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Sánchez explora la aprobación de la reforma laboral con Cs, PNV, PDeCAT y regionalistas

El Gobierno retrasa la negociación a finales de enero, pero maneja escenarios alternativos para aprobar la nueva normativa laboral sin el apoyo de sus socios independentistas de legislatura

Sánchez explora la aprobación de la reforma laboral con Cs, PNV, PDeCAT y regionalistas
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este lunes. Pool Moncloa

El Gobierno trabaja en una mayoría alternativa con Ciudadanos, PNV, PDeCAT y otros partidos regionalistas como el PRC de Cantabria o Coalición Canaria para aprobar la reforma laboral, según ha sabido Vozpópuli. El presidente Pedro Sánchez es consciente que deberá recurrir a otros partidos si, como parece, sus socios de legislatura ERC y EH Bildu dan la espalda al texto surgido del pacto entre la patronal de empresarios y los sindicatos en el diálogo social. El Ejecutivo maneja diversas opciones para no tropezar en el Congreso con esta reforma clave para la llegada de los fondos europeos.

Sánchez ya sabe que tiene la puerta de Ciudadanos abierta para esta negociación. Así lo ha asegurado este lunes la líder naranja, Inés Arrimadas. "España necesita una reforma laboral moderna para dejar de liderar las tasas de precariedad", ha dicho Arrimadas. La presidenta de Ciudadanos ha dicho que sus nueve diputados están dispuestos a dar su apoyo a la nueva legislación ante el temor a que una negociación a cara de perro con independentistas y nacionalistas "empeore" la norma.

A Ciudadanos, el Gobierno confía en sumar los apoyos del PNV -seis diputados- y los cuatro escaños del PDeCAT. Y también cuenta con el respaldo de otros partidos que los regionalistas cántabros, Teruel Existe e incluso Coalición Canaria están dispuestos a respaldar la propuesta del Ejecutivo. Todos estos grupos, unidos a los 155 diputados de la coalición PSOE-Unidas Podemos, garantizan al Gobierno una cómoda victoria parlamentaria.

¿Una mayoría sin el PNV?

Los escenarios en los que trabaja el Ejecutivo podrían hacer incluso irrelevante al PNV, si otros grupos minoritarios como Más País, Compromís o incluso Navarra Suma optan por no bloquear la reforma en el Congreso. Los nacionalistas vascos se han posicionado en el no, ya que considera que los convenios autonómicos laborales deberían ser "preferentes" a los del Estado.

En cualquier caso, la negociación propiamente dicho todavía no está abierta. Fuentes parlamentarias aseguran a este diario que el Gobierno esperará a las últimas semanas de enero para tantear sus opciones y elegir una vía. "No hay contactos todavía con Ciudadanos, por ejemplo. De momento, solo la disposición", explican. "El partido naranja ya ha trasladado que si esto es todo lo que se va tocar el marco laboral, no les parece tan mal".

La convalidación del decreto de reforma se votará el 7 de febrero en el Congreso. Y el modus operandi habitual del Gobierno es agotar los plazos para negociar a contrarreloj en los días previos al debate. Una de las opciones de Sánchez es que Unidas Podemos convenza a ERC y Bildu para que se suban al barco. Para la formación morada, la sola presencia de Ciudadanos en la ecuación es siempre un inconveniente. Sin embargo, los independentistas catalanes y vascos no parecen muy por labor de respaldar la norma tal y como ha salido del diálogo social.

Podemos, ante la reforma laboral

La vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, lleva varias semanas presionando a sus socios con entrevistas y declaraciones en los medios de comunicación. La ministra morada ha asegurado que "es muy difícil decirle que no a esta norma" y ha insistido este lunes en que lo lógico es que sus socios habituales de legislatura estén en el , porque, dice, han estado presentes durante toda la negociación a tres bandas entre Gobierno, patronal y sindicatos. "Quien la haga fracasar tendrá que explicarle a los trabajadores de Cádiz o los que están sin negociar su convenio porque acabó la ultraactividad que prefiere la norma anterior", dijo en una entrevista reciente con el diario El País.

En cualquier caso, Sánchez -como ha hecho en otras ocasiones- esperará a ver si Podemos consigue los apoyos a cambio de cesiones poco sustanciales. Y si no, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, asumirá el mando del diálogo para buscar esa mayoría alternativa. Bolaños ha mostrado su predisposición al diálogo incluso con el PP, que sugirió primero una abstención para situarse después en el no. El titular de Presidencia ha sido interlocutor habitual con Ciudadanos en el pasado y ha mostrado su predisposición a negociar con todos los grupos de la Cámara.

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