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Así se planifica una extorsión desde Paraguay: una deuda interminable por acoso sexual

Una nueva estafa desde Paraguay pone en jaque a las administraciones españolas. Extorsionan a residentes en España para evitar una demanda por acoso sexual a menores.

Una de las capturas de pantalla con la que buscan extorsionar
Una de las capturas de pantalla con la que buscan extorsionar

Un mensaje desde un número desconocido que tiene una foto de una chica joven. Este es el comienzo de la nueva estafa que busca la extorsión en España desde países como Paraguay. Las administraciones de ambos países ya tienen conocimiento de estos hechos delictivos en los que cada día 'cae' más gente que son capaces de pagar miles de euros para que no salgan a la luz estas conversaciones.

Todo se inicia de forma casual. Las organizaciones criminales compran los datos personales de personas de los diferentes países en la 'dark web'. Solo con saber la nación de cada individuo ponen en marcha la maquinaria para mantener unas conversaciones 'tipo'.

El envío de los mensajes son masivos. Solo consiguen, afortunadamente, que caiga en la trampa el 1% de las plantillas de contactos que han contratado por una sustancial suma económica. A pesar de las cifras que pagan, los beneficios son cuantiosos.

Conversación con menores

En uno de los casos, a los que ha tenido acceso Vozpópuli, la víctima de la extorsión ha tenido que recurrir a abogados para poder 'dormir tranquilo' y dar por zanjado el tema. Este hombre mantuvo conversaciones por WhatsApp con un número anónimo que dijo ser una mujer panameña. Horas y horas de mensajes que acabaron con supuesto descubrimiento por parte de la familia de la joven.

El comienzo de la extorsión se produjo cuando un supuesto abogado de la familia de la chica tomó las riendas del teclado y se puso en contacto con el residente en España. "Buenas noches señor. Soy el abogado representante de la menor", aseguró adjuntando unos supuestos papeles donde sale documentación.

"El doctor licenciado del hospital quiere hacer justicia por esto y yo le he dicho que hablaré con usted primero", prosigue la extorsión en la que le indican que debe pagar unos 2.000 euros para no seguir adelante con un proceso judicial.

Entre medias la madre de la menor supuestamente acosada ha sufrido un infarto y va a entrar en coma. Lo típico dentro de estos estafas donde buscan ahondar en la responsabilidad de las víctimas para acelerar los plazos.

El recorrido de la extorsión

La gravedad de la extorsión viene a continuación. La víctima recibió un documento el pasado 16 de junio del "Ministerio Público de la República de Paraguay" donde se le acusa de un "hecho punible de acoso sexual vía redes sociales".

Y es que las 'amenazas' del padre de la menor de 16 años se hicieron efectivas y deja por escrito que quiere una cantidad de 2.000 euros antes la gravedad del suceso del que se le acusa. En el texto se menciona hasta la Fiscalía de Paraguay hasta la zona en la que se encuentra el contencioso.

Por la gravedad de la situación, este hombre, de nacionalidad española, decidió contratar los servicios de Ospina Abogados, bajo la asistencia de la abogada penalista Beatriz Uriarte. Sus representantes legales enviaron un burofax al supuesto letrado que había seguido todo el procedimiento en Paraguay.

No hay investigación en Paraguay

"Tras haber hecho las gestiones oportunas tanto con las autoridades españolas como con las autoridades paraguayas, debemos hacerles saber que el señor no ha cometido delito ninguno", subrayan. Por todo ello, "les exhortamos a que dejen de inmediato de extorsionar a mi cliente. De lo contrario, nos veremos obligados a tomar las medidas legales que consideremos oportunas".

Esta extorsión en la red es una de las nuevas tácticas que utilizan los delincuentes para sacar dinero de sus posibles víctimas, que incluso pueden llegar a estar en continentes diferentes. Es una de las modalidades de estafa que más han aumentado en los últimos tiempos, según aseguran fuentes policiales a Vozpópuli. Muchas veces estas personas deciden no denunciar la situación y seguir pagando las cuotas. Tiempo después los delincuentes dejan de presionar a estos hombres ya que centran sus objetivos en otros diferentes.

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