La Audiencia Provincial de Madrid ha iniciado este viernes el juicio contra tres agentes de Policía Nacional por la muerte de un joven de 21 años que recibió seis impactos de bala después de que tratara de agredirles con un cuchillo. La causa contra los tres agentes que protagonizaron dicha intervención policial, llega a la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Madrid, después de que el juez instructor decretara la apertura de juicio oral el pasado mes de septiembre.
El juicio corre a cargo de un juzgado popular al ser competente en el delito de homicidio por imprudencia del que se acusa a los agentes de la Policía Nacional. El caso que ha llevado a estos tres agentes frente a la Justicia empezó el 26 de noviembre de 2021, cuando una mujer llamó al 091 alertando de que uno de sus hijos estaba amenazando con un cuchillo a la familia.
Hasta el domicilio se desplazaron varios agentes de Policía Nacional que acabaron disparando contra el chico que acabó muriendo a causa de los disparos. Los agentes llegaron a disparar hasta en 19 ocasiones, alcanzando seis al joven. Por estos hechos, la acusación particular pide diez años de cárcel para cada uno de los agentes sin agravantes ni eximentes, además de una indemnización de más de medio millón de euros. La Fiscalía de Madrid pide para los tres agentes dos años y seis meses de prisión por un delito de homicidio con la eximente incompleta de la responsabilidad criminal de legítima defensa.
Informes forenses y pruebas periciales
Asimismo, este viernes en Sala se ha conocido la personación como acusación particular de los hermanos del joven fallecido en la causa. Durante la exposición de los escritos de defensa y acusación y la presentación de las alegaciones de las partes en la vista oral, la letrada de la familia, Cynthia Favero, ha informado de la inclusión de algunos ajustes, referente al relato de los hechos –en concreto, la exposición de la trayectoria de salida de los impactos de bala recibidos por el fallecido-, en su escrito de acusación.
Por contra, la defensa ha presentado en la vista oral un total de tres nuevas periciales, una de ellas inadmitidas este viernes por el presidente de la Sala. Ahora, la defensa cuenta hasta el próximo lunes para rehacer el informe elaborado por el psiquiatra forense, José Cabrera; entendido por la defensa como necesario para clarificar en qué estado mental se encontraba el joven en el momento de los hechos.
Según recoge el auto del juez instructor, el chico no paraba de moverse, amenazando con un arma de fuego a los agentes, estos "siguieron disparando, haciendo un total de 19 disparos que no cesaron cuando Kebyn puso una rodilla en el suelo". Seguidamente, taponaron las heridas con toallas, le hicieron un torniquete y avisaron al SAMUR.
La defensa entiende que el uso del arma por parte de los policías estaba justificado
La defensa, ejercida por el abogado de Jupol Marco Antonio Navarro, entiende que el uso del arma reglamentaria, en casos como este, está justificado bajo por la legítima defensa, eximente recogido en el artículo 20.4º del Código Penal. Por ello, el letrado solicitó en la fase de instrucción que se procediera al archivo y sobreseimiento libre de la causa al entender que no existió una actuación ilícita por parte de los agentes.
En la misma línea, la Abogacía del Estado manifiesta que al no confundir de ningún ilícito, los hechos no son consecutivos de delito y, por tanto, procede a la declaración de dos eximentes completas. Finalmente, añade que no concurre responsabilidad penal ni responsabilidad civil directa ni subsidiaria del Estado.
Por contra, los letrados que asesoran a la familia de la víctima señalan que la actuación de los agentes fue desproporcionada y que, la ejecución de hasta 19 disparos, lo acredita.
Dos años y medio después, los tres agentes se sientan en el banquillo de los acusados. Este lunes, tendrán la oportunidad de declarar ante el juzgado popular que podrá escuchar, además, a la de la familia y a varios peritos expertos que han elaborado los diferentes informes aportados por ambas partes.
