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Opinión

Casado acaba de ganar las próximas elecciones

Pablo Casado.

Pintaba mal la moción de censura para el líder del Partido Popular, Pablo Casado. Presentada por Vox para erigirse como alternativa al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, todo el mundo daba por hecho que el PP sólo podía salir trasquilado de esa operación. Pero, curiosamente, la moción de Santiago Abascal ha servido para reforzar al PP y a Casado.

Este jueves 22 de octubre Casado ha ganado las próximas elecciones generales. En realidad, buena parte de la culpa la tiene Abascal, que en vez de presentar una alternativa seria frente a Sánchez, prefirió cargar su discurso de topicazos que lo único que hicieron fue confirmar las peores sospechas sobre Vox. En su lugar, y frente al discurso retrógrado y antieuropeo de Abascal, Casado ha aprovechado este jueves para subrayar todo lo que le diferencia de Vox y ha confirmado que la única alternativa seria y moderada que existe a Sánchez en España es la del PP.

Casado ha decidido ocupar sin complejos el terreno de juego donde se ganan las elecciones, y eso ya no tiene marcha atrás

Además, Casado ha leído magníficamente bien la situación política de España. La deriva iliberal del Gobierno, echado en brazos de Podemos, el radicalismo de Vox y la irrelevancia de Ciudadanos han dejado al PP solo en el centro. Todo para él. Casado ha decidido ocupar sin complejos el terreno de juego donde se ganan las elecciones, y eso ya no tiene marcha atrás.

Apuesta arriesgada

Muchos a priori pensábamos que quizás lo mejor para el PP era abstenerse en esta moción de censura. Visto el discurso antediluviano de Vox, no quedaba otra que aprovechar la tesitura para marcar distancias con Abascal y los suyos, levantando una alternativa de centro que pueda acoger a los millones de votantes del PSOE que están atónitos ante un Sánchez capaz de pactar cualquier cosa con Bildu y los independentistas catalanes y ante un Ciudadanos echado sorprendentemente en brazos del Gobierno.

El discurso de Casado marca un antes y un después. Es una operación valiente y arriesgada. Probablemente le planteará problemas a corto plazo para sacar adelante los presupuestos en varios gobiernos autonómicos, pero es una apuesta decidida y contundente para conquistar un objetivo mayor: La Moncloa.

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