Política

Ábalos declara la guerra a Pedro Sánchez y amenaza la estabilidad del Gobierno

El que fuera mano derecha de Sánchez dice que se queda para defender su honorabilidad y debilita todavía más al PSOE, que necesitará su voto en las leyes más relevantes

José Luis Ábalos se queda. Y no sólo eso. Su declaración en el Congreso es, por un lado, una declaración de guerra a Pedro Sánchez al desafiar su autoridad en el PSOE y, por otro, una amenaza la estabilidad de un Gobierno que de tantas pistas que tiene para sobrevivir es algo más que un circo.

Ábalos, exministro de Transportes, ha anunciado este martes que pasa al Grupo Mixto para defender su "honorabilidad". Y que no piensa acabar su carrera política como un corrupto, puesto que no está acusado de nada. El PSOE le había dado 24 horas para renunciar a su acta. Al no hacerlo, ha procedido a su inmediata suspensión de militancia.

Pero la intervención de Ábalos en el Congreso, en la que no ha aceptado preguntas, ha sido algo más que el mero trámite de un anuncio. Ábalos ha cargado contra su partido por no darle una salida. Ha hablado varias veces de que nadie le explicaba a las claras de su restitución si, como él cree, no hay nada contra él. Y ha hecho en una verdadera declaración de guerra a Sánchez y a la actual cúpula socialista. De hecho, ha asegurado en varias ocasiones que hay mucha gente que le apoya. Y se ha mostrado dispuesto a hablar con todos los medios y a dar las respuestas a todas las preguntas.

"Sé que hay muchas preguntas. Yo también tengo muchas respuestas", ha dicho. "Me quedo para obligar a los que me echan a mirarme a los ojos".

"Le pedían dimitir y ya veremos"

Fuentes próximas a Ábalos aseguran que el PSOE no ha querido escucharle. Y que las conversaciones a través de terceras personas que ha podido tener no le habían convencido. Ferraz quería su dimisión "y luego ya veremos". El ya exdiputado socialista quería certezas sobre el futuro que le esperaba si dejaba el Congreso.

Ábalos ha optado por resistir. Y es un mal enemigo. No solo es ex ministro, sino que además ha sido secretario de Organización y mano derecha de Sánchez en los peores momentos políticos del actual presidente. Y es guardián de algunos de los secretos más inconfesables del Gobierno.

Con su salida, el PSOE se queda en 120 escaños. Y su socio de coalición, que ya perdió cuatro diputados de Podemos, tiene 27. El Gobierno de coalición se queda en 147 diputados -el PP tiene 137-, lo que debilita todavía más su posición de dependencia del nacionalismo y el independentismo vasco y catalán.

Ábalos no ha precisado si piensa apoyar todas las iniciativas del Gobierno, como por ejemplo la amnistía. Pero el mero hecho de poder hacerlo obliga a Sánchez a tener que negociar con un diputado que le ha desafiado abiertamente.

Los secretos de Ábalos

Ábalos fue el protagonista de uno de los mayores escándalos de este Gobierno. El encuentro del entonces ministro con la vicepresidenta venezolana en el aeropuerto de Madrid en enero del 2020 es un episodio que solo se conoce superficialmente. La Moncloa negó esta reunión hasta que no le quedó más remedio que admitirla. Y ofreció versiones contradictorias sobre la misma. "Si alguien conoce lo que pasó y de lo que se habló en aquel avión es Ábalos", explican.

Si fue consecuencia o no de aquella cita, el Gobierno aprobó en 2021 un rescate de 53 millones de euros para la aerolínea Plus Ultra. La compañía apenas tenía vuelos pero estaba muy conectada con el régimen chavista de Nicolás Maduro.

El rescate fue aprobado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que depende del Ministerio de Hacienda. Y Ábalos trató de desvincularse de la operación. Poco después, se supo que la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) y Aviación Civil, ambos dependientes del Ministerio de Ábalos, emitieron dos informes sobre la aerolínea a petición de la SEPI antes de que los gestores de esta entidad aprobaran la inyección millonaria.

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