El futuro del juez y el espionaje de Villarejo amenazan la causa contra los Pujol

El juez que investiga desde 2015 el caso Pujol, José de la Mata, que está pendiente de que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) acepte su solicitud para pasar a formar parte de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, y por tanto abandonar la Audiencia Nacional, mira ya de reojo a su compañero Manuel García Castellón, que instruye el caso Villarejo.

El pasado 21 de febrero Jordi Pujol Ferrusola, el hijo mayor del expresidente catalán Jordi Pujol Soley, registró un escrito en el Juzgado Central de instrucción número 6 en el que reclamaba a García Castellón que le considere perjudicado de las actuaciones ilegales del excomisario José Manuel Villarejo, cabecilla de un clan policial mafioso que según la Fiscalía anticorrupción "infectó" a la Policía.

Un posible traslado al Supremo de De la Mata implicaría un frenazo para la investigación de un juez, considerado muy concienzudo y que se conoce muy bien el conjunto de la causa, que tiene como fecha límite para finalizar las pesquisas el 23 de marzo de 2021.

Sin embargo, la principal preocupación para los investigadores procede de la denuncia interpuesta por Jordi Pujol Ferrusola contra Villarejo, que trata de esta forma de emular al presidente de Ausbanc, Luis Pineda, que ha logrado personarse como acusación particular en el espionaje de Villarejo encargado por el BBVA, con la intención de anular su juicio en la Audiencia Nacional.

Objetivo de Villarejo

Según el escrito del abogado del expresidente catalán, Jordi Pujol Ferrusola habría sido uno de los objetivos de Villarejo: "En particular, [...], sobre él se practicaron multitud de seguimientos personales, se confeccionó documentación falsa luego aportada por particulares a la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada y se dio cobertura con cargo a recursos públicos a distintos denunciantes espontáneos".

Y todo ello, prosigue el documento, "por cauces ajenos al conocimiento de la autoridad judicial y escapando a su fiscalización, en interés y lucro propios", según consta en el escrito, al que ha tenido acceso Vozpópuli y fue adelantado por El Mundo.

Y por eso será ahora el instructor del caso Tándem, Manuel García Castellón, el que tras conocer la opinión de la Fiscalía anticorrupción, el que decida si acepta al primogénito de Pujol como afectado por la actuación de Villarejo, y por tanto crea una nueva pieza separada en Tándem, o por el contrario rechaza investigar las actividades del excomisario en relación al clan del expresidente catalán.

"No afectan"

Sin embargo, las fuentes consultadas por Vozpópuli consideran que las actividades presuntamente delictivas del comisario jubilado Villarejo no afectan al caso Pujol. Así de contundentes se expresan las fuentes de la Fiscalía y de la Audiencia Nacional, que rechazan que todos los trabajos policiales del excomisario fueran delictivos, sobre todo si no ha cobrado dinero por ello.

Por ello, la contaminación de la causa del expresident no se produjo gracias a la precaución que tuvieron los sucesivos magistrados que han llevado la causa, Pablo Ruz y José de la Mata, que evitaron que las actividades de Villarejo y el resto de imputados afectaran a las pesquisas.

Sin embargo, los Pujol tratan de convencer a los fiscales y al juez García Castellón de que algunas de las actividades de Villarejo contra ellos ya están siendo juzgadas. Y aluden al caso del pendrive que contenía el volcado de la vida digital de Jordi Pujol Ferrusola "y que trató de ser policialmente incorporado a una causa judicial".

Al margen de la legalidad

Además, el clan considera que Villarejo actuó "al margen de cualquier legalidad y sirviéndose de su condición de funcionario público, falseó documentos de carácter mercantil, obtuvo información de carácter íntimo respecto de Jordi Pujol Ferrusola y ofreció ventajas y cobertura económica y policial a distintos testigos para presentar declaraciones moldeadas de signo pretendidamente incriminador".

El escrito del clan se refiere en concreto a Francisco Javier de la Rosa y María Victoria Álvarez, que reconocieron en sus respectivas declaraciones judiciales haber formulado sendas denuncias ante la Comisaría General de Policía Judicial en Madrid contra Jordi Pujol Ferrusola a instancias de Villarejo y su socio Rafael Redondo.

"La realidad procesal ha permitido conocer que quienes presuntamente realizaron investigaciones extrajudiciales respecto de documentación íntima y confidencial y elaboraron exprofeso información mercantil falsa para imputar la comisión de delitos fueron Higini Cierco y Villarejo", concluye el escrito de los Pujol, que podría amenazar la causa contra el clan.