España

Pedro Sánchez airea la repetición electoral para enfriar la guerra en el PSOE y presionar a Puigdemont

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mantiene viva la llama de unas nuevas elecciones en enero para calmar las aguas en el PSOE y apretar al separatismo catalán

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Pedro Sánchez, presidente del Gobierno en funciones. EFE/Daniel González

"Pedro Sánchez está jugando con dos barajas". Así interpretan fuentes socialistas lo ocurrido esta semana tras el prolongado silencio del presidente del Gobierno por un contagio de covid-19. Por un lado, Sánchez mantiene viva la negociación de la amnistía con Carles Puigdemont, pero al mismo tiempo se prepara para un escenario de repetición electoral en enero.

La posibilidad de regresar a las urnas ha cogido vuelo en los últimos días. Pero estas fuentes consideran que es una estrategia de Sánchez para calmar las aguas en el PSOE, que bajan revueltas, y presionar a Puigdemont y a otros potenciales socios como el PNV, cuyas perspectivas no son demasiado halagüeñas en caso de repetición electoral.

En ese sentido, recuerdan que no hay una sola declaración de Sánchez o del Gobierno mencionando la amnistía para Puigdemont y los condenados del procés del 2017. Y sí una colección de intervenciones a favor de un pacto por el diálogo y la convivencia con Cataluña siempre de los límites de la Constitución.

"Sánchez está a jugando a dos bandas y es bastante evidente", dicen estas fuentes. "Tiene los dos escenarios preparados, tanto la investidura pactando con Puigdemont que será difícil de explicar a la opinión pública como, por supuesto, las nuevas elecciones".

Sánchez buscará la investidura

Sánchez ha reaparecido este viernes tras su ausencia por covid-19. El jefe del Ejecutivo ha dicho que se dedicará "en cuerpo y alma" a lograr una mayoría para su investidura si fracasa la del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. Y ha afirmado que hablará con el resto de fuerzas políticas y también "con la sociedad civil" para lograr un acuerdo que sea "plenamente coherente con la letra y el espíritu de la Constitución".

Estas declaraciones han recordado a muchos al Sánchez del 2019, que se enfrascó en un maratón de reuniones con la sociedad civil. Una estrategia que le sirvió para esquivar el pacto con Podemos y regresar a las urnas. "Puede ser el caso", señalan. "Es verdad que la situación ahora es de incertidumbre".

El PSOE se divide ahora entre los que creen que Sánchez pactará con Puigdemont porque no tiene margen. Y los que piensan que no lo hará y que España volverá a votar el 14 de enero del 2024. Hay una vía intermedia, los que consideran que el presidente airea la repetición electoral para presionar al separatismo. Y que, al final, habrá acuerdo. En esa lógica se enmarca la reunión del líder del PNV, Andoni Ortuzar, con Puigdemont.

"PNV y Puigdemont son dos de los que más tienen que perder como se repitan las elecciones", afirman estas fuentes. "Lo lógico es que Sánchez lo aproveche y le deje caer a Puigdemont que el PSOE está dispuesto a ir a las urnas si no rebaja sus pretensiones".

Ley de Alivio Penal, encima de la mesa

El diálogo entre el PSOE y Junts per Catalunya es permanente desde la elección de la Mesa del Congreso en agosto. El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y Jordi Turull capitanean este negociación. Jaume Asens, de En Comú, mantiene desde hace tiempo una vía de comunicación permanente con Waterloo, pero no es el interlocutor de referencia porque Moncloa es el PSOE. Asens fue el artífice del encuentro de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, con el ex presidente de la Generalitat en Bruselas.

Vozpópuli ha informado de que Ley de Alivio Penal es el nombre que maneja el Ejecutivo para enmascarar la eliminación de los delitos por los que Puigdemont se encuentra actualmente prófugo de la justicia. Y que el Gobierno está dispuesto a ofrecer un referéndum no vinculante a Cataluña.

Uno de los problemas que hay está en los plazos, porque Puigdemont exige que esa ley se tramite antes de la investidura de Sánchez.

Guerra civil en el PSOE

Otro de los motivos por los que a Sánchez le conviene transmitir que el pacto no está hecho es la guerra civil que se libra en el seno del PSOE. Las voces en contra de la amnistía a Puigdemont crecen a diario. Y la tensión entre los defensores de esa vía y los que se oponen a ella es cada vez más evidente, con acusaciones y descalificaciones en las redes sociales y en los grupos de Whatsapp del partido.

Ferraz ha expulsado a Nicolás Redondo Terreros por un supuesto "menosprecio" a las siglas del partido en sus declaraciones. Fuentes socialistas aseguran que si hay una amnistía a Puigdemont, del tipo que sea, el partido se romperá.

El partido acabará roto", afirman estas fuentes. "Lo que el Estado no puede tolerar es la imagen de Puigdemont volviendo a Barcelona en plan Josep Tarradellas 'ja sóc aquí'. No nos lo podemos permitir".

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