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Mémesis

#ShoutYourAbortion: Un grito en defensa del aborto y contra su estigma social

Mujeres y derechos

El aborto como discordia perpetua, como debate sempiterno en la pareja, la familia o el Estado también tiene su contrapunto en redes sociales. Cientos de mujeres han compartido espontáneamente sus experiencias, sus historias de interrupciones de embarazo o la forma en la que estas les han cambiado la vida; un canto a la libertad de expresión y a la de decidir que ha revolucionado el Twitter anglosajón con la etiqueta #ShoutYourAbortion.

[Si no hubiera abortado estaría atada para siempre al hombre que llegaría a violarme durante 5 años en nuestra relación.]

 

El detonante de este movimiento espontáneo ha sido la aprobación por parte de la Cámara de Representantes norteamericana de una nueva ley que prohíbe el aborto a partir de la semana 20 de embarazo, basado en un supuesto consenso científico sobre el dolor fetal y que también endurece las condiciones para ejercer un derecho que cuenta con 40 años de experiencia en el país de las ‘libertades’.

[El aborto es un procedimiento médico no un lodazal moral. Es más peligroso dar a luz que practicar un aborto.]

La llamada HR36 se encuentra en proceso de enmiendas en el Senado a falta también del visto bueno de Obama. Esta última oportunidad para frustrar su aplicación ha excitado y removido la perenne guerra entre abortistas y pro-vida en todos los estamentos sociales, incluído Twitter

https://twitter.com/softmush/status/645694051363110920

[Yo no podría haber dado a ese niño la vida que merecía. No habría sido la madre que quiero ser.]

Este fin de semana volvió a saltar la liebre. En otra maniobra de los conservadores el Congreso aprobó recortar más la financiación del plan nacional para la Planificación Familiar, las herramientas públicas que mejor combaten la raíz del problema. Los republicanos han aprovechado la ocasión para tirar de vísceras, denunciando que la asociación utilizaba los fondos para comerciar con fetos abortados.

[Tenía 20, estaba en la escuela y el anticonceptivo falló. Yo no quise tener el niño. Fue la decisión correcta y nunca lo he lamentado.]

Es en las redes sociales donde el debate se ha vuelto más íntimo y personal. Una oportunidad para supurar todas esas llagas sin cicatrizar. Mujeres que nunca habían hecho pública sus historias cuentan ahora de forma valiente cómo la decisión de abortar les cambió la vida y cómo la sociedad y la opinión pública le ha devuelto solo un estigma. Una forma de desahogarse y normalizar en grupo sus experiencias. Como era de esperar las respuestas no han sido todas positivas. Movimientos pro-vida y antiabortistas se han levantado legítimamente en armas para neutralizar la acción.

[Con la etiqueta #ShoutYourAbortion la gente literalmente está glorificando el hecho de asesinar un bebé creciendo en su interior.]

https://twitter.com/JoshuaThifault/status/646147399006724096

[Dentro de cien años los niños leerán en los libros de historia acerca de una generación que mató a sus hijos, y se reirán de ello.]

[El vientre de una mujer no debe convertirse nunca en una tumba]

Pero lo que ha construido la tendencia y hace fuerte al movimiento son las historias personales que se cuentan en público por primera vez.

[Llevábamos juntos 8 semanas, falló el método anticonceptivo. No estábamos preparados para ser padres. Fue la mejor elección. Ahora llevamos casados 14 años, con 2 hijos.]

Esta liberación se ha propagado y contagiado en Twitter y Facebook entre cientos de mujeres [algunas periodistas famosas] que se han sentido identificadas y liberadas. Basta recordar que al llegar a los 45 años alrededor de la mitad de las mujeres estadounidenses tiene un embarazo no deseado y que en casi una de cada tres acaba en aborto. El 95% de las mujeres que abortan no se arrepienten. Hay historias dormidas suficientes para conmover a un millón de senadores indecisos.

https://twitter.com/thelindywest/status/646022588532047872

[Nunca he entendido lo que significa un aborto "frívolo". Manejar tu propio futuro nunca es frívolo.]

En España el debate tampoco está dormido. El pasado 10 de septiembre el Senado aprobó la reforma de la ley del aborto para impedir que las menores de 16 años puedan interrumpir su embarazo sin el consentimiento paterno. Una ley descafeinada para el PP que ha provocado hasta huidas en la disciplina de voto y que no ha dejado contento a nadie tampoco en la oposición.

[En 1988 un aborto tardío consiguió que una adolescente volviese al instituto, a la carrera, y... a la maternidad.]

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