Sánchez confiesa a Europa que España no aumentará su gasto en Sanidad hasta 2050

El Gobierno augura una larga sequía en la sanidad española. Estamos en tiempo de campaña, y la sanidad será, una vez más, una de las banderas que los partidos políticos agitarán con más energía. Pero la realidad es que a nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS) le espera una larga travesía en el desierto. El Gobierno de Pedro Sánchez reconoce en el programa de estabilización que ha presentado en Europa para los años 2023-2026 que España gastará lo mismo en sanidad ahora que en 2050. Pese al apocalipsis dibujado por Iván Redondo en su documento 'España 2050', España seguirá gastando un 7% del PIB en Sanidad dentro de 27 años.

"La sanidad no es un gasto, es una inversión", dijo el ministro José Miñones en su toma de posesión. Las buenas palabras dedicadas al SNS difieren de la realidad; España gasta poco en sanidad. De hecho, gasta mucho menos (7,3% del PIB) que la media de la Unión Europea (9,5%). También estamos por debajo de los países de la OCDE (8,5%). Nuestro sistema sanitario está infrafinanciado, y en muchas ocasiones son los profesionales sanitarios los que, con escasos medios, consiguen sacar adelante el trabajo.

Aun así, las listas de espera siguen batiendo récords. Las últimas cifras del Ministerio de Sanidad certifican el colapso sanitario en nuestro país. De media, un español debe esperar 122 días (más de 4 meses) para recibir la operación quirúrgica prescrita. En cuanto a la consulta con el especialista, un español espera de media 95 días. Hay grandes diferencias entre comunidades autónomas. Madrid se mantiene como la región con el tiempo de espera más bajo para ser operado: 63 días. En cambio, Canarias y Castilla La-Mancha son las que peores cifras registran, con 157 días de espera para ser operado.

Estas cifras están llamadas a aumentar a medida que la población siga envejeciendo. Cuando la generación del baby-boom alcance los 80 años, edad a la que se dispara el uso de recursos sanitarios, nuestro SNS hará frente a la demanda asistencial con los mismos recursos que ahora. Mientras estas son las previsiones del Ministerio de Hacienda, el Gobierno sigue sin impulsar un Pacto de Estado por la Sanidad, tal y como se comprometió a hacer en la Comisión de Reconstrucción de 2020.

Malestar de los profesionales sanitarios

Los profesionales sanitarios consultados por este diario ponen el grito en el cielo ante las previsiones de gasto del Ejecutivo. Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Colegios de Farmacéuticos (Cgcof), señala en declaraciones a Vozpópuli que "debemos dotar de suficiencia financiera al Sistema Nacional de Salud y pasar de denominarlo gasto sanitario a inversión. El propio ministro de Sanidad en su primer discurso señaló que 'no existe gasto sanitario, sino inversión en salud".

"En el caso de los medicamentos, son sin duda una inversión ya que reducen los costes derivados de complicaciones de la salud e incluso ingresos hospitalarios. Pero, además, si avanzamos en la implantación de servicios farmacéuticos desde las farmacias comunitarias en ámbitos como el seguimiento farmacoterapéutico o la adherencia, dotaremos de mayor eficacia y eficiencia al sistema sanitario. Así se está demostrando con evidencia que confirma que la intervención de los farmacéuticos genera ahorro", subraya Aguilar.

Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería (CGE), manifiesta que "en España, el gasto sanitario representa un porcentaje de nuestro Producto Interior Bruto (PIB) que está por debajo de la media de la UE, que tiene un 9,5% de gasto sanitario respecto a PIB. El gasto público en sanidad en 2021 alcanzó apenas el 7,3% del PIB, por lo que creemos que este gasto debería aumentarse hasta acercarse a la media europea y no reducirse como pretenden".

El presidente de los enfermeros considera que "es hora de pensar en las necesidades del sistema y que los presupuestos generales del Estado tengan una partida acorde y suficiente para potenciar la Sanidad de nuestro país. También es necesario realizar un profundo análisis de las necesidades en recursos humanos desde el punto de vista cuantitativo y cualitativo para ver exactamente el número de profesionales que se necesitan en cada ámbito y estimar así el gasto que sería necesario, mejorando las ratios y las contrataciones de enfermeras, ya que está demostrado que estamos a la cola de la UE, y sin enfermeras no hay sanidad de calidad".

Austeridad sanitaria

Las consecuencias de esta política de austeridad sanitaria las ha dejado claras el presidente del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), Juan Abarca Cidón, en su artículo semanal en Linkedin. "Me temo que no quedara otra que seguir aflojándonos el bolsillo porque aunque hiciéramos hipereficiente el SNS, cosa harto improbable sin introducir reformas de calado, los gastos para el envejecimiento, la policronicidad, la Salud mental, la odontología o la innovación será imposible cubrirlos. Y cada año las necesidades irán a más".

"Me temo que vienen años, nuevamente, de abnegación, austeridad y miseria que sólo marcaran menos servicio y mayor desigualdad. Lo malo es que en el plano sanitario ves los programas de otros partidos y la estrategia es la misma, pero nadie concreta cual es la táctica para conseguirlo". Una vez más, la defensa de la sanidad pública se queda para el eslogan político, en ese mundo de las ideas del que teorizó Platón.