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Ómicron desata la histeria por revender entradas para espectáculos y conciertos

La explosión de contagios ha hecho, ya sea por enfermedad o miedo, que muchas personas cambien de planes y vendan sus entradas para conciertos y espectáculos

Ómicron desata la histeria por revender entradas para espectáculos y conciertos
El Wizink Center durante uno de sus espectáculos postpandemia Wizink Center

Si buscas "vendo entradas" en Twitter, encontrarás que la red del pajarito azul, además de Instagram, se ha convertido en un marketplace de entradas para conciertos y espectáculos. Desde el concierto del pasado miércoles para Dani Martín en Madrid hasta el de Pablo López el martes en Barcelona, ya sea por miedo o por contagio, ómicron ha hecho que los planes fijados para diciembre hayan cambiado de manera radical.

Los precios de las entradas, al contrario de lo que suele suceder con la reventa, no estaban por encima del precio fijado en taquilla. En muchas ocasiones, estaba al mismo precio e incluso por debajo, ya que la urgencia hizo que no se buscase hacer negocio sino recuperar como mínimo parte del dinero invertido. Lo cierto es que Pablo López, pese a las bajas por ómicron, vendió todo el papel, así como Dani Martín, que por quinta noche seguida colgó el 'no hay entradas' en el Wizink Center.

"Debido a la situación actual de contagios no me resultaba totalmente cómodo ir a un complejo cubierto, aun estando avisado de que el Wizink Center es casi tan seguro como acudir a un espectáculo al aire libre", cuenta Jacinto Calvente a este diario, una de las personas que decidió no acudir al concierto de Dani Martín el pasado miércoles pese a no estar contagiado por covid.

En su caso, no fue al concierto por las fechas navideñas en las que nos encontramos, ya que iba a ver a la familia y no quería ser un posible portador de 'malas noticias'. "Con los programas que informan del coronavirus ya no sabes si lo que haces está bien o mal", afirma.

El miedo ha sido uno de los principales motivos para evitar acudir a eventos masificados. Estos no tienen limitación de aforo y aunque el Consejo Interterritorial sí ha limitado los espectáculos deportivos (50% en interiores, 75% en exteriores), no ha hecho lo propio con los teatros, cines y salas de conciertos. "Vendo dos entradas para el 3 de enero en el Teatro real de Madrid a las 19:30 para La Boheme en el patio de butacas en la fila 3 porque mis abuelos tienen miedo de ir por la situación actual", es otro de los muchos mensajes que se pueden leer en Twitter.

El otro gran motivo es un contagio. En el caso de María Salvador, no fue al concierto de Dani Martín por ser positivo en covid, aunque el pasado día 29 fuese su último día de la cuarentena de diez días. "No fui porque me hice un test de antígenos y seguía dando positivo, aunque supuestamente no contagiaba no me encontraba del todo bien y no quería poner en peligro a la gente con la que iba", relata a Vozpópuli.

Guerra por vender... a la baja

En la reventa, el comprador siempre quiere obtener el sobrecoste menos doloroso para su cartera, pero en este caso, la guerra por vender era a la inversa: había mucha oferta de entradas y pocos demandantes, por lo que aquellos que no fueron por una u otra causa entraron en una guerra de precios en los que cada día sus entradas se devaluaban más.

"No las conseguí vender", nos cuenta, apenado, Jacinto Calvente. "Al principio intenté venderlas por lo que me costaron, pero la gente con la que hablaba no se decidía y debido a la gran cantidad de entradas que estaban en reventa fue imposible aun bajando el precio", afirma a este diario este estudiante de ingeniería informática.

Primero lo intenté al precio por el que me costaron, después las bajé a 30 euros y ya el día anterior al concierto hasta intenté regalar mi entrada"

En el caso de María Salvador, le ocurrió lo mismo: "No logré venderlas pese a que lo intenté con bastante antelación". Ella supo de su positivo diez días antes del concierto y desde entonces se movilizó para tratar de vender su ticket, pero le fue imposible. "Primero lo intenté al precio por el que me costaron (53 euros), después las bajé a 30 euros y ya el día anterior al concierto hasta intenté regalar mi entrada, pero nadie quiso ir". Es cierto que aunque la entrada fue muy buena, había bastantes huecos libres en las gradas debido a las bajas causadas por ómicron.

Cancelaciones por positivos entre los artistas

"The show must go on", decía Queen en una de sus canciones más míticas y esto es algo que han llevado a rajatabla todos los artistas. No ha habido cancelaciones por el enorme volumen de contagios de estas últimas semanas, aunque como es evidente, a ellos también les ha tocado sufrir ómicron. Funciones de toda España han tenido que suspender por tener contagios entre su elenco.

La Gran Vía madrileña ha perdido durante unas semanas dos de sus espectáculos más solicitados. Los musicales de Ghost y Tina Turner han suspendido sus funciones hasta 2022 por tener contagiados entre los artistas.

Por su parte, el tributo a Michael Jackson que se iba a celebrar el jueves 30 en el Palacio Euskalduna de Bilbao se ha aplazado hasta el 12 de febrero "por problemas de salud de los integrantes de la compañía", según la propia compañía, mientras que la cómica Eva Soriano ha cancelado su actuación en La Rioja.

Este problema se extiende a espectáculos de todo el país, desde la gala prevista en el Teatro Principal de Zaragoza para el pasado 27 de diciembre hasta varias funciones en Cataluña, como el estreno de "Tap Tap", en la sala Golem's, que ha tenido que suspenderse "por motivos derivados de la COVID-19". Un desastre absoluto para el sector del entretenimiento, que tras ser muy castigado durante la pandemia parecía que comenzaba a resurgir hasta la llegada de esta sexta ola con ómicron como principal protagonista.

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