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"Usar la película 'No mires arriba' para criticar al adversario es mezquino: estamos todos"

Expertos en comunicación política analizan el nuevo fenómeno de Netflix. La película dirigida por Adam McKay está teniendo una gran repercusión entre la clase política. Incluida la española. Donde algunos ven una caricatura de Trump, otros apuntan a Cristina Fernández de Kirchner o a Isabel Díaz Ayuso

"Usar la película 'No mires arriba' para criticar al adversario es mezquino: estamos todos"
Netflix

La película 'No mires arriba' dirigida por Adam McKay y estrenada en Netflix el pasado 24 de diciembre no ha dejado indiferente a nadie. Tampoco a la clase política española, que se esfuerza estos días por identificar a varios de los personajes con los adversarios del resto de partidos. El diputado socialista José Zaragoza y otros tantos simpatizantes del Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos ven a Isabel Díaz Ayuso en el personaje de Meryl Streep. Así lo han manifestado en las redes sociales. "Todos estamos reflejados en la película durante más o menos tiempo", considera Pedro Marfil, miembro del consejo directivo de la Asociación de Comunicación Política (ACOP) y profesor de la Universidad Camilo José Celan (UCJC).

La cinta, protagonizada por Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence, cuenta la historia de dos científicos mediocres que descubren por casualidad un cometa de entre 5 y 10 kilómetros de diámetro que se dirige hacia la Tierra. Solo tienen seis meses para cambiar la trayectoria del proyectil porque, si no lo consiguen, el planeta desaparecería. Ante tan alarmante información deciden ponerse en contacto con el Gobierno de Estados Unidos, pero su reacción no es la que esperaban.

Si bien se escribió pensando en la crisis climática -el cometa es en realidad una metáfora del calentamiento global-, hay varios aspectos de la película que recuerdan a muchas situaciones vividas durante la pandemia. Es una crítica caricaturesca a los políticos que priorizan sus intereses electorales por encima de todo, incluso de la ciencia, y también a una sociedad idiotizada que sucumbe a las fake news. Los medios de comunicación tampoco salen bien parados. ¿Habla de Donald Trump, Joe Biden, Pedro Sánchez, Isabel Díaz Ayuso, Cristina Fernández Kirchner...? Expertos en comunicación política dan su opinión en Vozpópuli.

Está bien porque trata temas pertinentes, pero no es una obra maestra. Es una comedia con una crítica interesante, pero no solo al populismo, sino a toda la clase política y a la sociedad

"La película está bien porque trata temas muy pertinentes, pero no es una obra maestra. Es una comedia divertida con una crítica interesante, pero no solo al populismo, sino prácticamente a la totalidad de la clase política y de la sociedad. Critica al sistema de medios, a la incapacidad de la política para articular respuestas ante problemas graves y a una sociedad infantil incapaz de dar un paso adelante en determinadas situaciones", dice Pedro Marfil, miembro del consejo directivo de la Asociación de Comunicación Política (ACOP) y profesor de la Universidad Camilo José Celan (UCJC).

Incluso los propios protagonistas de la película, señala Marfil, también son parte de la crítica en tanto en cuanto se dejan llevar por la fama. "El científico es capaz de anular a su doctoranda y se calla. Ella traga con la situación y se marcha. Aun siendo la más rebelde también es un personaje susceptible de crítica", apunta. "Utilizar la película para criticar al adversario de otras formaciones o para criticar ideas que no son las nuestras es mezquino. En realidad todos estamos en esa película y ese es valor diferencial del largometraje", considera el profesor.

"Todos estamos reflejados de una forma u otra, más o menos tiempo. Bien por las cosas que nos callamos o por la comodidad a la hora de informarnos solo con el teléfono, por nuestra incapacidad de articular un pensamiento crítico que vaya más allá del titular o de la declaración rimbombante...", insiste.

Trump, ¿el peor parado de la película?

Javier Álvarez, director de la consultora estratégica de comunicación Stratego, opina que la película es una caricatura de muchos aspectos de la sociedad actual, pero sobre todo de Donald Trump y de su política. "Existen muchas similitudes: desde las gorras y las camisetas con mensajes en los mítines a la presencia de uno de sus vástagos en el equipo. La cinta denuncia los peores rasgos de la política en tanto que los intereses electoralistas priman por encima de lo realmente importante y preocupante", sostiene.

Nadie se ve representado en la película, comenta Álvarez a este diario, pero lo cierto es que Meryl Streep, en su rol de presidenta de EEUU, trata de dominar constantemente los temas de la agenda y los tiempos. "Cuando algo se complica se esfuerzan en correr cortinas de humo. Es la degradación política de los últimos años, una degradación que provoca sentimiento de orfandad. Cuando se ha ido Merkel, todos, incluso personas que no la han votado, nos hemos sentido un poco más huérfanos", señala.

Según el experto, ahora todo se maneja a través de las redes sociales. "Se pasa de héroe a villano en cuestión de segundos. Pero lo que pasa en las redes sociales no es lo que pasa en la vida real por muchas reacciones y likes que genere", añade. "Aunque es una caricatura generalizada de la sociedad actual, creo que se enfoca más en el populismo de derechas de Trump y que se puede extender a Bolsonaro, Vox... Uno puede pensar en quien quiera, pero está centrada en EEUU", apunta.

Óscar Álvarez, consultor de comunicación política y gerente de ACOP, opina que 'No mires arriba' "es una crítica social deliciosa, una caricatura que pone la polarización social que está viviendo occidente ante el espejo y la lleva al extremo de su comportamiento".

Es una caricatura que pone la polarización social que está viviendo occidente ante el espejo y la lleva al extremo de su comportamiento"

"No creo que sea una caricatura de Ayuso, lo es del comportamiento de la derecha y extrema derecha estadounidense", considera. "Lo que sí sucede es que existe una clara similitud entre la derecha de Trump y la derecha española. Por eso nos resultan identificables ciertos comportamientos", matiza. Entre ellos, Álvarez destaca "la comunicación política y la estrategia electoral, la simplificación del mensaje sobre si existe o no el meteorito,  el uso de las redes sociales para criticar, el uso de las fake news, el periodismo como show, la toma de decisiones en función de los intereses económicos o electorales...".

Y concluye: "La película propone, desde la sátira y la ironía, una interesante crítica social. ¿Cómo nos comportaríamos gobernantes, medios de comunicación y sociedad en un escenario de catástrofe? Llega en un momento adecuado para la reflexión: la amenaza del meteorito versus la amenaza de la pandemia. para la reflexión".

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