Sánchez

Volver a coser todo lo que Sánchez y sus socios están desgarrando será tarea harto complicada porque no están dispuestos a que se desande el camino. ERC ya avisaba ayer que tras la sedición y la malversación llega la amnistía y el referéndum. Bildu, en boca del filoetarra Arnaldo Otegi, pide “gimnasia revolucionaria” y “salir a la calle” para defender “la república de Euskadi y una Constitución propia” ante la próxima “llegada del fascismo” a la Moncloa.

Las calles, silenciosas y sometidas estos años pese a la pandemia o la peor crisis económica, volverán a arder al grito de que el PP dará entrada al “fascismo” de Vox en Moncloa. Habrá que ver entonces cómo se comporta el PSOE, pastueño hoy y acobardado ante Pedro Sánchez hasta la sumisión mientras se desmantelaba el régimen constitucional a través de la “democratura’ que denuncia Alfonso Guerra. El mismo que dijo, hace 40 años, que a España no la iba a reconocer "ni la madre que la parió". Y que hoy, otro socialista, amenaza con destruir. Pobre España.

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