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Personajes 2022

Paolo Vasile y la marcha del 'fabricante de millones' de los Berlusconi

Vasile adoptó una estrategia que hizo ganar muchas decenas de millones de euros a sus accionistas. Mediaset España ha sido durante muchos años el grupo de medios de comunicación más rentable de España

El consejero delegado de Mediaset España, Paolo Vasile

Son detalles y cada cual les dará la importancia que considere oportuno, pero el pasado 17 de octubre, cuando se filtró la noticia televisiva del año, Paolo Vasile se encontraba en un quirófano. Le iban a intervenir de algo relacionado con su riñón. En ese momento, el diario El Mundo adelantó la noticia de su salida. A los pocos minutos, más de una decena de medios de comunicación replicaba la información. Su protagonista, en el hospital, con una operación programada, no tuvo en ese momento capacidad de respuesta.

Unos meses antes, los Berlusconi anunciaban su intención de lanzar una Oferta Pública de Adquisición sobre la parte de Mediaset España que no les pertenecía. Querían controlarla a través de su matriz, Media for Europe. La operación no fue todo lo bien que se esperaba y tan sólo una parte de los socios minoritarios aceptó la propuesta.

Mientras tanto, la audiencia de Telecinco caía y su modelo de programación y de negocio parecía dar señales de agotamiento.

Todo esto sucedió en un 2022 ha sido muy relevante en el sector de la televisión convencional. No sólo porque los españoles la hayan consumido menos que nunca desde que en 1992 surgieron las cadenas privadas (190 minutos al día, según Kantar Media), sino porque los primeros ejecutivos de Atresmedia y Mediaset han abandonado sus puestos: Silvio González y Vasile.

Este último llegó a España cuando todavía se pagaba en pesetas -1999- para hacer rentable un negocio que generaba fuertes quebraderos de cabeza en sus departamentos financieros. Era una máquina de quemar dinero y generar pérdidas.

Vasile adoptó una estrategia que hizo ganar muchas decenas de millones de euros a sus accionistas. Sencillamente, Mediaset España ha sido durante muchos años el grupo de medios de comunicación más rentable de España. Eso sí, muchos le acusaron de aplicar el “todo vale” en lo que respecta a los contenidos de sus programas. También desde su competencia. Especialmente, desde que Antena 3 dejó de emitir programas del corazón, con los que también obtuvo pingües beneficios.

La televisión del 'show' eterno

Con Vasile al frente de Mediaset, se organizó una charla-coloquio en el plató del concurso Hotel Glam porque un participante había masturbado a otro en un autobús. Boris Izaguirre se desnudaba en directo cada noche, en Crónicas Marcianas, antes de convertirse en un artistócrata extraoficial.

En esta etapa tan prolija, también se vendió como un hecho de trascendencia planetaria la vuelta a los platós de televisión de Belén Esteban tras su retiro, que nunca se aclaró a qué se debía. Y, por supuesto, con Vasile al mando se erigió un plató en Guadalix de la Sierra en el que ocurrieron todo tipo de situaciones. Alguna, con trascendencia judicial.

En este tiempo, se emitió en Telecinco el Mundial de fútbol que ganó España y las carreras de coches de Fernando Alonso. Los anunciantes apoyaron ese modelo y, pese a que la crisis de 2008 pegó fuerte, durante los años de recuperación económica volvió a generar beneficios. La mitad, viajaba a Italia.

El modelo de Vasile se sustentaba en el férreo control de costes de producción y en la colaboración –y asociación- con una serie de productoras que se han hecho cargo de los puntales de la parrilla de programación durante los últimos años. Desde Unicorn hasta La Fábrica de la Tele.

La duda es si esa planificación se mantendrá a partir de ahora o si el nuevo equipo directivo –encabezado por Alejandro Salem- aplicará cambios profundos para tratar de mejorar la audiencia de Mediaset, que se ha resentido considerablemente en los últimos tiempos.

La Telecinco que viene

El propio Jorge Javier Vázquez llegó a ironizar durante uno de sus programas acerca de la posibilidad de desaparecer de la parrilla de Telecinco de un día para otro. “Me están cerrando las puertas de Mediaset”, afirmó. Unas semanas antes, había renovado su contrato de presentador, pero todo puede pasar en esta nueva etapa.

Hasta ahora, Vasile ‘acaudillaba’ este grupo de comunicación y era, con diferencia, la figura que más destacaba en su planta noble. A partir de enero, el poder se repartirá entre Salem, Massimo Mussolino y Borja Prado.

Este último empresario será el que se ejerza a partir de ahora de interlocutor entre los Berlusconi y el Gobierno de España, algo que no es baladí en un momento histórico en el que las licencias de televisión se han devaluado –como consecuencia del surgimiento de alternativas audiovisuales- y en el que los ingresos publicitarios cada vez son más difíciles de obtener. ¿Intensificará todo esto el toma y daca que se ha vivido históricamente entre las partes?

Sea como sea, Vasile dejará de ser consejero delegado de Mediaset España en el momento en el que finalicen las campanadas de año nuevo. Oficialmente, el ciclo finalizará por voluntad del ejecutivo, aunque durante los últimos meses se han leído todo tipo de informaciones sobre los motivos de su salida. Porque hay quien la atribuye al descontento de los Berlusconi con los resultados obtenidos durante la última parte de su mandato (desde luego, no se puede señalar a los económicos, que son buenos).

Hay quien se niega aceptar la evidencia porque lo exitoso le parece burdo o improcedente, pero lo cierto es que Vasile aplicó en España un modelo que atrajo a la audiencia con los Sálvame, Gran Hermano, Crónicas Marcianas, Supervivientes, La Isla de las Tentaciones y derivados. Generó tantos beneficios para su empresa que incluso Berlusconi lo mantuvo cuando altos cargos del PSOE pidieron su cabeza por cuestionar la estrategia mediática del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

El ejecutivo ha ganado unos cuantos millones de euros en su puesto y, según El Confidencial, se llevará en el zurrón otros 6 como recompensa por su jubilación. Será una mínima parte de lo que ha trasladado hasta la cuenta donde Fininvest –los Berlusconi- al final de cada ejercicio. Han sido multimillonarios.  

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