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Política

Ciudadanos elige por primera vez Barcelona para el cierre de la campaña electoral

Rivera, Roldán y Arrimadas en un mitin en Barcelona.

Ciudadanos cerrará la campaña electoral del 10-N en Barcelona, en un sitio aún por determinar, en lo que supone una novedad para la formación de Albert Rivera ya que desde que salió de Cataluña para convertirse en un partido de ámbito nacional siempre había terminado las campañas generales con un mitin en Madrid.

Esta es la principal novedad de la campaña del 10-N, que en esta ocasión sólo durará una semana al tratarse de una repetición electoral. En la decisión de cerrar la campaña en Barcelona ha pesado la situación por la que pasa Cataluña desde que se conoció la sentencia del procés y el posterior clima de violencia que se ha vivido en las principales ciudades de esta comunidad autónoma.

El inicio de la campaña será en Cádiz, cuna del constitucionalismo y símbolo del liberalismo español. Al igual que en las pasadas elecciones generales de abril, no habrá una pegada clásica de carteles en la noche del jueves, sino algún elemento “novedoso” como lo fue en la anterior convocatoria electoral, en la que Rivera dio pistoletazo de salida a la campaña naranja con un holograma. Tras ello, el viernes 1 de noviembre habrá en Málaga un acto centrado en economía y fiscalidad con Rivera y el equipo económico al completo -Marcos de Quinto, Luis Garicano y María Muñoz- como teloneros.

El único fin de semana de la campaña naranja se desplazará a Cataluña: el sábado 2 habrá un acto con Rivera e Inés Arrimadas en Tarragona, donde el partido corre el riesgo de perder el diputado que consiguió en abril, y al día siguiente repetirá esta última en Hospitalet del Llobregat ya que el líder de Cs se preparará el debate televisivo del día siguiente.

Sin los mítines clásicos

Con todo, es muy posible que Rivera participe en un acto de Cs en Madrid durante la mañana del lunes 5. Tras el plato fuerte del debate, el líder de la formación naranja pondrá rumbo a Valencia (martes), Sevilla (miércoles), Madrid (jueves) y la citada Barcelona para el cierre de campaña del viernes. Aún están por cerrar dos desplazamientos a dos ciudades de Extremadura y Castilla y León, dos comunidades en las que Cs se juega varios diputados.

El partido centrista huirá del formato clásico de los mítines y se centrará “en la cercanía y en una campaña pegada a la gente” con los llamados ‘encuentros ciudadanos’ que se hacen en recintos más pequeños y con un número menor de gente, según fuentes oficiales del partido. Ello conllevará un gasto menor. Ciudadanos, al igual que el resto de los grandes partidos, no tendrá publicidad exterior, de ahí que el presupuesto para la campaña del 10-N sea de unos tres millones de euros, la mitad de que lo se gastó para el 26-A.

Ciudadanos apostará en los próximos días por los vídeos o ‘spot’ políticos, en la línea de los que se han lanzado en los últimos días sobre la situación en Cataluña por los lazos amarillos o los privilegios de los políticos condenados por el procés. Además, el partido ha estrenado hoy una gran pantalla en la fachada de su sede nacional en Madrid con un mensaje de felicitación a Arrimadas por el anuncio de ayer de que está embarazada.

'Sí se puede'

La estrategia de campaña pasará por un nuevo lema –‘Sí se puede’- que se asemeja al popular eslogan de Barack Obama con el que llegó a la Casa Blanca y que Podemos ya ha utilizado en el pasado. El mensaje que se quiere trasladar es “la misma llamada al movimiento” del ‘Vamos’ que se utilizó en abril o el de ‘España en marcha’ que ha sido el lema de la pre-campaña. En resumen, “un elemento muy presente, de motivación y orgullo, para que nuestros votantes vayan a las urnas y no tanto el convencerles” de que repitan el voto, indican las citadas fuentes.

En Ciudadanos son conscientes de que la movilización de sus votantes es el elemento clave de la campaña, ante la “desconexión” de la gente en general por la repetición de elecciones. “Hay partidos que lo sufren más y otros menos. El reto de la movilización es nuestro principal desafío”, admiten.

El partido de Rivera mantiene que o bien ganan junto al PP, su “socio preferente”, en escaños a Pedro Sánchez, o bien se quedará en la oposición, pero a diferencia de la anterior campaña, ahora desde esa hipotética oposición se intentaría que no hubiese terceras elecciones. Para ello, ofrecerían al PSOE "una serie de condiciones" para no oponerse a la investidura de Sánchez a cambio, previsiblemente, de la abstención de los diputados de Cs.

En cuanto a las encuestas internas, las citadas fuentes reconocen que siguen por debajo de los resultados del 26-A (57 escaños con el 15,8%), pero por encima de la mayoría de los sondeos privados que vaticinan un descalabro por debajo de la veintena de diputados. En estos momentos, las encuestas que maneja Rivera colocan a Cs en tercera posición empatado con Podemos y por delante de Vox, del que reconocen que va subiendo en los ‘tracking’ internos, tal y como adelantó Vozpópuli

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