Publicado: 02/07/2023 04:45
Macarena Olona ha publicado esta semana un montaje fotográfico de ella besando a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, para celebrar el Día del Orgullo LGTBI; Pedro Sánchez acudió a El Hormiguero con una pulsera de colores; Vox está retirando banderas del colectivo de los ayuntamientos; y todos los políticos están haciendo todo tipo de declaraciones sobre la semana más importante para el colectivo. En principio, nada nuevo, el apoyo de todos los años en esta semana. Pero en un análisis un poco más en profundidad se constata que este año "es más exagerado", porque los políticos se juegan mucho en la antesala de las elecciones generales del próximo 23-J.
Por conseguir el máximo número de votos de cara a los comicios, nadie se está quedando callado; ya sea para ir a "a favor" o para ir "en contra", todos están actuando de algún modo, aunque sea de manera un poco "ridículas". Y al colectivo, en general, no le sienta "muy bien" este uso partidista de lo que para ellos es su gran manifestación.
"El orgullo es político, tiene que traspasar las barreras del propio colectivo. Pero es una manifestación de nuestros derechos, y no una fiesta. Cuando se lo toman a la ligera, lo que están haciendo es coger nuestros derechos para utilizarlos como moneda de cambio, con un fin partidista", cuenta a este periódico Jesús Santos, vicepresidente de la Asociación de Familias LGTBI Galehi.
La posición de la agrupación es clara: "Los derechos del colectivo no deberían ser motivo de campaña; y menos aún si son para restar derechos".
Este mismo pensamiento tienen en la Asociación LGTBI de la Comunidad de Madrid Arcópoli, aunque ellos consideran que la politización se está produciendo sobre todo por parte de los partidos de derechas, que o "quieren rascar votos de los que están en nuestra contra", o "se muestran falsos lanzando vídeos de felicitación cuando en realidad quieren restringir nuestros derechos". "Creo que la actitud de la izquierda de los últimos días es solo una declaración de intenciones de su apoyo al colectivo y una respuesta a los actos de algunos partidos", señala a este periódico Luis Fernando Rosales, coordinador general de la asociación.
Y los dos comparten otra idea: "No nos sirve que hablen solo en la semana del Orgullo; es un momento un poco falso. Queremos que se hable de los derechos que nos quedan por conquistar".
El apoyo de la izquierda al colectivo LGTBI
Aunque las asociaciones en general aplauden el apoyo de los partidos de la izquierda a la causa LGTBI, "nada es ni blanco ni negro". Como asegura el representante de Galehi a este periódico, "ni la derecha es tan lesiva ni la izquierda es tan defensora". "Hay puntos que mejorar porque ni siquiera para la izquierda es fácil hablar de nuestros derechos", sentencia.
La principal crítica de esta asociación con respecto a la actuación del PSOE y de Unidas Podemos, los dos principales socios de Gobierno, es el veto a los vientres de alquiler, una problemática que ya contamos en este periódico y que una buena parte del colectivo considera "estigmatizador".
Un 20% del colectivo vota al PP
Esta discrepancia por el uso partidista del Orgullo se produce poco después de que se conociera un dato cuanto menos curioso: la mitad de votos de los miembros del colectivo van para la izquierda, pero un 20% votaría al PP.
Un 27,8% personas LGTBI+ votaría a PSOE y un 22,6% a Podemos por lo que ambas formaciones aglutinarían cerca del 50% del voto de este colectivo, mientras que otro 20% votaría al PP, un 7% a Vox y casi un 5% a Cs, según se desprendía del estudio 'El estado LGTBI+ en España' realizado por 40db para la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más (FELGTBI+), presentado el pasado 20 de abril.
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Honestamente, estoy hasta donde no suena con esta cantinela. Yo que tengo más edad de la que me gustaría me ha importado una higa con quién se lo montaba cada cual, ¡y soy votante de COX! Así que ya basta de dar la vara con el dichoso tema que parece que ese es "el problema" que tenemos en España, ignorando la subida de precios, la tomadura de pelo de las pensiones (lo que te han aumentado te lo han deducido, en mi caso más, en el IRPF), cómo nos cosen a impuestos, las listas de espera para ser atendido en la Sanidad o en cualquier organismo público, y así un larguísimo etcétera. Así que dejémoslo claro: que cada cual viba su vida sexual como quiera ¿a quién le importa?
La derecha pide respeto, que se enseñe a respetar a la gente, y no espectáculos que utiliza la izquierda para enfrentarlos con los que no están de acuerdo con este tipo actos de exhibicionismo, lujuria y sadismo. Los derechos no se defienden en calzoncillos y dándose piquillos en un espectáculo bochornoso por ser publico. Esto estaría bien en un recinto cerrado, es como si las prostitutas para defender sus trabajos saliesen haciéndolo en plena vía publica.
Habitualmente se confunde a las asociaciones LGTBI con lo que se denomina "el colectivo LGTBI". Las asociaciones pueden representar a numerosos individuos, pero no son en ningún caso "el colectivo". Aunque reciben subvenciones como si lo fueran. Nada sorprendente el apoyo de boquilla de partidos de izquierda que hacen de la subvención su principal fuente de captación de votos.
En ninguna parte pone que ser homosexual implique carecer de neuronas, no hay motivos científicos, biológicos ni sociales que lo indiquen, así que piensen en lugar de dejarse controlar.
“La realidad es que poco tenía el Che de santo, y mucho de asesino”. --“Según él, los homosexuales son contrarios al ideal de ‘hombre nuevo’. Son pervertidos sexuales. Por eso los persiguió y los internó en campos de trabajo”.Infobae
En el video se puede apreciar el éxodo del Mariel.Abrieron la marcha huyendo del socialismo los homosexuales y trans.Por eso los homosexuales en Cuba odian la bandera que inventó el socialismo para ellos, sus familiares también,Hipócritas.
Mariel: 40 años del gran éxodo
https://www.youtube.com/watch?v=WhfoUWIX45E
"El ex presidente cubano, Fidel Castro, admitió responsabilidades por la persecución de homosexuales en la isla durante la década de los 60.En los primeros tiempos de la revolución cubana, los homosexuales –junto con sacerdotes y otras personas consideradas antirrevolucionarias- fueron frecuentemente detenidos y enviados a campos de trabajo para su "rehabilitación"."BBC