El terrorismo hace estragos: 1.651 muertes más que en 2022 pese a disminuir un 23% los atentados

Los atentados y víctimas terroristas han ido descendiendo los últimos años, pero parece que el pasado 2023 el terrorismo se ha intensificado y ha hecho grandes estragos. Los ataques disminuyeron un 23% frente a 2022; sin embargo, provocaron 8.352 muertes, 1.651 fallecimientos más, de acuerdo con los datos del último Índice Global del Terrorismo (IGT) realizado por el Instituto de Economía y Paz. Esta cifra supone el nivel más alto de muertes desde 2017, aunque sigue sin superar el pico del 2015 -casi un 25% más que en 2023-.

El Estado Islámico (EI) y sus afiliados -Provincia de Khorasan (EIK), Estado Islámico - Provincia de Sinai (EIS), Estado Islámico – Sahel and Estados Islámicos del África Occidental (EIAO)- vuelven a ser la organización terrorista por noveno año consecutivo que más atentados ha protagonizado. No obstante, su impacto ha ido decayendo. El anterior año, fueron los culpables de 1.636 fallecimientos, un 17% menos que en 2022 y representando la cifra más baja desde 2014. También han reducido los países atacados: 20 en 2023 frente a 30 en 2020.

El número de atentados no es el único dato que ha decrecido, también ha habido menos países que sufrieran incidentes terroristas. 41 en 2023, frente a 44 en 2022 y 57 en 2015. El mayor ataque terrorista del pasado año fue el atentado en Gaza por Hamás. No obstante, Israel no es el país que donde más ha impactado el terrorismo, sino Burkina Faso, quitándole el primer puesto por primera vez a Iraq o Afganistán.

7 de octubre: Hamás protagoniza el mayor ataque terrorista de 2023

El ataque protagonizado por Hamás el 7 de octubre de 2023 supone el mayor atentado del pasado año con 1.200 muertes. El atentado ha provocado que el conflicto palestino-israelí, con origen décadas atrás, escalase fuertemente y acaparase el foco mediático a nivel mundial. La respuesta militar de Israel también ha ocasionado grandes daños, especialmente en la Franja de Gaza. Según el IGT, hasta febrero de 2024 el Ejército israelí es el responsable de la muerte de 25.000 palestinos.

En todo el año anterior hubo 1.210 muertes por terrorismo y desde 2007, el índice contabiliza 1.312 fallecimientos. Estas cifras reflejan perfectamente el gran impacto que tuvo el atentado de Hamás en Israel, representando las muertes del bombardeo del 7 de octubre el 91,46% de las víctimas totales por terrorismo en el país. Además de los fallecimientos, hay que tener en cuenta las 4.537 personas que fueron heridas y los 250 secuestros, de los que se estiman que 132 siguen retenidos en Gaza.

Según el IGT, este ataque de Hamás es el que más daño ha generado desde el inicio del Índice (hace once años) y desde el atentado del 11-S a las Torres Gemelas. Asimismo, es uno de los mayores ataques de la historia, siendo uno de los cuatro atentados que han dejado más de 1.000 fallecimientos.

La gran huella del bombardeo en la Franja de Gaza resalta al compararlo con otros grandes ataques del 2023. El siguiente en la lista tiene lugar en Níger, en la provincia de Tillabéri, el 16 de noviembre organizado por Jama'at Nasr al-Islam wal Muslimin (JNIM) -o Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes-, en donde 200 personas murieron. Y el tercero, con 89 víctimas, fue llevado por separatistas y nacionalistas en Siria el 5 de octubre.

Por otro lado, el atentado en Gaza ha incrementado la tensión política en Europa, así como la amenaza de terrorismo en el continente. Más allá de una diversidad de apoyos hacia el pueblo palestino o el israelí, varios ataques a instituciones judías encendieron la alarma.

Las regiones donde más impacto ha generado el terrorismo

De acuerdo con el ranking elaborado por el Índice Global de Terrorismo, las regiones que más sufren el terrorismo son el África sub-Sahariana, el Oriente Medio y el norte de África, y el sur de Asia. Los tres territorios suponen el 94% de las muertes por terrorismo y solo la zona sub-Sahariana representa el 59% del total.

Burkina Faso lidera la lista con 2.000 muertes en 258 ataques, suponiendo casi un cuarto de los fallecimientos totales. En 2023, aunque los incidentes bajaran un 17%, las muertes aumentaron un 68%. El impacto del terrorismo es tanto en este país que incluso sus vecinos se ven afectados: Níger y Mali, quienes se encuentran en el número diez y tres de la lista, respectivamente.

El terrorismo ha ido aumentando en el país líder del ranking. En el 2011 se posicionó en el número 114 en la lista del IGT y en el 2017 ascendió hasta la séptima posición. Las víctimas terroristas han ido aumentando desde 2014, año en el que no se registró ninguna muerte por esta causa. Desde 2007 el Índice ha registrado 5.422 muertes, por lo que las víctimas del pasado 2023 representan el 36,88% del total.

El conflicto palestino-israelí deja mella y posiciona a Israel como el segundo país con mayor impacto terrorista -asciende 24 puestos-. Pakistán -con el mayor número de atentados en 2023: 490 de los 3.350 que ocurrieron-, Siria, Afganistán, Somalia, Nigeria y Myanmar completan el top diez.

El epicentro del terrorismo ha ido trasladándose de Oriente Medio al centro de Sahel, en el sub-Sahara. En este territorio hubo 4.000 muertes por terrorismo en 2023, poco menos de la mitad del total -un 47%-. En los últimos quince años los fallecimientos aumentaron un 2.860% y los ataques un 1.266%.

En esta línea, los países dónde más ha crecido el terrorismo es en Angola -que escala 48 posiciones hasta la 43ª-, Kosovo (+28), Israel, Uganda (+22) y China (+21). En el otro lado de la moneda, el terrorismo ha perdido presencia especialmente en Tayikistán - que desciende 16 puestos hasta el 69-, Ecuador (-14) y Venezuela (-13). No obstante, desde 2007, las mayores caídas de este tipo de actos violentos han ocurrido en Iraq, Afganistán y Nigeria.

De hecho, Afganistán e Iraq comienzan a ver mejoras tras varias décadas siendo las mayores víctimas del terrorismo. Por su parte, Iraq ha salido del top diez por primera vez, bajando cinco posiciones hasta la número once. En 2023, hubo menos de cien muertes por terrorismo. Frente a 2007 -la mayor cifra registrada-, los ataques han descendido un 90% y las muertes un 99%. Aunque Afganistán se mantenga dentro de los diez países que más sufren el terrorismo (el número seis), los fallecimientos han bajado un 84% y los ataques un 75%.

Las tendencias en el terrorismo: menos ataques, pero más letales

El aumento de muertes pese a la disminución de ataques se traduce en una intensificación del terrorismo: atentados más concentrados y letales. Ha habido menos ataques y por menos grupos, pero creando un mayor impacto.

Respecto a grupos terroristas, se observa un decrecimiento en los últimos quince años. 66 organizaciones protagonizaron al menos un ataque en 2023, frente a los 141 que estuvieron activos en 2009. A pesar de esta reducción, la tasa de letalidad en los ataques terroristas ha aumentado, siendo el mayor nivel desde 2015: 2,5 fatalidades por ataque el pasado año, en comparación al 1,6 de 2022.

Años antes del 2023, las tendencias apuntaban a una estabilidad o un descenso de los atentados terroristas, con una notoria bajada entre 2015 y 2019 y ataques menores los años posteriores. Sin embargo, este año el mundo ha sufrido el mayor impacto por terrorismo desde la creación del Índice Global en 2012.

Cabe mencionar que el IGT no cuenta como ataque terrorista actos de represión o violencia ejercidos por el Estado y entidades relacionadas con este. Es por esto que, debido a su ascenso al poder, los ataques cometidos por los Talibanes en Afganistán no están incluidos en el estudio.

El 90% de los ataques y el 98% de las muertes se han dado en territorios en conflicto armado, tal y como ha ocurrido con los diez países más afectados por el terrorismo en 2022. La tasa de letalidad entre países en guerra y en 'paz' es lejana: 2,7 fatalidades en incidentes en países en conflicto, en comparación con un 0,48.

Por su parte, el Oeste experimenta la mayor bajada del terrorismo en los últimos quince años. De los más de 3.000 atentados, solo 23 tuvieron lugar en este lado del globo terráqueo -un 55% menos que en 2022-. De estos 23, dieciséis ocurrieron en Estados Unidos -el resto en otros cinco países-. Las muertes bajaron un 22% -21 fatalidades- y sólo hubo en la región norteamericana y en Bélgica. Sin embargo, las múltiples elecciones que van a tener lugar este 2024 podrían incrementar la violencia política y, consecuentemente, los atentados terroristas con estos tintes.

Según explica el Instituto de Economía y Paz en su IGT, el terrorismo no se ve motivado por las mismas razones en todos los países. Estos actos violentos en las regiones miembro de la OCDE se ven influenciados por factores socio-económicos como el desempleo juvenil, los gastos militares, la falta de confianza en la prensa y una menor esperanza de vida a causa de la desigualdad. El terrorismo en países fuera de la OCDE guarda más relación con la historia de violencia y conflicto interno, así como la fricción con territorios vecinos y la corrupción de los políticos y las empresas.

Pese a estos alarmantes datos, el terrorismo no es el acto de violencia que más muertes deja en el mundo. El conflicto armado resulta en nueve veces más fatalidades, 45 veces más homicidios y una tasa de suicidio 72 veces mayor.