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España

Un informe de Más Madrid revela su debilidad interna y la dependencia de los medios

La formación "incorporó" en los días de la campaña del 4-M a tan solo 666 personas en sus asambleas. Los militantes se quejan de la falta de transparencia y del control vertical de la cúpula

Más Madrid, el partido que logró ganar al PSOE y a Unidas Podemos en las autonómicas madrileñas del 4-M, se parece más a un artefacto mediático que a un partido arraigado en el territorio. Así lo revela el documento interno de Evaluación de Campaña Autonómica, al que ha tenido acceso Vozpópuli, que desglosa que durante el 4-M la formación supo atraer a sus asambleas a un puñado de ciudadanos. Seis distritos ni siquiera contestaron con datos claros a la encuesta. Las bases se quejan de la ausencia de primarias y de información, mientras que internamente se detecta cómo todo orbita alrededor de la figura de la candidata Mónica García y su proyección mediática.  

En Vicálvaro, por ejemplo, histórico bastión de la izquierda, durante el 4-M la formación "incorporó" a su asamblea tan solo a cinco personas (hasta los 20 miembros), mientras que en Villa de Vallecas, fueron 14. En Carabanchel los nuevos miembros fueron 30, y en Ciudad Lineal, 25. En San Blas, se han registrado tan solo 15 nuevas inscripciones, mientras que en Puente de Vallecas, 25 (hasta un total de 80 miembros en sus asambleas).

Los distritos de Centro, Retiro, Moncloa y Latina son aquellos en los que el partido puede presumir de haber despertado más interés. En esos lugares pudo contar con más de 100 militantes en las asambleas. Esto significa que en un total de 3,2 millones de madrileños, el nuevo partido de moda de la izquierda supo atraer durante el 4-M tan solo 666 nuevos activistas. La documentación interna revela, además, como seis agrupaciones de distritos están casi inactiva, puesto que ni siquiera contestaron con todos los datos a las preguntas del partido, dejando palpable la desconexión con las bases.

Debilidad organizativa

Fuentes conocedoras de estas cifras admiten la debilidad organizativa del partido que lidera Mónica García, cuya matriz nacional es Más País de Íñigo Errejón. Sorprende, además, el silencio de distritos como Arganzuela, Barajas, Chamartín, Chamberí, Fuencarral-El Pardo y Villaverde en ofrecer datos desglosados.

Las fuentes consultadas hablan de “casi inexistencia” de grupos de militantes activos, a la vez que el estudio interno recoge entre sus conclusiones la importancia de “crear dinámicas de participación, integración y fortalecer a Más Madrid”, facilitando el acceso a la información interna que sigue controlada por un núcleo muy restringido de dirigentes.

De hecho, los pocos grupos activos señalan entre los “errores o cuestiones a mejorar” la “coordinación y la comunicación con los distritos”. También se quejan de la falta de cuidado de los militantes y de la ausencia de primarias (algo que ya encendió una dura polémica que adelantó este diario).

Para las fuentes consultadas, la ausencia de una estructura de partido se traduce en la dependencia de los medios de comunicación y las redes sociales. Más Madrid gozó a lo largo de la campaña electoral del 4-M de un importante apoyo en las televisiones y radios nacionales, algo que, por ejemplo en Podemos, consideraron central en su victoria.

De la pantalla a las calles

El pasado 4 de mayo, Más Madrid cosechó en la capital 318.000 votos, frente a los 286.000 del PSOE y los 132.000 de Unidas Podemos. El Partido Popular solo logró 807.000 votos. Aunque a nivel territorial el partido sostiene que Más Madrid acertó en “huir de la polarización”, en el estudio interno se detectan críticas por haber centrado el mensaje en “echar a Ayuso”, lo que “puede haber reforzado su figura”.

A nivel territorial, las bases también se quejan del hecho de que el partido “tiene solo una sede”, con “horarios complicados y la imposibilidad de estacionar para retirar materiales”. Aunque en el informe considera que durante el 4-M pudo desplegar un total de 547 mesas informativas.

Seis distritos no ofrecieron datos, mientras en Puente de Vallecas se "incorporaron" 25 personas, y en Vicálvaro, 5

Sin militancia ni debate, es el candidato que gana peso. De hecho, Mónica García destaca como la punta de lanza de la formación, y los datos internos se traducen en que todo orbita a su alrededor. El informe recoge que la figura de García fue uno de los “aciertos” de aquella campaña: “Siete de 21 distritos hacen referencia explícita al perfil de Mónica como uno de los principales activos de la campaña (…) Se señala asimismo el acierto del tándem Mónica-Rita”, reza el estudio.

El fortalecimiento del personalismo de Más Madrid puede servir, por otro lado, para legitimar tanto a García como a Rita Maestre como futuras candidatas casi sin pasar por el debate de los militantes. Y también para limitar el poder de Errejón, interesado en afianzar nuevas alianzas y frenar el ascenso de una cúpula formada solo por mujeres.

En definitiva, el documento de campaña de Más Madrid abre el debate interno sobre el futuro de la formación y la necesidad de pasar de la pantalla a las calles. Un asunto central para un partido que aspira a sustituir a Unidas Podemos en el liderazgo de la izquierda al PSOE. De no ser así, toda la proyección de Más Madrid y Más País corre peligro de quedar en las manos de los centros de poderes que, impulsados por la Moncloa, pueden decidir cuando activar o desactivar a lo que de momento sigue siendo un artefacto más mediático que político.

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