España

Rahola vs Ponsatí: los ganadores y perdedores del pacto de ERC con Junts

El acuerdo ha suscitado reacciones opuestas dentro del movimiento independentista. Quim Torra y exdirigentes de la ANC están en contra porque creen que es un mero reparto de carteras que olvida el objetivo de secesión

El acuerdo entre ERC y Junts para formar gobierno ha suscitado reacciones muy distintas dentro del propio movimiento independentista. Después de más de mes y medio de negociación, no había consenso entre las tres corrientes de Junts sobre si reeditar un gobierno con unos socios, ERC, que tienen una estrategia 'largoplacista' para lograr la independencia. Tras el pacto, esa discrepancia se ha trasladado, en su inmensa mayoría, a personalidades y exdirigentes del espacio de los posconvergentes.

Pilar Rahola, tertuliana 'estrella' de TV3 que hace una semana criticaba en su canal de Youtube la falta de entente, ha salido a celebrar el pacto y ha asegurado que ,"sin paliativos" ni "matices", era una "buena noticia para el independentismo". Por contra, Clara Ponsatí, exconsejera de Educación huida de la justicia española, lamentaba que Junts se decantara por investir a Pere Aragonès como presidente de la Generalitat y que eso significaría olvidar el "mandato del 1-O".

Estas dos visiones son reveladoras de la situación -personal y profesional- en la que quedan muchos cargos y figuras del entorno del independentismo tras el pacto. En el caso de la tertuliana, no ve amenazada su presencia en TV3. Rahola siempre se había opuesto a que los 'comuns' entraran en el gobierno y temía, según explica ella en su vídeo de Youtube, que una nueva convocatoria electoral propiciara una victoria del PSC de Salvador Illa.

Desde ERC y otros partidos habían cuestionado en la anterior legislatura la sobreexposición de la tertuliana en los medios públicos catalanes. En especial, por las tesis de Rahola afines a Junts y en contra de las posiciones de los de Oriol Junqueras.

El diputado autonómico de ERC Roger Wasenberg dijo en la comisión parlamentaria sobre la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) que el Canal 33 y el programa infantil 'Super 3', que fusionaron sus franjas horarias, debían "ser las dos únicas franjas horarias donde no sale Pilar Rahola".

En este sentido, mientras Rahola es una clara ganadora del acuerdo, otros consideran que pierden. Los fugados de la justicia española, con Ponsatí o Lluís Puig al frente, querían elevar el pulso con las instituciones del Estado y librar la batalla en los tribunales internacionales. Un posible indulto a los líderes del 1-O, como exigen en ERC, neutralizaría, a su juicio, una eventual implicación de la comunidad internacional en el 'conflicto' territorial.

Desde Solidaritat y Reagrupament, dos formaciones que se integraron en la candidatura de Carles Puigdemont, también han criticado el acuerdo por ser "inconcreto, carente de objetivos claros y vacío del contenido de cómo hacer efectiva la república".

Y es que los que priorizan la independencia y la vía del choque creen que este pacto deja mucho que desear, y son muchas las voces que afirman que al final se ha impuesto el "reparto de carteras" al objetivo independentista.

Torra y los 'ex' de la ANC en contra

Quim Torra, que fue inhabilitado por la justicia por su desobediencia al vulnerar la neutralidad en las instituciones públicas, también ha afirmado que "sin estrategia independentista, será difícil gobernar".

En la misma línea, los siete exsecretarios de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) cargaban contra el abandono de la unilateralidad y ponían en tela de juicio el compromiso del futuro Ejecutivo catalán con la secesión. Respecto al pacto entre ERC y Junts lamentaban que no concretaran "cómo hacer posible la independencia".

Por contra, Joan Canadell, 'número dos' de Laura Borràs, pero vetado por la CUP por sus posiciones liberales en materia económica, también celebrara el acuerdo: "El pacto tiene gran recorrido, ahora hay que cumplirlo con lealtad".

Algunos de los militantes de Junts, pese a que el 83% de las bases ha avalado el acuerdo, como Marc Serra, también se han mostrado críticos con el pacto. Serra es una de las voces más radicales y la dirección siempre lo ha mantenido en un segundo plano. El activo tuitero ha sostenido que el acuerdo era una "estafa" y exigía a la militancia a darse de baja de Junts.

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