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España

Iglesias tuvo más rechazo en la consulta del chalet que Belarra apoyos en Vistalegre IV

En 2018, casi 60.000 afiliados de Podemos votaron para que Iglesias y Montero dimitiesen tras la compra de un chalet en las afueras de la capital. En el último congreso, la nueva secretaría general ha logrado menos apoyos: tan solo 43.000, con una participación mucho más baja

Las credenciales del candidato Iglesias
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y la ministra de Igualdad, Irene Montero. Europa Press

Ione Belarra, la nueva secretaría general de Podemos ha sido elegida con menos votos a favor que los rechazos que tuvieron Pablo Iglesias e Irene Montero en la consulta sobre el chalet de 2018. Entonces, casi 60.000 afiliados consideraron que Iglesias y Montero debían dimitir por la compra de un chalet de más de 200 metros cuadrados con piscina y jardín en las afueras de la capital. Belarra ha ganado la votación en el congreso de Vistalegre IV con menos votos: tan solo 43.000.

La consulta de mayo de 2018 fue enormemente tensa para Podemos y Pablo Iglesias. Con su pareja y número dos del partido, Irene Montero, habían decidido adquirir un chalet en Galapagar, a unos 30 kilómetros de Madrid. El chalet con jardín, piscina, pequeña depandance para los invitados acabó en una fuerte polémica en el partido. Iglesias, que no se esperaba una reacción tan fuerte de sus militantes, decidió someter a votación su permanencia en la secretaria del partido.

Durante aquel referéndum votaron en total 188.000 inscritos, y un tercio se decantó por exigir el cese de Iglesias y Montero. Se trataba de un número notable si se considera que hasta aquella fecha el secretario general arrasaba en todas las votaciones internas. Fuentes muy próximas a Iglesias comentaban que el líder había quedado "tocado" por la magnitud del rechazo popular. Aun así, pocos meses después lanzó otra purga contra lo que quedaba del errejonismo y el resto de pablistas que habían criticado algunas decisiones de la dirección.

Baja participación

Tres años después, Iglesias ha decidido dejar todos los cargos y entregar la formación a Montero, quien ha elegido como vicaria y nueva lideresa a la ministra de Agenda 2030 Ione Belarra. La política navarra se sometió al escrutinio de los afiliados del partido la semana pasada, y logró ser nombrada nueva secretaria general con el abrumador porcentaje del 88% de los votos, pero en términos numéricos de tan solo 43.000 afiliados.

La participación total de los militantes de Podemos al último congreso de Vistalegre IV ha sido de tan solo 53.000 personas de un censo activo de 139.000. Durante la consulta del chalet, afirmó que si la afluencia a la votación iba a ser "baja", él e Irene Montero tendría que "dimitir". "Una participación baja sería un fracaso absoluto de la consulta y nos obligaría a dimitir", dijo entonces en una entrevista en la Cadena Ser.

La baja participación ha sido, en efecto, uno de los elementos que más se ha debatido en el seno de Podemos. Aunque en los últimos años Iglesias y los suyos han laminado cualquier atisbo de sector crítico o díscolo, la militancia se está alejando de la formación morada, que empieza a tener serios problemas de círculos fantasmas y paulatino desplome electoral.

La comparación con la consulta del chalet, sin duda el último referéndum interno de Podemos que movió masivamente su público, es importante para algunos cargos, porque confirma los temores sobre el liderazgo débil de Belarra. "Más gente votó por la dimisión de Pablo e Irene que para nombrar Ione Belarra secretaria general", resume un miembro del partido que recuerda el impacto que tuvo aquella consulta para el futuro de la formación.

¿Último congreso de Podemos?

En el momento en que Iglesias y Montero decidieron someter su adquisición inmobiliaria a la opinión de las bases, Podemos vinculó su futuro a la vida privada de su líder. Iglesias dejó la política activa después del batacazo del 4-M, y personas de su entorno aseguran que "está descansando" y que trabaja en proyectos mediáticos nuevos que abran una segunda (o tercera) etapa profesional, tal y como desveló Vozpópuli.

A Belarra le queda impedir la implosión de la formación morada. En las encuestas el partido sigue bajando, mientras que ganan fuerzas los competidores, como la plataforma errejonista Más País, impulsada en los medios por la Moncloa y Pedro Sánchez. Belarra, que prometió lanzar un "nuevo Podemos", de momento insiste en seguir la estela del pablismo de los últimos años. El pasado viernes anunció la directiva con más cargos de siempre y sin presencia de críticos, como adelantó este diario.

Belarra y Montero saben, por otro lado, que la supervivencia de Podemos pasa por su capacidad de blindar a la ministra de Trabajo Yolanda Díaz como futura candidata en las próximas elecciones generales. Pero Díaz sigue dejando abiertas todas las opciones, así que algunos ya temen que el congreso del pasado 13 de junio fue el acto de defunción de Podemos. Y que a partir de ahora es necesario hablar ya de "nuevas fórmulas" para relanzar el espacio de la izquierda alternativa al PSOE.

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