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España

Vinagre, pintura y cócteles molotov: el manual de guerrilla urbana de los radicales de la cumbre de la OTAN

Los radicales que están en Madrid para protestar contra la cumbre de la OTAN manejan técnicas de guerrilla urbana para enfrentarse a los antidisturbios

Policías y guardias civiles anuncian protestas contra el Gobierno por tumbar la Ley Mordaza
Un policía es agredido en los disturbios de Vallecas EFE

Tácticas de ataque y defensa. El 'Black Bloc' es el manual de cabecera de los radicales antisistema y anarquistas que tienen como objetivo 'liarla' y ser el foco durante la cumbre de la OTAN que se desarrolla en Madrid. Son 72 páginas en las que analizan las maniobras de los antidisturbios, ofrecen consejos de cómo vestir y qué objetos lanzar a los agentes del dispositivo de seguridad de las manifestaciones de la Policía Nacional.

Los propios redactores del manual han realizado varias versiones del mismo actualizando las consignas de la misma forma que los mandos policiales modifican sus intervenciones. Una lucha de tú a tú para salvaguardar el orden público en las protestas, según advierten fuentes policiales a Vozpópuli.

La próxima cita que tienen en el calendario estos radicales será la concentración contra la OTAN del próximo 29 de junio. Será a las ocho de la tarde en la Plaza de Tirso de Molina. Una protesta organizada por Movimiento Antirrepresivo que no ha sido comunicada a la Delegación del Gobierno en Madrid.

La primera manifestación contra la OTAN del pasado domingo no fue ni un aperitivo de lo que esperan el miércoles las fuerzas de seguridad. En esta primera toma de contacto los asistentes apenas llegaban a dos millares. No hubo incidentes pero sí pudieron constatar como 60 de estos radicales llevaban objetos para provocar disturbios que fueron interceptados por la Policía Nacional.

Los agentes de la Brigada de Información de la Policía Nacional siguen de cerca a casi un centenar de antisistema que han llegado a Madrid procedentes de Grecia, Portugal e Italia. Son los grupos más peligrosos ya que fuera de su país son sumamente violentos. Algunos de ellos ya estaban en la protesta del domingo y repetirán en la del miércoles. Es su única oportunidad para ganar notoriedad en medio de las jornadas de los líderes mundiales.

Vigilancia en los autobuses a Madrid

También está prevista la llegada de miembros antisistema de otros puntos del territorio nacional. Precisamente en Zaragoza, la Policía contactó con varias empresas de autobuses para identificar a los viajeros que se desplazaban a Madrid en los últimos días. También se ha hecho en otras localidades. Algunos de ellos fueron retenidos e identificados.

Todos estos radicales han llegado a Madrid con las lecciones aprendidas del manual de guerrilla urbana 'Black Bloc'. Un nombre que viene dado de las indumentarias que deben llevar los asistentes y de los guantes y pasamontañas para evitar ser identificados. En este documento de 72 páginas se describen las fórmulas para organizar desórdenes públicos y cómo combatir a las fuerzas de seguridad.

Entre las consignas que manejan es que el dispositivo policial buscará detener al líder del grupo para desactivar los incidentes. Recomiendan portar varias camisetas de diferente color, pañuelo o pasamontañas e incluso una misma bufanda. Precisamente dicen que esta indumentaria debe ser mojada con vinagre o Coca-Cola para evitar el ardor que provoca el gas lacrimógeno.

Evitar ser identificados

Piden que los compañeros apunten en los brazos los números de abogados y familiares para que sean comunicados en caso de detención. Los asistentes violentos no deben llevar en sus pertenencias móviles, DNI o tarjetas con los que puedan ser identificados.

Para generar los disturbios hablan de que otros compañeros porten martillos y uñas para levantar adoquines o recoger pierdas de obras cercanas o reventando tabiques de cierres de locales comerciales en bruto. Precisamente para evitar esta actuación el Ayuntamiento de Madrid paralizó todas las obras durante estos días y también retiró los cubos de basura que pueden ser utilizados por estos radicales.

En caso de huida explican que tiene que ser una retirada controlada y en grupo para no ser seguido. "Una de las
cosas mas importantes es no dejarse llevar por el frenesí y saber cuando se han cubierto los objetivos marcados y no improvisar ya que compañeros pueden sentir inseguridad y abandonar la protesta ante la improvisación alocada"
, añaden.

Controles en la plaza

Una vez iniciados los enfrentamientos aseguran que se pueden lanzar a los policías piedras,tapas de alcantarilla, adoquines o escombros. Botellas o cócteles molotov, también se encuentran en su macabro inventario de actuación. También mencionan las quemas de coches para frenar, aún más, el avance de la policía. En vídeos muestran como atacar a los agentes y la posibilidad de quitarles sus escudos defensivos entre dos personas.

Entre los materiales que consideran esenciales están los cascos de protección y los guantes para no dejar huellas en un escudo puede ser utilizado. Portar mascarillas, tapones, ropa de recambio, banderas con mastiles, agua, petardos o monedas de céntimo, son otras de sus consignas.

El dispositivo policial para vigilar la protesta del próximo miércoles también contempla controles en los accesos a la plaza para evitar que estos radicales puedan portar los objetos en cuestión. Al ser una manifestación no comunicada los agentes podrían disolver en cualquier momento la misma, según las fuentes consultadas.

Black Bloc: de Cataluña a la pandemia

El Black Bloc es de sobra conocido para las fuerzas de seguridad españolas. Fuentes de seguridad consultadas por Vozpópuli fechan el origen de este manual, al menos, en 2012. Desde entonces es uno de los elementos recurrentes cuando se afrontan situaciones de previsibles desórdenes públicos.

El que circula por nuestro país está perfectamente redactado en español, pero se han localizado ejemplares idénticos en otros países europeos adaptados a cada escenario y lenguaje. El elemento común entre sus consumidores es la ideología radical y su disponibilidad para generar altercados en las vías urbanas. "Este cuadernillo nace para defender la postura de los que pensamxs [sic] que 'la no violencia activa' es contra-revolucionaria y sólo consigue aumentar la mentalidad del 'no se puede' a la larga", defiende el prólogo del manual.

Los servicios de Información detectaron la circulación del Black Bloc en foros y chats radicales en fechas próximas a los disturbios de Cataluña, tanto en los que estallaron con motivo del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 como los que se registraron tras la sentencia condenatoria a los líderes del procés.

Más recientemente, las fuerzas del orden se enfrentaron a violentas algaradas en diversas localidades españolas en el marco de las protestas contra las restricciones por la pandemia del coronavirus. Los radicales aprovechaban las movilizaciones pacíficas para reventarlas desde dentro y sembrar el caos por las calles españolas. Entonces también se siguieron los mismos procedimientos descritos en el manual.

La globalización de la tecnología facilita la difusión del Black Bloc, indican las mismas fuentes de seguridad. Una vez difundido a través de chats de WhatsApp o de otros sistemas de mensajería, es difícil monitorizar su propagación. Otro escenario son las fuentes abiertas, como foros o chats públicos, que se rastrean con frecuencia para obtener información sobre los movimientos de los grupos radicales.

Las reuniones celebradas por la OTAN u otros grupos internacionales -como el G-7 o el G-20- son los escenarios idóneos para que los grupos radicales hagan notar su presencia. Para evitarlo, el Ministerio del Interior ha diseñado un dispositivo compuesto por 10.000 policías nacionales y guardias civiles, que contarán con el apoyo de la Policía Municipal de Madrid.

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