El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha inundado de cargos afines los segundos y terceros niveles de los ministerios. Fuentes socialistas consultadas por Vozpópuli interpretan que Sánchez ha aprovechado los nombramientos para intensificar su control sobre el Ejecutivo. "Este es el verdadero muro que se ha levantado en el PSOE", dicen estas fuentes parafraseando el discurso de Sánchez en la investidura. "La gente está muy desanimada".
El Boletín Oficial del Estado (BOE) publica estos días los nombramientos de los escalafones intermedios de los minist erios. El Consejo de Ministros ha aprobado esta semana una larga lista de secretarios de Estado y subsecretarios. La tendencia a sustituir perfiles técnicos por partidistas iniciada la legislatura pasada se ha consolidado y aumentado en esta.
Uno de los casos más llamativos, dicen estas fuentes, está en el nuevo Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, que encabeza Isabel Rodríguez. La cartera se ha desgajado de Transportes, que incluía esas competencias primero con José Luis Ábalos y con Raquel Sánchez después.
El caso de Vivienda y Llanos Castellanos
David Lucas, histórico del PSOE madrileño, ha mantenido su secretaria de Estado pero cambiando la sede de Transportes a Vivienda y perdiendo el apellido movilidad. La ministra Rodríguez ha sumado además a Llanos Castellanos como subsecretaria.
"Lo de Llanos Castellanos es de nota", señalan. "Estuvo en Patrimonio, luego en el Gabinete de la Presidencia, después se marchó a la Asamblea de Madrid y ahora regresa al Gobierno con otra competencia que nada tiene que ver con las anteriores".
El premio en este caso es la fidelidad a Sánchez. Algo similar ha sucedido con la hermana de Óscar Puente en Justicia. El propio Puente ha escogido como mano derecha en su Ministerio de Transportes al histórico alcalde de Irún, José Antonio Santano. A Santano se le conoce por ser un sanchista confeso que tras cinco mandatos consecutivos como regidor colecciona pactos con el PP y con EH Bildu sin despeinarse.
Sánchez ha reforzado su núcleo duro en Presidencia con leves modificaciones. Una de las más significativas es el ascenso del responsable de su Oficina Económica. Manuel de la Rocha pasa a tener rango de secretario de Estado, en un movimiento que refuerza teóricamente su peso en las decisiones del Consejo de Ministros.
Otras fuentes piensan que es un premio de consolación y que este "ascenso" le descarta para sustituir a Nadia Calviño en caso de que la titular de Economía se marche al Banco Europeo de Inversiones (BEI). "El cambio no supone nada más que más salario, coche oficial y la posibilidad de tener un gabinete propio", dicen estas fuentes.
El muro de afines de Sánchez
Sánchez ha ascendido también al jefe de su Oficina de Prospectiva, Diego Rubio, que es uno de los pocos vestigios que quedan de Iván Redondo en el Gabinete del presidente. Otro de los que recupera su puesto como responsable de Discurso y Mensaje es Jesús Javier Perea. Su caso es otro de los más comentados, porque vuelve al puesto que abandonó cuando aspiraba a cotas de mayor responsabilidad.
"Perea se marchó del Gabinete porque quería más. Le nombraron secretario de Estado de Migraciones y acabó renunciando porque no aguantaba a (José Luis) Escrivá", relatan estas fuentes. "En la recta final de la pasada legislatura ya volvió a La Moncloa y ahora recupera el mando de Discurso".
En el Ministerio de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares ha creado el cargo de embajador en misión especial para la Transformación Digital y Amenazas Híbridas. El puesto ha recaído en José Miguel Corvinos que, al menos, -subrayan desde el PSOE- es "diplomático". Nadie olvida en este Ministerio el caso de Borja Cabezón como embajador en misión especial para la covid-19. La continuidad de Cabezón es una incógnita.
El próximo Consejo de Ministros tiene pendientes más nombramientos, pero la sensación es que el jefe del Ejecutivo seguirá colocando peones en todas partes. "Esto es el PSOE en este momento", señalan. "Un muro de afines en el que Sánchez sigue parapetado. Peones que no dudará en sacrificar según las circunstancias del mandato".
