Alberto Garzón y Enrique Santiago se dividen ante el nuevo pulso de Yolanda Díaz

El acelerón que Yolanda Díaz está dando a la puesta en marcha de su proyecto político ha empezado con sacudir internamente a Izquierda Unida. El papel de la formación liderada por Alberto Garzón es esencial para que Díaz pueda plantear un nuevo proyecto o plataforma que tenga cierta fuerza orgánica. Pero mientras Garzón se está mostrando en las reuniones internas favorable a respaldar a Díaz (algunos ya comentan que “se está plegando”), Enrique Santiago pide tiempo y enfría las esperanzas de la gallega.

“Se trata de momento sobre todo de fuego de artillería, porque el proyecto de Yolanda despierta muchas dudas en IU, sobre todo a nivel territorial, y parece que está muy verde en cuanto a ofertas concretas y alianzas”. Así sentencian algunos cuadros de IU pocas horas después de que la ministra de Trabajo anunció personalmente en el acto de clausura del centenario del PCE su idea de crear un nuevo actor que aglutine a todas las siglas de izquierdas más allá del PSOE.

En ese mitin final, sorprendió la ausencia de Garzón. El coordinador federal de IU no habló desde el escenario, donde sí estuvieron el secretario general, Enrique Santiago, y la propia Díaz. Se trata de un hecho “histórico” para varias fuentes de IU. Algo que determina por un lado la debilidad de IU frente al PCE, y por otro revela la distancia a nivel político y personal que se ha generado entre Santiago, muy afín al núcleo duro de Podemos, y Garzón, quien ahora sostiene entre los suyos que es mejor alejarse de los de Pablo Iglesias e Irene Montero.

Garzón abre a Yolanda Díaz

En las últimas reuniones internas de IU, de hecho, Garzón ha abierto públicamente la puerta a acuerdos con Yolanda Díaz. Pero es más. En las charlas a puerta cerrada se ha mostrado aún más proclive a pactar con ella. Según algunos dirigentes de IU, el coordinador federal está intentando salvar los muebles de su carrera política, después de haber rechazado en dos ocasiones las ofertas de Podemos de liderar las candidaturas autonómicas en Madrid y Andalucía.

El supuesto cálculo personal de Garzón genera crispación y división interna en Izquierda Unida, a la vez que muchos se preguntan sobre los movimientos de Enrique Santiago. En las reuniones internas mencionadas, de hecho, Santiago manifestaba mucha más reticencia que Garzón a la hora de sumarse al proyecto de Díaz. Afirmó que “falta tiempo”, que hay que “proteger el Gobierno” y esperar que se agote la legislatura. Es decir, que todavía Izquierda Unida no puede asegurar a Díaz su apoyo.

Tambores de guerra en Podemos

La situación es delicada y confusa. Aunque son muchos los dirigentes, tanto en IU como en Podemos, que advierten tambores de guerra. En la segunda semana de octubre, Podemos celebrará una importante reunión de su Ejecutiva, explican en el partido. En esta cita, la cúpula aspira a explicar públicamente su enfoque con respecto a Yolanda Díaz, su plataforma y las alianzas de Podemos.

Sorprende internamente la rapidez con la que Pablo Iglesias parece haber vuelto a ser engullido por el partido que fundó. En el pasado mes de mayo anunció su salida de la política activa, pero en su nuevo papel de tertuliano insiste en participar de la actualidad política, y todo apunta que también a nivel orgánico ha tenido que recuperar algunas funciones (por ejemplo la presidencia de la fundación) para evitar un colapso exprés y una fuga generalizada de la formación, tal y como desveló Vozpópuli.

En esta guerra de posiciones, Garzón parece estar moviéndose a favor de Yolanda Díaz. Algo que puede volver a generar fricciones con el entorno de Iglesias y Enrique Santiago, desde hace tiempo alejados del líder de IU. Y en ese bloque el protagonismo de Yolanda Díaz también preocupa, máxime porque la dirigente gallega está empezando a cosechar algunos apoyos notables, como la central sindical de Comisiones Obreras, el grupo catalán liderado por Ada Colau y algunas secciones de Compromís.

Errejón y Monedero

Faltan todavía por perfilar muchas estructuras y fichajes. Y, además, arreglar el capítulo de Más Madrid e Íñigo Errejón. El líder de Más País no quiere renunciar a su cuota de poder, pero en Podemos ya piden su cabeza antes de sentarse a la mesa con Yolanda. Y la ministra gallega sabe, por otra parte, que si impone un tipo de liderazgo al estilo “Podemos dos”, todos sus aliados regionales la abandonarán.

“Todavía es pronto. En dos meses ya veremos”, comentan desde IU. Mientras que en Podemos ya levantan las espadas. Por ejemplo, la de Juan Carlos Monedero, que ya va avisando a Yolanda Díaz que no puede aspirar a superar e ignorar a Podemos como punta de lanza de su nueva plataforma. Pocas horas después del centenario del PCE, en el que a Alberto Garzón se le excluyó del escenario más noble, todo apunta a que ha estallado oficialmente un conflicto de baja intensidad en el espacio de la llamada izquierda alternativa al PSOE.