Jaime Peñafiel: "Si don Juan Carlos muere en el exilio, a Felipe le maldecirá la opinión pública"

La reina Letizia no se persignó el pasado 25 de julio en la catedral de Santiago de Compostela y eso generó la enésima polémica relacionada con la Familia Real. Esta vez, el escándalo fue de baja intensidad, pero desató comentarios tan afilados que serían capaces de cortar por la mitad una viga de hierro.

El periodista más crítico al respecto fue Jaime Peñafiel, quien nunca ha ocultado la antipatía que siente por la esposa de Felipe VI. En esta entrevista, conversa sobre algunos de los puntos más flacos de la monarquía española. También habla de periodismo, de personajes del corazón y de la España "vulgar" de nuestros días.

Pregunta: Doña Letizia. Catedral de Santiago de Compostela. 25 de julio. Todos se persignan. Ella, no…

Respuesta: Ya dijo Enrique de Borbón que “París bien vale una misa”. Yo le diría a Letizia que la vida que lleva bien vale una misa. Quizás si reflexionara sobre eso no cometería esas faltas de respeto.

P: Falta de respeto…

R: Y el culpable es Felipe, que no tiene el valor de decirle a su mujer que no se ande con tonterías ni se comporte de esa forma. ¡Es una provocación!

P: Si no es católica…

R: Mira, yo recuerdo que, antes de casarse, un cardenal… no recuerdo el nombre…, le hizo una pregunta muy pertinente relacionada con el motivo por el que se casó primero por lo civil, pero con Felipe lo iba a hacer por lo católico. ¿Sabes qué respondió?

P: ¿Qué?

R: Ella respondió: 'porque con Felipe vi la luz'.

P: ¿Lo dijo?

R: Lo dijo. ¿Qué tipo de luz era esa? ¿Y qué pasa? ¿Que se ha apagado de repente? No lo entiendo. Ni a ella, ni a Felipe.

P: ¿La labor de representación también incluye la obligación de persignarse?

R: La gente siempre dice que me meto mucho con Letizia. ¡Lo que pasa es que ella da motivos para hacerlo! Una reina tiene que ser independiente y respetuosa, pero ella a veces saca los pies del tiesto y comete errores. Lo de la Catedral de Santiago es una falta de respeto… Una falta de respeto enorme, porque, mientras evitaba persignarse, miraba a Felipe y a sus hijas, como queriendo que se apreciara mejor su gesto.

P: No olvidemos el 'desaire' de la Catedral de Palma…

R: El del Domingo de Resurrección. Aquello fue una ofensa pública, verbal y gesticular, a la Reina Sofía, que simplemente quería hacerse una foto con su nieta. Si es que Letizia no tiene al lado una persona que le diga que no meta la pata. Ella no se da cuenta, pero con esas acciones la institución monárquica se ve cuestionada por los españoles.

Letizia no tiene al lado una persona que le diga que no meta la pata. Ella no se da cuenta, pero con esas acciones la institución monárquica se ve cuestionada por los españoles.

P: Hay quien ha defendido que, si no es católica, lo lógico es que no se santigüe…

R: Esa gente no tiene ninguna dignidad ni vergüenza. Dicen que Letizia estaba en su derecho… ¡Niego la mayor! La vida que lleva bien vale una misa.

P: “Letizia ha destruido a la Familia Real”. Lo dijo usted…

R: Y lo mantengo. Mira, Felipe sólo quiere y respeta a su madre; su padre no quiere hablar con él, la nuera no quiere ni a la suegra ni las cuñadas; y las cuñadas no quieren a Letizia. ¡No se quieren entre ellos!

P: ¿Pero de todo eso tiene la culpa Letizia?

R: Letizia ha sido una mala elección por parte de Felipe… ¡Una malísima elección! Mira, Letizia debe ser muy violenta en las discusiones y Felipe es un hombre pacífico… un pobre hombre. Entonces, él aguanta, aguanta y aguanta como mal menor. Eso deriva en gestos gratuitos y absurdos como el de la catedral de Santiago.

Letizia debe ser muy violenta en las discusiones y Felipe es un hombre pacífico… un pobre hombre. Entonces, él aguanta, aguanta y aguanta como mal menor

P: Pero, reitero, ¿y si no cree en el rito católico?

R: Si ella es agnóstica, que no vaya a la ceremonia religiosa, pero que no haga eso en público.

P: Una pregunta cortita y al pie. ¿Fue un error el viaje a Sangenjo de don Juan Carlos?

R: No, rotundamente no. Lo que fue un error es la reacción de Felipe. ¿Tú sabes que cuando volvió Juan Carlos de Sangenjo, Felipe le preparó una encerrona de cuatro horas en el despacho de Zarzuela? Mis informadores del lugar me dicen que las voces se escuchaban desde el otro lado de la puerta. Felipe le dijo a Juan Carlos que se quería dirigir a él como jefe de Estado y Juan Carlos respondió: '¿qué coño me hablas como jefe de Estado? Yo soy tu padre y me debes un respeto'. ¿Por qué no le dice lo mismo a Letizia? Es decir, ¿por qué no le ordena, como jefe de Estado, que no vuelva a hacer esas cosas en público?

P: Ah… la monarquía…

R: Yo no soy conservador ni mucho menos. Cada vez soy más republicano, pero no comparto lo que hizo Letizia en Santiago. Es una falta de respeto. Mira, esa catedral ha tenido muy mala suerte. Ahí fue cuando Juan Carlos tuvo el primer mal gesto público con doña Sofía. Ahí el emérito se desequilibró y la reina intentó ayudarle. Le respondió como un manotazo. Fue otro gesto gratuito, como el de Letizia. Eso vulgariza la Institución.

P: Parece que antes las monarquías lavaban los trapos sucios dentro de casa…

R: Hay una famosa frase de la reina Isabel que es muy cierta. Decía: 'nunca delante del servicio'. Así tiene que ser.

P: La reina Isabel. La última monarca…

R: El rey Faruq de Egipto estaba en una boda un tiempo después de ser derrocado. Se le veía alegre y, entonces, alguien le preguntó: 'oiga, pero usted, que acaba de ser depuesto, ¿por qué está tan feliz?'. ¿Sabes qué respondió?

P: Sorpréndame…

R: Que dentro de unos años tan sólo iban a quedar cinco reyes: los cuatro de la baraja y la reina de Inglaterra (ríe). ¿Respondo con eso a tu pregunta? Esa mujer cumplirá 101 años siendo reina. No abdicará nunca, con una enorme dignidad. Allí la respetan… aquí nadie respeta ya a Felipe porque no se hace respetar. Le hemos visto hace poco en un tren de tercera, con las piernas encogidas. Se lo había mandado su jefe, Sánchez. Era humillante verle ahí como un pobre hombre.

P: ¿Pero cree que España está preparada por una república?

R: Yo no soy monárquico, pero si tuviera que elegir entre una república presidida por un tipejo como Sánchez y una monarquía abanderada por un pobre hombre como Felipe… me quedo con la monarquía como mal menor.

Yo no soy monárquico, pero si tuviera que elegir entre una república presidida por un tipejo como Sánchez y una monarquía abanderada por un pobre hombre como Felipe… me quedo con la monarquía como mal menor.

P: No hemos hablado todavía de Abu Dabi…

R: Ahí me tocas la fibra sensible. Felipe ha demostrado ser un mal hijo. Es el único caso en la historia de la humanidad en la que un hijo echa a su padre de casa. Ha ido contra el artículo 19 de la Constitución, el que garantiza a sus ciudadanos que elijan su residencia libremente en el territorio nacional. Le faltaron cojones para decírselo a su padre, además. Se escudó en Jaime Alfonsín, que fue quien le dijo a don Juan Carlos aquello de: 'en nombre de la vicepresidenta del Gobierno, debe abandonar esta casa y este país'. Te digo una cosa, ¿eh? Si don Juan Carlos muere en el exilio, a Felipe le maldecirá la opinión pública para el resto de su vida.

P: Estos días veía las imágenes del 30 aniversario de los Juegos Olímpicos de Barcelona. Daba la impresión de que éramos otra cosa…

R: España se ha convertido en un país vulgar. Yo recuerdo que Pepe Rubianes dijo aquello de: 'me cago en la puta España'. Lo cierto es que nos hemos vulgarizado; no porque se haya dejado de respetar a la monarquía -que no se hace respetar-, sino porque es un país en decadencia. Mira la prensa… ¡qué cortesana es! ¿Pero has visto la reacción de tantos y tantos con Letizia estos días? En fin, mal panorama.

P: Usted no se corta. Escribió el otro día contra Zelenski…

R: Este hombre fue un actor y parece que le gustan las videoconferencias para darse fama o algo. Está llamando a la guerra cuando lo que hay que hacer es pactar. Lo que no puede David es luchar contra Goliat. Mira, al final Zelenski, tras miles de muertos, acabará exiliado en uno de los países que le apoyan.

P: Han posado para la revista Vogue él y su mujer…

R: Es una frivolidad. ¿Pero no ves cada vez que hay una videoconferencia? Siempre dice lo mismo. ¿Y quiénes apoyan esa guerra… qué quieren? Eso nos está perjudicando a todos. A los primeros, a los ucranianos.

P: Acabemos: ¿qué echa de menos de la prensa del corazón de aquellos maravillosos años?

R: El ¡Hola! de entonces no tiene que ver nada con el actual. Ahora es pura vulgaridad: la Belén Esteban de los cojones, Ana Obregón… refleja la España real. La puta España.

P: Qué tiempos aquellos, ¿no?

R: Ahora es eso: gente contando sus miserias. ¿A quién le interesa eso? Todo eso es el síntoma de un país que actualmente es muy vulgar.