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Ciencia

El tiranosaurio no fue el único dinosaurio carnívoro con brazos diminutos

Tras hallar una nueva especie que comparte los rasgos del tiranosaurio, los investigadores se plantean ahora si los brazos cortos tuvieron alguna ventaja evolutiva.

Recreación del posible aspecto de 'Meraxes gigas.' la nueva especie de brazos cortos. Carlos Papolio

Los tiranosaurios (entre los que se encuentra T. rex) no son el único grupo de dinosaurios carnívoros gigantes con brazos diminutos. Un equipo de investigadores ha descubierto una nueva especie de dinosaurio con brazos desproporcionadamente cortos como el T. rex llamado Meraxes gigas. Los hallazgos, publicados este jueves en la revista Current Biology, indican que T. rex y M. gigas evolucionaron para tener brazos diminutos de forma independiente y los autores piensan que algunas funciones potenciales para los brazos cortos pudieron ser el apareamiento o el apoyo al movimiento.

“El fósil de M. gigas muestra regiones completas del esqueleto nunca antes vistas, como los brazos y las piernas, que nos ayudaron a comprender algunas tendencias evolutivas y la anatomía de los carcarodontosáuridos, el grupo al que pertenece M. gigas”, explica Juan Canale, el líder del proyecto en el Museo Paleontológico Ernesto Bachmann en Neuquén, en Argentina.

Sin relación con el tiranosaurio

Los autores  quieren aclarar en primer lugar que T. rex no obtuvo sus brazos cortos de M. gigas o viceversa. Este último no solo se extinguió casi 20 millones de años antes de que T. rex se convirtiera en una especie, sino que también están muy separados en el árbol evolutivo. “No hay una relación directa entre ambos”, subraya Canale. El experto se inclina por pensar que tener brazos diminutos les dio a los dos dinosaurios algún tipo de ventaja de supervivencia.

Tener brazos diminutos quizá les dio a los dos dinosaurios algún tipo de ventaja de supervivencia

“Estoy convencido de que esos brazos proporcionalmente diminutos tenían algún tipo de función”, asegura. “El esqueleto muestra grandes inserciones musculares y cinturas pectorales completamente desarrolladas, por lo que el brazo tenía músculos fuertes”. Esto significa que los brazos no se encogieron porque eran inútiles para los dinosaurios. La pregunta más difícil es cuáles eran exactamente las funciones.

Otra interpretación de posible aspecto de Meraxes |Jorge A Gonzalez

Cabezas grandes, brazos cortos

A partir de investigaciones anteriores, el grupo estableció que para dinosaurios como M. gigas y T. rex, cuanto más grandes eran sus cabezas, más pequeños se volvían sus brazos. Definitivamente no eran útiles para la caza, ya que "las acciones relacionadas con la depredación probablemente las realizaba la cabeza", argumenta Canale.

En estos dinosaurios, cuanto más grandes eran sus cabezas, más pequeños se volvían sus brazos

“Me inclino a pensar que sus brazos se usaron en otro tipo de actividades”, dice Canale. A partir del registro fósil, el equipo pudo pintar una imagen de la vida de este M. gigas antes de morir. Viviendo en la actual región de la Patagonia norte de Argentina, el dinosaurio tenía 45 años, medía unos 11 metros de largo y pesaba más de cuatro toneladas. Y, tenía una gran familia. “El grupo floreció y alcanzó un pico de diversidad poco antes de extinguirse”, dice Canale. “Es posible que hayan usado los brazos para el comportamiento reproductivo, como sostener a la hembra durante el apareamiento o sostenerse para ponerse de pie después de un descanso o una caída”, agrega Canale.

Imagen de la zona de excavación |Juan I Canale

El equipo también descubrió que el cráneo de M. gigas estaba adornado con crestas, surcos, protuberancias y pequeños cuernos. “Esas ornamentaciones aparecen tarde en el desarrollo cuando los individuos se vuelven adultos”, dice Canale. El grupo cree que las características probablemente se usaron para atraer parejas potenciales. “La selección sexual es una poderosa fuerza evolutiva. Pero dado que no podemos observar directamente su comportamiento, es imposible tener certeza al respecto”, observa Canale.

“El fósil tiene mucha información novedosa y está en excelente forma”, concluye el investigador. Espera explorar otras preguntas que el fósil de M. gigas pueda ayudarlo a responder. "Encontramos el lugar perfecto el primer día de búsqueda, y se encontró M. gigas", dice Canale, "probablemente fue uno de los puntos más emocionantes de mi carrera".

Referencia: New giant carnivorous dinosaur reveals convergent evolutionary trends in theropod arm reduction (Current Biology) DOI 10.1016/j.cub.2022.05.057 

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