Publicado: 09/01/2024 18:30
Actualizado: 09/01/2024 19:44
Los disturbios en una centenaria sinagoga del barrio neoyorquino de Brooklyn han dejado algunas de las imágenes más sonadas de la jornada. Ha ocurrido en la sede mundial de la comunidad judía de Jabad-Lubavitch, cuando un grupo de operarios ha acudido al lugar para cerrar un túnel abierto de manera ilegal por los devotos más jóvenes cuyo uso es aún un misterio. Medios locales como el New York Post apuntan, sin embargo, a que conectaba el templo con un mikvah -un baño ritual- de mujeres en desuso.
El choque entre los creyentes y las autoridades ha corrido en las redes como la pólvora, que se han llenado de vídeos de algunos de los miembros de la comunidad, la mayoría adolescentes o de unos 20 años, que comenzaron a derribar los bancos de madera del centro y los paneles de madera que escondían la entrada al pasadizo ante los intentos de un reducido grupo de policías de contener su ira.
Sin que aún se haya esclarecido el motivo o el uso definitivo del túnel, la policía ha detenido a 12 personas a raíz de esta polémica, todos parte de este grupo de jóvenes.
Los responsables de la mikvah femenina, por su parte, aseguran que los túneles no conectaban con sus baños, sino con una mikvah masculina próxima a la sinagoga.
Desde el templo se desvinculan completamente de la acción de los jóvenes, a los que tildan de "extremistas". Cuando se descubrió el túnel en diciembre al reportar los vecinos del barrio ruidos sospechosos bajo sus casas, los rabinos ordenaron sellarlo. Sin embargo, cuando anoche los obreros se presentaron para poner fin al misterioso pasadizo, sus jóvenes autores les cerraron el paso, entraron en él y comenzaron el motín.
En uno de los vídeos difundidos en Twitter (ahora X) se ve a un ortodoxo emerger de este mismo a través de una de las rejas del alcantarillado de la calle y huir.
En los túneles, cuya excavación habría comenzado hace meses, han aparecido todo tipo de objetos. Desde material para continuar excavando hasta botellas o ropa. El descubrimiento más inusual, sin embargo, es el de colchones, algunos de ellos manchados con lo que los medios especulan que podría ser sangre.
El templo, un espacio en disputa entre los rabinos y los "extremistas"
El Daily Mail reporta que el espacio ha sido núcleo de las disputas entre los rabinos y este ala "extremista" que ha protagonizado una guerra abierta contra la propia sinagoga y la policía. Uno de los portavoces del movimiento Chabad Lubavitch que acoge el templo, el rabino Motti Seligson, explicó en un comunicado en Twitter que desde la institución trataron de afrontar estos choques con los "estudiantes extremistas" por la propiedad del espacio a través de los tribunales, pero el proceso se ha alargado con los años sin que el conflicto se solucione.
Un medio de noticias vinculado a esta comunidad judía ha difundido que los 'extremistas' serían "meshichistas", una rama que cree que el rabino Menajem Mendel Schneerson es el mesías. Además, el medio, Jabad-Lubavitch Col Live, apunta a que el grupo procede "en su mayoría de Israel" -sin que esta información haya sido aún confirmada-.
El rabino de la sinagoga, Yosef Braun, ha condenado también la acción de este grupo, al que ha acusado de acudir allí "preparado para destruir los muros sagrados".
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Esta basura va a acabar con Israel, con la ayuda de Hamas, naturalmente. Los ultraortodoxos no trabajan y viven de los servicios sociales y se reproducen como conejos, pero pueden votar y sus votos han apoyado al amoral Netanyahu. Netanyahu ha conducido a su país a una situación extrema de polarización, ha intentado controlar los tribunales y Hamas ha aprovechado la situación de debilidad para atacar y de paso intentar acabar con el acercamiento de varios países árabes a Israel.