"Fue una iniciativa de la presidenta. Dijo que había que poner el foco donde parecía que había corrupción de verdad y, al final, se ha descubierto una verdadera trama corrupta que afecta a varios ministerios y en la que Koldo, un portero de prostíbulo amigo de Ábalos, era sólo el mediador. Obviamente, había gente por encima".
En el equipo de Isabel Díaz Ayuso reina la satisfacción desde hace dos días, una sensación extendida por ósmosis al PP madrileño. El Pleno de la Asamblea de Madrid celebrado este jueves fue buena prueba de ello. Ayuso, inspirada, rozó el monólogo en una intervención donde cada frase fue un arenque para sus 69 diputados. La presidenta madrileña volvió a bromear con la muerte del pato en la mascletá de Madrid, le devolvió a Juan Lobato una afrenta encajada antes de las elecciones gallegas y lanzó su ya archiconocido me gusta la fruta.
Y es que Ayuso se ha cobrado su particular vendetta con Pedro Sánchez y el PSOE justo donde los socialistas localizaron su talón de Aquiles: los contratos públicos en compra de mascarillas durante la pandemia.
La respuesta de Ayuso a lo que considera un "linchamiento" se ha traducido en el 'caso Koldo', o 'caso Ábalos', como insisten en el PP. Una trama investigada por la Guardia Civil que se ha cobrado 20 detenciones por toda España y presuntamente liderada por quien fuera la mano derecha de José Luis Ábalos, exministro de Transportes y exnúmero dos del PSOE con Sánchez hasta que fue cesado, sorpresivamente, en julio de 2021.
"Había que investigarlo todo"
Ayuso siempre ha considerado desmedidas las críticas por la comisión cobrada por su hermano, Tomás Díaz Ayuso, por intermediar en favor de la empresa Priviet en un contrato de un millón y medio de euros rubricado por la Comunidad de Madrid por compra de mascarillas. El mismo que, a la postre, terminó con la carrera política de Pablo Casado. Este viernes, curiosamente, se cumplen dos años de su dimisión como presidente del PP.
"Ha sido el contrato más comentado de la historia de la humanidad", se quejan desde el entorno de la presidenta madrileña. "Tertulias, medios de comunicación, redes sociales, Sánchez. Todos fueron a por ella. Lo llevaron a la Fiscalía Anticorrupción y a la Europea, y ambas desestimaron cualquier irregularidad", defienden sobre sendas causas archivadas, respectivamente, en junio de 2022 y marzo de 2023.
Ayuso puso a funcionar a todo su equipo para pasar al contraataque. El gabinete de la presidenta madrileña empezó una investigación en la que revisaron todo tipo de documentos públicos. "Había que investigarlo todo", recuerdan las fuentes consultadas. Detectaron una docena de contratos con presuntas irregularidades en la compra de material sanitario.
El primero de ellos fue el desvelado por Vozpópuli el 14 de abril de 2020. Una compra del Ministerio de Transportes –el entonces dirigido por Ábalos– por valor de 8 millones de euros en favor de Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas Sociedad Limitada. La empresa que en 2020 registró una facturación récord de 53 millones de euros en 2020 tras haber permanecido prácticamente inactiva durante los dos años anteriores. El eje en torno al que pivota el 'caso Koldo'.
Fue en marzo de 2022 cuando Alfonso Serrano, mano derecha de Ayuso, se presentó con el botín en la Fiscalía Anticorrupción. Semanas después, la Fiscalía abrió diligencias. Un mes antes, el mismo órgano judicial abría diligencias contra el hermano de Ayuso tras las denuncias interpuestas por Más Madrid, Podemos y el PSOE. El recorrido judicial, como se ha dicho, se lo ha llevado la acción llevada a cabo por el PP de Madrid.
"Si el PSOE y el presidente no lo ataja a tiempo, puede ser el 'caso Sánchez'", sacaba pecho el propio Serrano en una entrevista en Onda Cero este jueves. El secretario general del PP de Madrid ha desvelado que el partido fue aportando información a Anticorrupción conforme recababan pruebas.
"Comparado con la sentencia que sirvió para derrocar al Gobierno de Rajoy, que era 200.000 euros, tendría que haber tumbado ya al Gobierno", siguen desde el entorno de Ayuso. "Esto es sólo el inicio", vaticinan. "Este escándalo es diferente a todos los vividos por Sánchez hasta ahora", zanjan. "Ahora podemos darle al play a la grabadora y aplicar, esta vez de verdad, lo que le decían a Ayuso", se congratulan en Génova.
