La noche del Delcygate no se la quiso perder nadie. Estaba el exministro de Transportes, José Luis Ábalos, a quien Pedro Sánchez interrumpió por teléfono en plena ópera del Teatro Real para que acudiera ipso facto a la T1 del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas para recibir a la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez -que tenía prohibido pisar el espacio Schengen-. Allá que fue en su coche personal acompañado de Koldo García, la alargada sombra del exministro. No faltaron al acontecimiento uno de los Aldama y Rubén Villalba, comandante de la guardia civil, ambos investigados por la Audiencia Nacional en el marco de la trama Koldo. Lo ocurrido aquella noche fue presenciado por un vigilante de seguridad que dio testimonio ante notario, un documento presentado por Vox en su querella contra Koldo García y al que ha accedido Vozpópuli.
A las 23 horas del 19 de enero, este vigilante iniciaba su jornada en el T1. Llegando al FBO (Fixed Base Operator) que le correspondía, se topa con personal de la Embajada de Venezuela, que anuncia que esperan a los pasajeros de un vuelo procedente de Caracas. Era el avión en el que volaba Delcy Rodríguez.
Tras unas gestiones en otro lugar del aeropuerto, regresa a las 23:45 al FBO y observa una presencia policial inusual: “Entre 15 y 20 policías nacionales y entre 6 y 8 guardias civiles”. Un compañero que terminaba jornada le indica que una de las personas del vuelo no puede acceder a territorio nacional. Se trataba de la vicepresidenta de Venezuela.
A las 00:05, siguiendo el procedimiento habitual, bloquea las puertas de acceso que conectan la zona terrestre con la aérea. Apenas 10 minutos después aparece el ministro Ábalos junto a Koldo García. Ambos trataron de acceder a la zona restringida pero no pudieron hacerlo porque las puertas de acceso estaban cerradas.
Según el testimonio de este vigilante, Ábalos y Koldo se quedan un rato mirando a través de los cristales y vuelven al hall de las instalaciones. La mano derecha del exministro de Transportes, Koldo García, intenta acceder nuevamente a la zona restringida en compañía de un comisario de la Policía Nacional. Lo intenta hacer sin identificarse, como dicta el protocolo, por lo que este vigilante de seguridad le llama la atención. Koldo García se encaró con el vigilante y, tal como atestigua el acta notarial, le respondió: “¡Yo no tengo por qué identificarme!”.
A las 00:25, un comisario del aeropuerto le comunica al vigilante que va a acceder a la zona restringida -la pista en que se encontraba el avión- acompañado de Ábalos y tres personas más. Acceden sin pasar por ninguna medida de seguridad. Una hora después, regresan al aeropuerto acompañados de los pasajeros del vuelo de Caracas. El vigilante tuvo que llamar la atención a un pasajero del vuelo porque accedió a la zona pública sin enseñar su pasaporte.
A continuación, se trasladaron a una de las salas VIP de la empresa Sky Valet, en la terminal ejecutiva. El personal de esta compañía trasladó dos carros con maletas al exterior para colocarlos en sendos vehículos. Unas maletas que no pasaron ningún control de aduanas.
El relato continúa con la marcha del exministro Ábalos, que abandonó las instalaciones con su personal de seguridad a las 2:15 de la madrugada. Solo una persona se quedó custodiando a los pasajeros del vuelo: Koldo García Izaguirre. La relación de ambos era tan estrecha que fue esta persona en quien confió Ábalos para tamaña misión.
A las 02:25 Koldo García medió para que se utilizase el mismo avión que venía de Caracas para trasladar a Delcy Rodríguez y el resto de pasajeros a Turquía “lo antes posible”. El personal de Sky Valet, sin embargo, comunica que es imposible que salga hasta las 14:00.
El turno de este vigilante no terminó hasta las 6 de la madrugada. Toda la noche permaneció Koldo García acompañando al pasaje venezolano, con la misma disciplina con la que custodió, años antes, los avales que catapultaron a Pedro Sánchez a la Presidencia del PSOE. Delcy Rodríguez abandonaría el aeropuerto en un vuelo comercial el lunes por la mañana. Fue escoltada por la Policía hasta el aeropuerto para no pasar el control de seguridad.
Las cintas borradas que pidió Vox
Este testimonio forma parte de la querella que Vox presentó contra Koldo García en marzo de 2020. En octubre, la Fiscalía solicita el sobreseimiento de la causa contra la mano derecha de Ábalos. El partido de Santiago Abascal se opuso y pidió que no se destruyeran las cintas que grabaron el encuentro con Delcy. Es una de las diligencias solicitadas por Vox. El partido insistió en ello en julio, agosto y octubre de aquel año. En mayo de 2021, Vox acude al Tribunal Constitucional para que paralice la destrucción de las cintas de vídeo. Algo que se vuelve a pedir en abril de 2022. Todo resultó archivado.
