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España

Podemos ya mira al 'día después' del 20-D con Errejón como futuro líder

El secretario de Política de Podemos, Íñigo Errejón, en un acto del partido.

El resultado "bastante malo" de las elecciones catalanas, el fracaso de la confluencia, el descenso en las encuestas, el tono cada vez más elevado de los sectores críticos del partido y la confirmación, en el debate del domingo en Salvados (La Sexta), del desgaste de la imagen de Pablo Iglesias han conducido a Podemos a su peor momento justo cuando se cumple un año de la Asamblea fundacional de Vistalegre. De ahí que aparezcan voces destacadas del grupo primigenio que lanzó el partido apuntando ya al "día después" de las generales y haciendo un llamamiento a reconstruir esta organización.

En paralelo a tales análisis, dentro de las bases de Podemos emerge cada vez con más fuerza la figura de Íñigo Errejón, como el llamado a recuperar la frescura, la contundencia, la conectividad con la calle y la capacidad de sorpresa con que irrumpió Iglesias el año pasado. El secretario de Política sí sobresalió, a juicio de la militancia, frente a otros dirigentes rivales en la tertulia posterior al cara a cara de Iglesias y Albert Rivera, presidente de C's. En Podemos, se vienen haciendo desde el verano la pregunta de "qué pasa cuando el líder caduca".

Los citados miembros del equipo promotor dan por descontado que el resultado del 20-D no llevará a la formación a ganar las elecciones, naufragando así en el objetivo primordial mantenido hasta la pasada semana. De este modo, y pese a que esperan que Podemos logre la mayor representación posible en las urnas, creen que el verdadero futuro de Podemos no pasa por los comicios de diciembre, sino por el momento inmediatamente posterior, que consideran crucial, determinante.

En tal sentido se pronuncian Jaime Pastor, miembro del Consejo Ciudadano de Podemos en la Comunidad de Madrid e ideólogo de la antigua Izquierda Anticapitalista, y Brais Fernández, colaborador del área de Extensión y Logística de la formación morada en sus inicios. En el libro Podemos. Objetivo: asaltar los cielos (Planeta, 2015), el autor Jocobo Rivero sitúa a Fernández allá por diciembre de 2013 dentro de los integrantes de aquellos "encuentros a las 7.30 de la mañana en la librería La Marabunta", donde empezó a gestarse la puesta en marcha del partido.

"La aspiración rupturista debería seguir siendo un eje de delimitación claro frente a otra fuerzas", afirma Pastor

En sendos artículos ahora para la revista Viento Sur, ambos hacen un diagnóstico similar de la deriva del partido y consideran que continuar por la senda de la "moderación" socialdemócrata no es lo más acertado en el nuevo tiempo político que traerá la próxima legislatura. Así, por ejemplo, Pastor subraya que "sea cual sea el desenlace, la 'guerra de posiciones' no termina en diciembre: solo será el final de una batalla y de un ciclo para iniciar otro en el que habrá que reanudar la tarea de construir un 'partido movimiento' al servicio de esa 'unidad popular' más necesaria aún si queremos mantener abierta la aspiración al 'cambio' frente al proyecto 'restauracionista' ya en marcha.

En esta línea, el firmante del texto fundacional de Podemos remarca que existen "razones más que justificadas para que, sea cual sea el escenario, nos esforcemos a partir de enero por impulsar, como ya se está intentando hacer desde el plano local y autonómico, una nueva institucionalidad surgida de la simbiosis de la actividad de nuestros y nuestras 'representantes' con la autoorganización y el empoderamiento popular".

Dentro de esta disección, Pastor encadena una serie de críticas constructivas a la formación donde milita. Cuestiona, por ejemplo, una "ambigüedad creciente en el discurso", el empleo de "viejas formas de hacer política que han conducido al progresivo descenso de la participación" o el hecho de haber "subestimado la necesidad de apoyarse en la nueva ola del cambio de las candidaturas de unidad popular municipales".

Especial atención presta este profesor de la UNED al viraje protagonizado por Iglesias, que ha ido corrigiendo los planteamientos de choque del principio. Según Pastor, "no por mucho 'moderarse' se llega mejor al electorado procedente del PSOE o incluso al que duda hoy entre Podemos y Ciudadanos". A su juicio, "la aspiración rupturista -destituyente y constituyente- debería seguir siendo un eje de delimitación claro frente las fuerzas meramente conservadoras o reformistas del régimen".

Una hoja de ruta con "dinámica social"

Por su parte, Brais Fernández destaca que "hay que desbordar a Podemos desde ya y sobre todo, en cuanto pasen las elecciones, si queremos organizar una victoria que merezca la pena". "Podemos decir que la tarea de construir el partido-movimiento sigue vigente, porque sin dinámica social, sin surfearla, no hay victoria electoral", añade. Para este promotor, la dirección y las bases del partido deben "aprovechar la campaña para retomar el contacto con la gente, para que pase lo que pase, estar en la mejor posición posible para el día después".

Fernández también reprocha al proyecto de Iglesias "la sacralización de la figura del secretario general", así como el desarrollo de "un programa, un discurso y unas prácticas crecientemente moderadas que han aburrido a propios y extraños, y que, al fin y al cabo, vienen a transmitir la sensación que lo que se puede cambiar es nada o muy poquito". Afea, además, esa "tendencia a confundir a Podemos con el 'pueblo' y a la dirección de Podemos con el conjunto de Podemos".

Tanto Pastor como Fernández comparten con Errejón no sólo la militancia en el partido del círculo. Los tres coinciden, a su vez, en el consejo asesor de la revista Viento Sur, al que ya pertenecía el secretario de Política antes del nacimiento de la formación morada. También el padre del 'número dos' de Iglesias, José Antonio Errejón Villacieros, escribe en esta publicación, afín al movimiento Anticapitalistas.

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