Mémesis

"¿Reconoces que eres un pederasta?" Una mujer graba la confesión de su padre violador

Romina y su padre biológico

Romina Soledad Cisneros es su nombre real, tiene 35 años y reside en Barcelona. A los 19 abandonó su Buenos Aires natal, se casó con un español e intentó rehacer su vida para borrar del mapa su primer apellido. Una vida marcada a golpe de violación y de abuso paterno en su casa de Olavarría.

Romina reside en Barcelona, es auxiliar veterinaria y adiestradora canina. Una vida aparentemente normal que esconde un secreto que le ha torturado durante toda su vida. Hasta hoy.

La argentina ha publicado en su Facebook un vídeo de su padre biológico confesando todos los abusos a los que fue sometida desde que apenas era un bebé hasta que escapó de su casa con 18 años. Romina se citó con él en un restaurante de Olavarría y le acribilló a preguntas.

 

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El hombre, de 66 años, no deja de comer ni de beber mientras contesta con monosílabos a su hija.  

—¿Reconoces que abusaste de mí durante 18 años?

—Sí

—¿Reconoces que me sacabas de la cama para abusar de mí?

—Sí

—¿Reconoces que sos un pedofilo y pederasta?

—Sí

Romina volvió a Argentina a buscar a su padre y arrancarle la confesión que debería romper con un oscuro pasado. Antes de ello le denunció a la policía española y argentina. Todavía sin consecuencias.

Según ella misma ha declarado volvió porque haber escapado no fue suficiente. La tortura de llevarlo dentro durante tanto tiempo y sin poder hacer nada le ha causado una depresión grave que ha derivado en insuficiencia cardíaca. Ha estado internada varias veces, se ha intentado suicidar siete veces... "El amor de mi marido me salvó",  aseguró en una entrevista al diario argentino Crónica.

Guardó silencio durante tanto tiempo porque su padre siempre le amenazaba con matar a su madre y su hermanastro. Lo que para un adulto es solo una amenaza para ella supuso una barrera infranqueable.

Ella mismo ha confesado que llego a querer a su violador, a sentir justificada su acciones por las amenazas. Un síndrome de Estocolmo del que todavía se recupera.

No solo su padre es responsable de los abusos sexuales, Romina denuncia también que su hermanastro abusó de ella cuando ella tenía 13 años mientras su madre lo ocultaba todo. Para ella Romina solo era la "Loca drodagicta".

—¿Por qué me lo hacías? pregunta Romina a su padre biológico en el vídeo.

—La mente es una basura, responde su padre sin inmutarse.

Romina lleva en tratamiento desde que dejó Buenos Aires. Ha estado en terapia en varios centros de Barcelona y medicada contra un estrés postraumático silente. Quizás, como terapia, quizás como revancha decidió que lo mejor era enfrentarse a sus miedos buscando la confesión de su torturador. Hoy está algo más liberada.

"No digas que tienes una hija, no tienes una hija, no soy nada tuyo" Le dice Romina en otra parte del vídeo.

Romina pertenece hoy a una organización de ayuda a víctimas de abuso llamada "Animate" e intenta hacer vida normal con su nuevo apellido, Balaguer...