Malestar entre los guardias civiles por el próximo cierre de 61 cuarteles: "Afecta a nuestra vida familiar"

La Guardia Civil ha comenzado este 2024 reorganizando las compañías y los cuarteles con el objetivo de seguir apostando por dar servicio al ciudadano en las "zonas más despobladas". Fruto de ello, se ha anunciado que en un plazo de cinco años se eliminarán los 61 Puestos Auxiliares en Oficinas de Atención Ciudadana que están ubicados en diferentes puntos de España. Una medida que genera inquietud entre los responsables de los mismos que no saben cuál será su destino: "Nos afecta a la vida familiar y personal", denuncia uno de ellos a Vozpópuli.

Las medidas entre las que se incluye el cierre de estos cuarteles fueron publicadas el 2 de enero en el Boletín Oficial de la Guardia Civil. El director General Leonardo Marcos González explicó en un informe de 41 páginas las medidas que se iban a adoptar en los próximos años para reorganizar el Cuerpo. "El compromiso de la presencia de la Guardia Civil en las zonas más despobladas", relata.

Para Marcos, el Instituto Armado tiene la "necesidad de dar una respuesta más eficaz en diferentes áreas del servicio" en relación a la seguridad ciudadana. La norma busca la finalidad de establecer "elementos organizativos y de coordinación para garantizar la continuidad de la acción de mando", a la vez que "faciliten la mejora de la conciliación de la vida profesional y personal de sus miembros".

Dentro de esta normativa se marca que en el plazo de cinco años desde la publicación de esta Orden General se procederá "con carácter general, a la reorganización de los Puestos Auxiliares en Oficinas de Atención Ciudadana". "Excepcionalmente, se podrá reorganizar algún Puesto Auxiliar en Puesto territorial cuando concurran circunstancias que así lo aconsejen", añaden.

Esta medida afectará a 61 cuarteles en toda España y ya han comenzado los traslados. "De forma totalmente inesperada y sin tener conocimiento previo por parte de ningún afectado, el día 17 de enero del 2024 guardias civiles, cabos y sargentos, pertenecientes a varias Unidades de la provincia de Granada, recibieron notificación personal informándole o bien que su unidad iba a desaparecer o que su puesto de trabajo iba a ser adaptado dentro de su misma unidad", explican a Vozpópuli fuentes de la Asociación Profesional de Cabos de la Guardia Civil.

Lo que pierden los guardias

Un total de ocho cuarteles se vieron afectados por esta medida. Los agentes tenían 48 horas para tomar una decisión sobre su futuro. Sin embargo, tras varias reuniones se consiguió reconducir la situación y el Coronel Jefe de la Comandancia de Granada amplió el plazo y ofreció toda la información que disponía por estos cierres.

La Asociación Profesional de Cabos afirma que los agentes damnificados sufren una "pérdida de capacidad profesional" porque estaban ejerciendo funciones que ahora no podrán desempeñar. "Esto conlleva un retroceso profesional", lamentan.

De las quejas recibidas por los afectados se destaca también la "afectación a su vida personal y profesional". Ya que los cabos tienen su vida en función de su unidad de destino actual. "El ser destinados lejos de su destino actual va en detrimento de su conciliación familiar, algunos de los afectados poseen hijos escolarizados y el puesto de trabajo de su cónyuge o pareja sentimental se encuentra próximo a su unidad actual", explican.

Otro de los puntos importantes es la "capacidad económica". El complemento de las vacantes se reduce a la mitad igual que dejan de recibir diferentes variables como nocturnidad, productividad o festivos trabajados. "Puede suponer una pérdida económica superior a los 3.000 euros anuales", avisan.

Sin fechas para el cierre de los cuarteles

La inquietud por el cierre de estos cuarteles se intensifica ya que se desconoce la fecha exacta de la medida a pesar de que tienen cinco años para cumplirla. El calendario estará marcado por la Dirección General de la Guardia Civil, según las diferentes Comandancias consultadas. También es un misterio la previsión de vacantes que quedarán para estos guardias y cabos que tendrán que dar un giro a su vida.

En el caso de Granada, ninguno de los cabos afectaos estaba conforme con la vacante asignada. Rechazan estos puestos "sabiendo que quedaran con una comisión de servicio y deberán solicitar vacante en los próximos concursos de antigüedad, sabiendo igualmente que existe gran posibilidad de ser destinados forzosos a cualquier punto de España". Lo hacen sin estar conformes, pero no les queda más remedio por el cierre de uno de estos cuarteles.