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¿Qué pasará con la selectividad tras el 23-J? Las propuestas sobre la EBAU de los partidos

Con unas nuevas elecciones generales a las puertas este 23-J, tanto estudiantes como profesores viven con incertidumbre qué modelo de selectividad saldrá adelante en los próximos años. Os contamos qué dicen los programas de los partidos al respecto

Varios estudiantes se enfrentan a las pruebas de selectividad de 2023 María José López / Europa Press

"Selectividad", "PAU" y "PAEU", "EAU", "ABAU", "PEvAU", "EBAU", "EVAU"... las pruebas de acceso a la universidad tienen y han tenido en nuestro país montones de nombres. Ya sea por las diferencias entre comunidades autónomas o por que la ley de educación es una de las que se ven sometidas a reformas cada vez que cambian los residentes en la Moncloa, la eterna conocida como la "selectividad" ha vivido en un cambio constante desde que se introdujo en 1974 -en sustitución de la antigua reválida-.

Ahora, con unas nuevas elecciones generales a las puertas este 23-J, tanto estudiantes como profesores viven con incertidumbre cuál será la puerta de acceso de muchos a sus estudios tras el instituto. Una victoria socialista asentaría el rumbo de la actual Ley Celáa o LOMLOE, cuya aplicación en materia de la selectividad se ha aplazado a junio de 2024. Una victoria de los 'populares' o de cualquier otra formación plantearía un más que posible cambio en la norma.

¿Cuál sería ese cambio? En este artículo indagamos en los programas electorales de las cuatro principales formaciones políticas (PSOE, PP, Vox y Sumar).

¿Qué propone el PSOE con respecto a la selectividad?

El programa de los socialistas no entra a hablar de la EBAU. Si bien el PSOE defiende una universidad basada "en los valores de igualdad, inclusión y sostenibilidad", poco más plantea su hoja de ruta de cara a los próximos cuatro años en lo que respecta a las pruebas de selectividad.

Esto, sin embargo, tampoco es de extrañar: con una ley propia en proceso de aplicación, sus propuestas respecto a estas pruebas de acceso no sólo se conocen, sino que están pendientes de entrar en vigor.

De esta manera, la actual propuesta socialista es la que pretende seguir adelante tras el 23-J: un examen cada vez menos memorístico en favor de uno más reflexivo. Entre algunos de los cambios clave se encuentra el aumento de 15 minutos en la duración de las pruebas: de 90 a 105 minutos,.

Las asignaturas a examinar también varían. Con la LOMLOE, los estudiantes podrán elegir -al inscribirse a la selectividad- si examinarse de Historia de España o de Historia de la Filosofía, y las comunidades con lenguas cooficiales contarán además con un examen de dicha lengua. Con todo, las materias son: Lengua Castellana y Literatura II, la asignatura de "Historia" elegida por el estudiante, Lengua Extranjera II, una asignatura de Bachillerato que elija el examinado (en función de la modalidad que curse) y el de la lengua cooficial en caso de tenerla. El examinado podrá pedir una tercera revisión del examen, a diferencia de las dos posibles en el modelo de EBAU selectividad anterior. Queda pendiente, por otro lado, la prueba de madurez académica. Esta es la medida más novedosa de la Ley Celáa, y está destinada a reducir a lo largo de los años el total de asignaturas de las que los estudiantes se tendrían que examinar ya que, al pedir al alumnado analizar un tema aplicando todo tipo de conocimientos y perspectivas, ya se verían cubiertas en esta prueba.

¿Cuál es la propuesta del PP sobre las pruebas de acceso a la universidad?

Los populares sí dan un principio de propuesta sobre cómo será su propia selectividad. Una propuesta, eso sí, que a diferencia del caso socialista no tiene aún un texto extenso que la respalde. Concretamente, la formación capitaneada por Feijóo propone una prueba de acceso a la universidad común para todo el territorio nacional -a diferencia de las variaciones entre comunidades autónomas existentes en la actualidad, fruto de quejas por "desigualdades" cada año-.

Las condiciones básicas de esta "EBAU", explican en su programa, deberán ser fijadas por el Gobierno habiendo consultado previamente a las Comunidades Autónomas y a los órganos que representan a las universidades con tal de "garantizar la igualdad de oportunidades". Los de Feijóo han prometido reformar la LOMLOE buscando establecer un "contenido común" para todos los alumnos estudien donde estudien que priorice, además, las asignaturas "STEM" (aquellas centradas en las ciencias, la tecnología o las matemáticas) frente a las de Humanidades.

¿Qué propone Vox?

La formación capitaneada por Santiago Abascal coincide con el PP en eliminar las diferencias autonómicas de cara a la selectividad. En busca de un mayor centralismo, Vox defiende también implantar una prueba única de acceso a la Universidad en todo el territorio. Además, con tal de garantizar esa homogeneidad, prometen instaurar "una evaluación de ámbito nacional que asegure la asimilación de contenidos básicos en el conjunto de España".

Poco más puede conocerse de la propuesta en lo que se refiere a la EBAU de la formación derechista. Sin embargo, su programa incluye alusiones a promover las Humanidades "como elemento imprescindible y transversal" de la enseñanza, así como incluir en los currículos contenidos "sobre la historia de España, la identidad nacional, y la aportación de España a la civilización y a la historia universal", por lo que es de esperar que este tipo de contenidos formen parte de un futuro examen para los estudiantes.

Finalmente, ¿qué prueba de selectividad promoverá Sumar?

El programa de Sumar no hace referencia alguna a propuestas "concretas" sobre la selectividad. La formación de Yolanda Díaz plantea una serie de principios acordes a los que orientar la educación, líneas a seguir que sin embargo no ahondan en la EBAU.

Entre algunos de estos principios se encuentra "conectar la educación con la vida real del entorno local", así como con los "desafíos sociales, ecológicos, y de igualdad entre mujeres y hombres, comunicativos y tecnológicos". De forma más específica, la formación de Diaz defiende la laicidad de la educación o la promoción de la "libertad de conciencia del estudiantado". Por ello mismo, ningún contenido religioso formará parte del currículo y, por ende, no contará en ningún caso en el cálculo de la nota media de Bachillerato para acceder a la Universidad.

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