Vuelta a la actividad en el Congreso de los Diputados. Eso sí, por un día. El próximo 22 de enero, sus señorías desempolvarán los escaños del Pleno para resolver el suplicatorio de José Luis Ábalos y votar la convalidación de tres decretos que el Gobierno aprobó en el último Consejo de Ministros del año. El primero, contiene la parte final de la reforma de pensiones pactada entre el Ejecutivo y los agentes sociales y saldrá adelante gracias al respaldo del Partido Popular. Lo anunció Alberto Núñez Feijóo hace unos días. El segundo, reestablece el impuesto extraordinario a las energéticas y no tiene visos de prosperar por la negativa de PNV y Junts.
Y el tercero, un decreto ómnibus que recoge "medidas urgentes en materia económica, tributaria, de transporte y de Seguridad Social", además de la prórroga de "determinadas medidas para hacer frente a situaciones de vulnerabilidad social", está en el aire. El PP duda con el sentido de su voto. Hasta ayer, la idea era apoyarlo, porque afecta a cuestiones como las ayudas para los afectados por la DANA en la Comunidad Valenciana. Pero el grupo que comanda Miguel Tellado, a fin de evitar que entre un balón en la portería, ha escudriñado el texto de arriba abajo. La misión era dar con el gato encerrado. ¡Eureka! Ni más ni menos que la cesión al PNV de un palacete valorado en doce millones de euros en plena milla de oro de París.
Tentados con mirar hacia otro lado -en las últimas semanas ha habido un acercamiento a los nacionalistas vascos para propinar derrotas parlamentarias a Pedro Sánchez-, los populares finalmente han decidido denunciar el "negocio redondo" de los jetzales con este regalo navideño. Fue el día de Nochebuena cuando el BOE publicó el traspaso al PNV de la propiedad del inmueble [actualmente sede del Instituto Cervantes] situado en el número 11 de la avenida Marceau de la capital francesa. El motivo esgrimido: "La vinculación histórica del edificio con este Partido".
La relación data de la Guerra Civil Española. En 1936, se constituyó el primer Gobierno vasco, presidido por José Antonio Aguirre, y estableció en el citado enclave una delegación que se convirtió en el epicentro de las operaciones en el exilio. Ahora, en base a la ley de Memoria Democrática, el Ejecutivo cumple con una reivindicación histórica de su socio vasco.
Para el PP, todo se reduce a una maniobra que convierte al PNV en "el casero" de España: "El decreto prevé que el Instituto Cervantes se quede en ese edificio... pero pagándole una renta al PNV. Así, Aitor Esteban y Andoni Ortúzar se convierten en los caseros del Gobierno de España, sacándole una renta anual al Estado al menos hasta 2030. Por lo tanto, el PNV no solo se adueña de un edificio situado en una zona VIP de París, valorado en al menos 15 millones €, sino que también se convierte en rentista del Estado español. Dinero calentito y limpio, directo de los españoles al socio de Sánchez".
No obstante, esta operación podría no llegar a buen puerto. Porque, a día de hoy, no está garantizado que el decreto pueda salvar el trámite parlamentario. De momento, el PP se niega a desvelar qué votará, a pesar de la escandelara que ha montado con esta prebenda de Sánchez a sus aliados nacionalistas. "Por fin conocemos el motivo que ha llevado al PNV a arrastrarse defendiendo todos los disparates del Gobierno de Sánchez y a Aitor Esteban a ejercer como portavoz adjunto del PSOE...", denunció ayer el grupo popular en sus redes sociales. Una actitud que soliviantó al portavoz del PNV, que en una entrevista en Antena 3 recalcó que "el PP no se está esforzando en acercar posturas con el PNV", más bien "todo lo contrario".
Puigdemont desempata
En realidad, el que tiene en su mano la llave de este decreto es... Carles Puigdemont, que ha vuelto a poner patas arriba la política española con un enésimo órdago. Ayer, la Mesa del Congreso pegó la segunda patada hacia adelante a la proposición registrada por Junts para que Sánchez se someta a una cuestión de confianza, exigencia del expresident catalán para mantener el apoyo al Gobierno. Este viernes, en rueda de prensa solemne, dirá si cumple con la amenaza y consuma la ruptura con el PSOE, lo que acarrearía automáticamente el voto en contra de su grupo a los decretos de la semana próxima.
El estado-situación del PP en la nueva cuenta atrás de Puigemont es el siguiente: "Serenidad, prudencia y equidistancia". La máxima: "Que se devoren entre sí, nosotros quietos". Y la actitud: "De espera activa y de disfrutar del espectáculo desde la barrera". Fuentes de Génova anticipan que, de ser cierto que Junts se descuelga del bloque de Sánchez, actuarán en consecuencia y darán por acabada la legislatura. De todos modos, hay quienes en la bancada popular ya vislumbran lo que hará el líder independentista fugado de la Justicia: "Amagar, amenazar y nada más".
Birmania
17/01/2025 08:47
A los mercenarios no se les regala nada.
MataNarcisos
17/01/2025 12:46
Al igual que ayer vimos a Aitor, bajado de su tractor, afirmando que nunca apoyaran al P.P. por VOX, ahora el P.P. nunca debería apoyar la medida de regalitos al depósito de ese tractor, si quiere arar con el, que se lo llene Sumar, Podemos, Bildu, u otro de tantos socios a los que Aitor por contrario no hace ascos, AUNQUE ALGUNO PEGASE TIROS EN LA NUCA HACE NADA. Que poca VERGÜENZA tienen los componentes actuales del PNV.
javcergar
17/01/2025 20:31
El PP lo aprobará 🤗.