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España

Quién mueve los hilos tras los disturbios: la batalla por capitalizar la violencia callejera

Imagen de los disturbios de Barcelona contra las restricciones por el coronavirus

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado manejan ingentes informes sobre los disturbios que estos días se reproducen en diferentes localidades de España. El 'modus operandi' es similar: grupos de radicales que revientan las movilizaciones pacíficas y trasladan el caos a las calles como protesta por las nuevas restricciones. En muchos casos, de ideología o motivaciones aparentemente opuestas. Por el momento hay casi medio centenar de policías heridos y decenas de detenidos.

De Madrid a Barcelona, de Bilbao a Málaga. Oviedo, Valencia, Logroño, Granada. Las algaradas se suceden en las últimas jornadas y el debate político se recrudece en torno a la violencia. Mensajes de dirigentes que, a golpe de tuit, acusan al rival de azuzar los disturbios o de emponzoñar el discurso. Y entre esos mensajes se deslizan insinuaciones -o afirmaciones- sobre quién está tras los disturbios, y la Policía no ve una 'mano negra' detrás de estos altercados.

Pero la respuesta es compleja. Fuentes de seguridad consultadas por Vozpópuli hacen referencia a una amalgama de grupos antisistema que tratan de capitalizar esas algaradas. Movimientos aparentemente opuestos pero que durante estos días confluyen entre barricadas y contenedores ardiendo. Algunos tienen más preponderancia que otros en función del ámbito en el que operan.

Los negacionistas del coronavirus propiciaron los disturbios que se vivieron en Bilbao. El lehendakari, Íñigo Urkullu, condenó los hechos y afirmó que se trataban de una forma de "terrorismo"; una afirmación que desató una polvareda entre miembros de la Policía Nacional, que lo consideraron una ofensa hacia las víctimas.

Entre esos grupos de negacionistas se colaron otros antisistema. Las fuentes consultadas por este diario aseveran que entre ellos habría individuos afines a los círculos proetarras que también se sumaron a los disturbios.

Escenario complejo, también, el de Cataluña. Las protestas de los hosteleros derivaron en más fuego, más barricadas, más intervenciones policiales. Una masa desigual aunque con unas reglas del juego bien estudiadas: un amplio espectro que cubre desde grupos de extrema derecha hasta individuos de origen latino.

Y en Madrid, Valencia, Málaga y Santander, entre otros, también hubo que lamentar incidentes. Policía y Guardia Civil achacan los disturbios a colectivos radicales de extrema izquierda y extrema derecha; a ultras del fútbol y otros elementos violentos. Todos ellos movidos por sus propios sistemas y canales -similares en muchos casos-, pero se descarta una coordinación a nivel nacional.+

Las fuentes consultadas por 'Vozpópuli' aseguran que muchos los participantes en los disturbios están movidos por la búsqueda de la violencia en sí misma

Las fuentes consultadas por Vozpópuli aseguran que muchos de ellos están movidos por la búsqueda de la violencia en sí misma, y no como un medio para protestar por las restricciones. Prueba de ello son los asaltos a comercios que se han vivido en Logroño y Barcelona.

Los políticos se enzarzan por los disturbios

La vorágine de las calles ha salpicado también el discurso político. Representantes de todo el espectro han comentado los disturbios y han arremetido contra adversarios de otros colores por su gestión de la crisis.

Carlos Carrizosa, de Ciudadanos, e Ignacio Garriga, de Vox, se han enzarzado en una discusión en Twitter por su visión sobre las algaradas de Barcelona.

A nivel nacional, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha manifestado su apoyo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridas, y ha lamentado las escenas de caos. Como contó este diario, el Ejecutivo teme que las protestas se extiendan varias jornadas y se contagien a nuevas localidades.

El presidente del PP, Pablo Casado, ha apelado a los españoles que son "responsables" durante la pandemia:

En términos similares se expresa la dirigente de Ciudadanos, Inés Arrimadas.

Y Santiago Abascal (Vox) aprovecha para criticar al Gobierno, al que acusa de "repartirse un dinero que no llegará a los españoles.

Pablo Iglesias, por su parte, hace mención expresa a uno de los elementos que conforman esta amalgama de protestas: la extrema derecha.

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