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Multan con 4.200 euros a un restaurante que ayudó a familias vulnerables durante el confinamiento

Multan con 4.200 euros a un restaurante que ayudó a familias vulnerables durante el confinamiento

La Policía Local de Valencia ha sancionado con tres multas, que suman 4.200 euros, al restaurante 'La Lusitana Vasca' y a dos vecinas voluntarias, por haber repartido comida sin ánimo de lucro a 80 personas sin recursos durante el confinamiento en el barrio de Cbanyal

Según el medio 'Las Provincias', se trata de varias sanciones, dos de 600 euros cada una y una de 3.000 euros

El local defiende que su actividad era lícita, tal y como lo contempla la ley en el Real Decreto 463/20, artículo 10 apartado 4. El texto apunta que "se suspenden las actividades de hostelería y restauración, pudiendo prestarse exclusivamente servicios de entrega a domicilio", que fue el mismo apartado legal utilizado para ejecutar las sanciones. 

Ayudas a las familias más vulnerables

Una vez se declaró el estado de alarma, el restaurante contaba con grandes cantidades de comida en las despensas y cámaras, por lo que el propietario, Javier Márquez, decidió servir comida gratis a domicilio a las familias más vulnerables del barrio valenciano Cbanyal. De esta manera, 'La Lusitana Vasca' podía abrir al público, y al mismo tiempo respetar las restricciones contra el coronavirus establecidas por el Gobierno

"El BOE permite esta entrega de comida sin ánimo de lucro; la hicimos a través de dos asociaciones, Brúfol y Espai Veïnal Cabanyal", detalla Márquez. 

El local sirvió 84 raciones de comida. Las personas que acudieron al establecimiento respetaban todas las medidas establecidas por las autoridades sanitarias amparadas en el artículo 6 (e) del Real Decreto 463/2020 del BOE del 14 de marzo.

"Venía una persona de cada familia, manteniendo la distancia de seguridad. Todos nosotros llevábamos las EPIS" añade el propietario. 

Visita de la Policía Local

La Policía Local hizo una visita al establecimiento, en la que un agente"se dirige al establecimiento al observar cola de personas en la puerta recogiendo comida que es repartida por dos personas en el interior del local al exterior. Que la persiana se encuentra subida y las luces encendidas y en el interior hay varias personas trabajando, que la puerta del establecimiento se encuentra abierta y que en el interior hay dos mesas a modo de mostrador".

No se tiene en cuenta el carácter solidario y no lucrativo de la actividad, porque no se relatan de forma objetiva los hechos"

Dicha descripción es detallada en la denuncia, que asimismo señala que "abandonan el lugar tres clientes. Que entrevistados con el responsable indica que se encuentra en funcionamiento pero sin ánimo de lucro ya que colaboran con la asociación Brúfol en el reparto de comida a personas desfavorecidas". 

El propietario, Javier Márquez, y las personas voluntarias afirman que el local permanecía abierto durante el confinamiento únicamente para cocinar los alimentos y como centro de recogida de los pedidos.

Las personas afectadas se han negado a pagar la multa impuesta e insisten en que "no se tiene en cuenta el carácter solidario y no lucrativo de la actividad, porque no se relatan de forma objetiva los hechos".

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