La delirante investidura del rey del bluf

Vídeo de Tik Tok:

Escena 1

Parte A

En un garaje ultra-cool, aparece en primer plano a la derecha, la parrilla de un flamante Bentley Mulsanne color plata y, a la izquierda, una rubia amuñecada, enfundada en un LBD talla condón. Toda ella destila comodidad en la cosificación y cero ganas de denunciar hombres. La rubia mira a cámara, susurra la palabra “Bentley” con una voz que despierta lo carnal, y acto seguido mira al coche y chasquea con los dedos la B-con-alas que preside el capó, produciendo un sonido embaucador.

Parte B

En un taller con fluorescentes, aparece una señora en chándal con pelo corto a lo Bildu y cuerpo abotijado, agachada al lado de un Seat Panda viejo. Mira a cámara con cachondeíto, dice “Panda” con voz de camionero de Santurce, y después atiza un golpe al logo que hay en el frontal del coche.

Escena 2

Parte A

Zoom a la refulgente parrilla del Bentley. El pulgar de la rubia la recorre, y suena como un arpa. Después, primer plano de una llanta. La mano del pulgar, con sortija de brillantes y manicura francesa, se desliza por ella y, al llegar al logo central, castañuelea uñas sobre él, produciendo un coqueto “tiqui-tiqui-tiqui”.

Parte B

La del chándal va metiendo los dedazos entre los agujeros del frontal del Panda, que tiene algún mosquito de cuerpo presente. Sonido como de arrastrar el zapato por un empedrado. Después aporrea el oxidado tapacubos, sonando como a “toc-toc-toc”.

Escena 3

Parte A

La cámara se aleja. La rubia (pierna pura), de pie, vuelve a susurrar “Bentley”, y abre la puerta de la berlina, escuchándose un chasquido limpio, que evidencia ajustes impecables. Una vez dentro, sentada en el asiento del conductor, mira hacia atrás, sube hombro y parpadea hacia cámara como preguntando “¿nos vamos?”, y enciende el coche, tras lo cual ruge elegantemente el motor V8.

Parte B

La del panda, plantada en medias jarras, guiña un ojo, gruñe “Panda”, y tira de la puerta, que chirría. Ya sentada también, mira con cara de “de aquí no sales vivo”, sonríe con dentadura que pide intervención, gira la llave en el contacto, y suena una canción de Georgie Dann que te roba el ánimo.

Como última escena, la de la rubia acariciando sensualmente el volante de cuero bicolor del Bentley, produciendo un sonido de roce delicioso, y la otra pegando un sobe al volante del Panda a la vez que toca el claxon, para después sacar un par de kleenex usados de la guantera, y acabar estrujándolos y mirando a cámara con guasa y provocación.

Hay ahora en Tik Tok muchos vídeos como este, que parodian el original que hizo en su día la influencer rusa Alla Bruletova para un concesionario de coches, que han hecho del hashtag #Bentleygirl, un fenómeno viral del verano a esta parte. Emulando estas parodias, que muestran con humor el cruel contraste entre la idealidad y la realidad de las cosas, podríamos dedicarle a our beloved goaverno, el siguiente vídeo:

Escena 1

Parte A

Nadia Forradechi enfundada en un mono de cuero color azul bebé, subida a una Kawasaki Ninja H2 Carbon, acariciando la carrocería, guiñando ojo, y diciendo “Jaq´s, no huyas”. Desde lejos, se acerca brincando Yolandaperón, vestida de colegiala, y le pide, mientras hace lo del “tiqui-tiqui-tiqui” sobre la moto, que vayan a ver juntas el horizonte laboral tan chulo que hay ahora en España.

Parte B

La moto aparcada en un taller después del voltio de estas dos. El mecánico mirándolas y diciéndoles que él, entender no entiende, pero que informado anda, y que ha leído que “La OCDE y el FMI coinciden: España será la gran economía de la UE con más inflación en 2024” (Vozpópuli); y que hay un “maquillaje estadístico (del paro) de casi 700.000 personas por medio de los fijos discontinuos; precarización del empleo hasta llevar en meses la duración media de los contratos por debajo de los 40 días; y generación de más de un millón de empleos que no logran llegar a fin de mes. Y, todo ello, en un esquema conjunto que ha llevado a España a tener el mayor paro de toda la UE” (LibreMercado).

Escena 2:

Parte A

Imágenes jolibudienses de la cena de la Cumbre Europea en la Alhambra; Mariabegoña y la Reina compitiendo en esbeltez de brazo y look glamuroso, y Jisperson gozándolo en su papel de anfitrión y fotógrafo amateur de los líderes de la Banda del Poni.

Parte B

La banda reunida y flipando con Spain por varias razones: que Jisperson pretenda venderles al prófugo del que renegaba, como alguien de fiar, sólo porque su vida política dependa de él; que siga gestionando pasta europea un goaverno que quiere perdonar malversaciones; que se use esta pasta para “gasto corriente” a pesar de estar prohibido, y que donde ellos ven terroristas de Hamás, los socios de Jisperson vean víctimas.

Última escena:

Parte A

Visionado de tres machadas socialistas: Bolaños alardeando de que el Soe ha trabajado siempre “por la convivencia y el afecto entre ciudadanos”, y diciendo que celebrar la Hispanidad “garantiza la continuidad de la Corona, una institución central en nuestro sistema político”; Illa asegurando el 😯 que “Ni España ni Cataluña se rompen”, y Jisperson presumiendo de haber “restablecido la convivencia en Cataluña”.

Parte B

Dos manifestaciones (unas 60.000 personas en Madrid y 300.000 en Barcelona, denunciando la amnistía), y una banda sonora: el “Queeee-te-vote-txapoooote” coreado, entre pitadas, este jueves a la llegada de Jisperson al desfile militar.

Y apuntar tres cosas: que Cebrián acaba de escribir en El País que “Sánchez es el presidente que más ha dividido a los españoles”; que Cataluña está peor (La violencia política repunta y hay casi 5.000 empresas que se piraron y que pasan de volver, según El Mundo); y que es patético hacer que defiendes la Monarquía, cuando quieres pactar con gente que la desprecia.

Por terminar:

El vídeo de la rubia es un ejemplo de los vídeos de sonidos ASMR (del inglés, Autonomous Sensory Meridian Response), que pretenden producir una experiencia sensorial placentera, en forma de hormigueo en la piel, a partir de estímulos auditivos y visuales. (De ahí los rasgueos y toqueteos al Bentley).

Para experiencia placentera, la de imaginar que fracasa la investidura de este rey del Bluf que encabeza una banda negacionista de sus propias tropelías, cuyos integrantes venden una imagen falsa de progresía y concordia, y que no alcanzan ni el estatus de parodia de sí mismos, porque carecen de gracia alguna.

En vez de ASMR, producen HMÑR (hastaelmoñismo radical).