España

Las imágenes en las calles tras el 9-M ponen en riesgo la campaña turística de verano

Los epidemiólogos advierten de que un aumento de la incidencia puede llevar a restricciones al turismo por parte de terceros países que pueden afectar también nuestra economía

El fin del estado de alarma y la desigual consideración de los jueces sobre la aprobación de restricciones a derechos fundamentales ha sumido al país en un caos legal perfectamente representado en las imágenes de la madrugada del domingo. Si el aumento de contagios y de incidencia tras estos días parece evidente, hay un aspecto que no ha sido tan comentado: el económico.

Los especialistas en Salud Pública avisan de un efecto colateral que puede tener la subida de contagios, además de un aumento de hospitalizados e ingresos en UCI, el freno a la campaña turística de verano en España.

Jeffrey Lazarus, uno de los principales investigadores del Institute for Global Health en Barcelona, señala: "Hemos visto a gente celebrando el sábado noche como si se hubiera terminado la pandemia. Reino Unido ya ha pedido a sus ciudadanos que no viajen a España. Está claro que una mala incidencia de casos va a animar a los países a poner más restricciones para viajar a España".

De hecho, a día de hoy, los ciudadanos británicos que quieran viajar a España deberán hacerse una PCR para volver y pasar una cuarentena de diez días en sus domicilios. Esto ocurre porque nuestro país se encuentra en el grupo de color ámbar, donde no se recomienda viajar por la situación epidemiológica. Hay que tener en cuenta que nuestra principal fuente ingresos turísticos en verano viene de los británicos.

Los segundo que más dinero gastan en España son los alemanes, un país que ahora mismo no recomienda viajar a 12 comunidades autónomas. Por el momento, solo Galicia, Comunidad Valenciana, Murcia y Baleares tienen el beneplácito del Gobierno alemán y siempre por "razones justificadas".

Este especialista manifiesta que España ha desescalado, una vez más, demasiado rápido. "En Reino Unido había un número de casos muchísimo más bajo. En cambio, la incidencia ahora en España ronda los 200 casos por 100.000 habitantes y un 6% de positividad, mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) pone la señal de riesgo con una positividad por encima del 5%".

Más allá de los datos epidemiológicos, el ascua a la que se agarra el Gobierno es la vacunación. Sin embargo, también en este punto nos precipitamos si nos comparamos con países como Reino Unido, que apenas ha abierto los bares hace escasas semanas con un 50% de vacunados, mientras que España no llega al 30% de ciudadanos con una dosis.

"La economía española necesita turistas. Si Reino Unido y los países nórdicos tienen restricciones para venir a nuestro país incluso antes de conocer las consecuencias de la 'fiesta postestado de alarma', todo apunta a que seguirán con peores datos, se avecina otro mal año. Estamos perjudicando a la campaña turística de verano", explica Lazarus.

Campaña turística equivocada

Este investigador cree que España ha optado por un turismo equivocado al abrir lo antes posible, en vez de aguantar con restricciones hasta junio para poder tener una campaña de verano completa. "El mensaje que habría que lanzar es 'ven a España, te vamos a cuidar, te hacemos un test cuando quieras, y otro para cuando te vayas por tu seguridad'. Ese mensaje diría al mundo que somos un país seguro, y no un país peligroso como se vio este fin de semana. Con los impuestos de una noche de hotel se puede comprar un test de antígenos", continúa.

Para Lazarus, "nuestros políticos tienen una mentalidad cortoplacista. Lo que necesitamos es un turismo de extranjeros. Dos comunidades autónomas que han aprendido eso son Baleares y Canarias. Tienen restricciones más duras. Ellos saben que tienen que bajar los casos casi a cero para ser un puente verde y hacer turismo".

Consecuencias económicas

Reino Unido es un país clave para el turismo en España. Históricamente ocupa el primer puesto como emisor de visitantes a nuestro país, con 18 millones de personas en 2019. Sin embargo, con la covid, la UE ha restringido los viajes no esenciales de pasajeros procedentes de terceros países, entre los que se encuentra Reino Unido tras el Brexit.

En algunos destinos vacacionales como Mallorca o la Comunidad Valenciana, el turista británico llega a representar el 20% y el 40% de la cuota total de mercado, respectivamente. Por eso, la mayoría de los hoteles de estos destinos no ha reabierto todavía y tiene la esperanza de poder hacerlo en junio, cuando se permita la entrada a estos viajeros, lo que agrava aún más la situación.

La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha asegurado este lunes que el Gobierno español está ejerciendo un papel "muy activo" en el seno de la Unión Europea para levantar el veto a los turistas británicos a partir del 20 de mayo. Sin embargo, las restricciones por parte de Londres –que no se revisarán hasta el 28 de mayo y podrían alargarse con la evolución epidemiológica de España- continúan torpedeando estos viajes.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), entre junio y septiembre de 2019, el último verano verdaderamente normal que hemos tenido, los británicos fueron los que más dinero gastaron en nuestro país. alcanzando los 8.900 millones de euros. A continuación se sitúan los alemanes, con un gasto total de 5.300 millones, y los franceses, con un gasto de 4.000 millones. En cuarto y quinto lugar se encuentran los habitantes de los países nórdicos (2.400 millones), y los italianos (1.700 millones).

El turismo de Salud, olvidado en España

El turismo que, sin duda, también va a resultar afectado es el turismo de Salud, un área por el que nuestro país no termina de apostar. Así lo ve David Medina, presidente del clúster español de turismo de salud, Spaincares. "Seguimos pensando que el turismo de Salud no solo es estratégico. Si queremos hacer un plan de modernización del turismo, deslocalizado y desestacionado, con poca inversión en infraestructuras, el turismo de Salud es el producto", apunta.

"Todo hace pensar que la decisión de poner fin al estado de alarma va a tener un efecto en verano. Uno ve la tele y se le cae el alma a los pies. No hemos aprendido nada de todo esto. Podemos confiar a que las vacunas mitiguen los contagios, pero el control en los aeropuertos es mínimo y hemos llegado tarde otra vez con la cepa india… la situación, desde luego, no ayuda a recuperar cifras en verano". Para este sector, permanecer abiertos en verano es fundamental. Se conforman con "llegar vivos" a otoño.

¿Se puede importar el modelo de Nueva York?

La semana pasada el Gobierno de la ciudad de Nueva York sorprendió a propios y extraños con un mensaje en el que llamaba a los turistas a visitar la ciudad, hacerse un selfie en sus destinos favoritos y recibir una vacuna contra el coronavirus. En Estados Unidos tienen vacunas de sobra, y se nota.

Sobre la posibilidad de importar este modelo a España para atraer turistas hay un claro impedimento, la escasez de vacunas. Por otra parte, ¿permite nuestra legislación algo así? Medina lo ve sumamente complicado: "No lo veo factible en España. Un país que lo primero que ha hecho ha sido excluir a la sanidad privada del proceso de vacunación. Hasta los trabajadores de los hospitales privados han tenido que ir al público a vacunarse, porque parece que no sabemos hacerlo", subraya.

"Parecemos el demonio, nos falta los cuernos y el rabo. Si hubiera vacunas, ¿por qué no hacerlo? Nos evitaríamos muchas pruebas que hay que hacer a los que entran en el país", concluye.

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