El Gobierno gasta 350.000 euros en estudiar si reabre la línea de tren Soria-Navarra

La España vaciada es un fenómeno estrechamente unido a la desaparición del ferrocarril. Hace 30 años, un español podía hacer el trayecto en tren desde Plasencia (Cáceres) hasta Astorga (León), o de Cabezón de la Sal (Cantabria) a Soria. Un cementerio de metal recorre nuestro país de punta a punta, son 4.500 kilómetros de vías de ferrocarril desmanteladas o que ni siquiera llegaron a inaugurarse. Buena parte de este desmantelamiento fue impulsado por el Ejecutivo de Felipe González, noticia estos días por participar en un acto con Sánchez y Zapatero que situó el comienzo de la democracia española en el primer gobierno del PSOE (1982).

Ahora, el Ministerio de Transportes se plantea reabrir una de esas líneas clausuradas, la que conectaba Soria con Castejón (Navarra). Esta vía conectaba 4 provincias: Soria, Zaragoza, Logroño y Navarra. El departamento de Raquel Sánchez ha pagado 344.712 euros a las consultoras Deloitte y Proes para estudiar si es viable desde el punto de vista económico la reapertura de esta línea. Proes Consultores pertenece al Grupo Amper, compañía que preside Pedro Morenés, exministro de Defensa de Mariano Rajoy.

Los pliegos del contrato, consultados por Vozpópuli, establecen un plan para analizar el trazado ferroviario existente. Estas vías, desmanteladas en enero de 1996, han dejado una huella que perdura en el terreno de estas cuatro provincias. "Aún es visible, en muchas zonas, la plataforma y superestructura correspondientes al trazado desmantelado, con estructuras y túneles en estado de conservación variable y estaciones y apeaderos en estado de abandono o ruina", se apunta en la documentación del pliego.

La línea cuenta con el ancho ibérico (1.445 milímetros) y posee una longitud de 104 kilómetros. En Youtube hay vídeos que rememoran el último trayecto en tren por estas vías:

Transportes cree que quizá sea necesario hacer modificaciones sobre el recorrido original, en caso de que las consultoras concluyan que reabrir la línea vaya a ser rentable económicamente: "Se deberán estudiar variantes respecto de la plataforma ferroviaria existente en tramos especialmente problemáticos desde el punto de vista del trazado o de afecciones medioambientales o al medio urbano, como son los tramos entre Aldealpozo y el Puerto del Madero y las posibles variantes de trazado de Ágreda y Cintruénigo".

Presiones del 'Abel Caballero de Soria'

Precisamente, fue la baja rentabilidad económica la que hizo que el Gobierno de Felipe González clausurara el corredor ferroviario Soria-Castejón. Esta línea seguía viva gracias al Regional 8780 Madrid Chamartin-Soria-Castejón, que realizaba un solo viaje de ida y vuelta al día. A la hora de justificar el cierre del trayecto, los socialistas argumentaron que la media de pasajeros era de 4 diarios.

¿Por qué se produce ahora este cambio de rumbo en la política socialista? Un nombre propio clave es el de Carlos Martínez, alcalde de Soria por el PSOE desde 2007. El 'Abel Caballero soriano' -llevan el mismo tiempo como alcaldes de sus municipios- lidera una plataforma junto a otros consistorios del trayecto para exigir su reapertura, Entre estas localidades se encuentran Ólvega, Valdegeña, Cervera del río Alhama, Valverde, Matalebreras, Almazán, Quintana Redonda, Aldehuela de Periáñez, Coscurita, Velilla de la Sierra, Renieblas y Ágreda.

Ya en 2020, el por entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos, se reunió con Martínez con el compromiso de estudiar la reapertura del corredor ferroviario.

En mi compromiso con Soria, me he reunido con su alcalde @cmmsoria para dar un impulso a los temas que el Ministerio tiene en la ciudad y en la provincia: A-11, Travesías, Agenda Urbana, Tren, Polígono de Valcorba, Pasarela de Golmayo y de Las Casas. pic.twitter.com/W3YkRkRqlV

— José Luis Ábalos (@abalosmeco) January 16, 2020

El abandono del tren de Extremadura

Parece que el alcalde de Soria tiene más voz entre los socialistas que el PSOE de Extremadura, que sigue sin poder presumir de un tren digno en la región. El tren de altas prestaciones que conecta la comunidad autónoma con Madrid sigue sumando averías y retrasos a los pocos meses de su inauguración. El último, este mismo lunes, cuando los pasajeros del tren Mérida-Madrid con salida a las 12:52 (ni un minuto más, ni uno menos) llegaron a la estación de Atocha con 87 minutos de retraso.

Parece que la medida tomada por el presidente de Renfe, Isaías Táboas, en el cargo por designación de José Luis Ábalos desde 2018, de maquillar los horarios de viaje añadiendo unos "pocos minutos" para que "la gente no tenga la sensación de que el tren llega tarde", no ha funcionado.

Este tren, tildado de "Alta Velocidad" pese a que tarda más que un coche en llegar a Madrid, hizo pleno de retrasos sus primeros 7 días de funcionamiento. El tren de "altas prestaciones" es un Alvia S-730 que circula por una vía sin electrificar. Es la única comunidad, además, que no cuenta con doble vía, lo que provoca que si un tren se avería, cosa que ocurre con bastante frecuencia, se vean afectados todos los trayectos del día.