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España

El contrato con Telefónica que Rato cobró pero donde nunca figuró

Rodrigo Rato, en 2015, en el momento de su detención.

El exvicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato, cobró en el año 2013 un total 300.000 euros más IVA por sus servicios como asesor de Telefónica. Sin embargo, como adelantó Vozpópuli, el nombre del ex ministro no aparece en el contrato que la compañía de José María Álvarez-Pallete firmó por el cobro de esos servicios. Al contrario, la beneficiaria de los mismos era la mercantil Kradonara, empresa considerada como el epicentro del entramado societario montado en torno al expresidente de Bankia para eludir presuntamente el pago de impuestos a Hacienda.

Se trata de una sociedad con accionariado no identificado cuya única actividad durante años fue obtener la plusvalía inmobiliaria de un solar en Sotogrande (Cádiz) y adquirir algún fondo de inversión. Además, el titular del Juzgado de Instrucción Número 31 de Madrid, el juez Antonio Serrano Arnal, y la Fiscalía Anticorrupción sitúan a Kradonara como la sociedad utilizada por el exgerente del Fondo Monetario Internacional para traer a España fondos del extranjero, en concreto, 6,5 millones de euros desde Reino Unido, Gibraltar y Luxemburgo de los cuales gran parte fueron destinados a una inversión en un hotel en Berlín, del que era propietario al 50 por ciento Rato.

A Hacienda no le consta que Kradonara tributara en el ejercicio de 2013 por ningún trabajo de asesoría estratégica y tecnológica con ninguna empresa

Se da la circunstancia de que el ex dirigente del Partido Popular trabajó como asesor de Telefónica -era miembro del Consejo de Asesores de Europa y Latinoamerica de Telefónica S.A- en los años 2013 y 2014. Sin embargo, la Agencia Tributaria detectó que el 2 de enero de 2013 se firmó un 'Contrato de colaboración de servicios profesionales' entre Kradonara, en representación de la sociedad actuó Domingo Plazas, y Telefónica, que estuvo representada por Ramiro Sánchez de Lerín, secretario general y del Consejo de Administración de la compañía. A lo largo del contrato, al que ha tenido acceso este periódico, el nombre de Rodrigo Rato no aparece por ningún lado y Kradonara figura como la "consultora" de Telefónica.

En dicho documento, se estipulaba que la contraprestación del contrato era de "300.000 euros anuales más IVA, deduciendo la retención que proceda". Kradonara debía emitir facturas cuatrimestrales "según sus preferencias a Telefónica, la cual será pagada por dicha entidad mediante transferencia a la cuenta bancaria del consultor en Banco Sabadell".

En el mismo contrato, se sostiene que la mercantil Kradronara "está en condiciones de prestar, como consultor, el asesoramiento necesario que implica tener un amplio y reconocido conocimiento sobre el entorno político, jurídico, regulatorio, económico, social e internacional" a Telefónica. Sin embargo, a la Oficina Antifraude de la Agencia Tributaria (ONIF) no le consta que Kradonara tributara en el ejercicio de 2013 por ningún trabajo de asesoría estratégica y tecnológica con ninguna empresa, tampoco con la compañía de Álvarez-Pallete.

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Sin embargo, la cláusula decimotercera del contrato entre Kradonara y Telefónica recogía lo siguiente: "A requerimiento de Telefónica, el consultor vendrá obligado a acreditar el cumplimiento por su parte de sus obligaciones tributarias y de Seguridad Social". También se señalaba que "el contrato está otorgado en consideración a la persona prestadora de servicios no pudiendo ser subrogado o cedido, salvo que haya acuerdo previo entre las partes".

La presunta operación irregular entre Kradonara-Telefónica-Rato llevó al instructor de Plaza de Castilla, Antonio Serrano Arnal, a acordar la imputación de Sánchez de Lerín, secretario general y del consejo de administración de Telefónica, en una pieza separada de la investigación patrimonial a Rodrigo Rato.

Los expertos fiscales de la Agencia Tributaria (AEAT) denunciaron en un informe remitido al juzgado que con dicha operación "no se trataba de prestar servicios profesionales (consultoría y asesoramiento a Telefónica S.A) por una persona física a través de una sociedad sino que se ocultaba a la persona física (Rodrigo Rato) a través de una sociedad interpuesta y opaca (Kradonara) que la administraba su presunto testaferro (Domingo Plazas) para simular que es esta sociedad quien presta los servicios a Telefónica S.A y no tributar así por las rentas obtenidas de Telefónica ni en el IRPF de Rodrigo Rato ni en el Impuesto de Sociedades de Kradonara 2001 S.L".

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